Reinhardt Acuña Torres

Nací el 7 de junio de 1963, en el seno de una familia de clase media. Viví mi infancia y buena parte de mi madurez en un pueblo montañoso de la capital de Costa Rica (San José), llamado San Isidro, en el Cantón Vázquez de Coronado.

Estudié y me formé en instituciones públicas: la Escuela José Ana Marín, el Liceo de Coronado y la Universidad de Costa Rica (UCR). Estudié Ingeniería Química, pero me especialicé en Biotecnología aplicada de forma autodidacta. En ese ámbito, soy autor de un blog de biotecnología llamado Biotecnología práctica, ampliamente consultado en diversos medios.

También soy el autor de un conocido blog de opinión política en Costa Rica, titulado El gurú todo lo sabe, en el que busco desenmascarar las falacias de ideologías extremistas y exponer a los corruptos por lo que son; irónicamente, en mi país muchos conocen el blog de El gurú, aunque muy pocos me conocen a mí.

Como autor e investigador en biotecnología, tengo publicaciones científicas en Academia.edu como autor independiente. Además, escribo como Specialist consultant y Former researcher en la Universidad de Costa Rica en ResearchGate.

Laboré como asistente de investigación en el Laboratorio de Biotecnología Vegetal de la Escuela de Biología de la UCR, hasta que me enfermé de un síndrome de Guillain-Barré muy severo, que me dejó secuelas motoras permanentes que me obligaron a pensionarse prematuramente.

La severidad del síndrome paralizó todas mis funciones motoras y musculares, al punto de detener mi respiración, por lo que tuvieron que hacerme una traqueotomía, entubarme y enchufarme a una máquina para respirar.

En cuanto a Meer, un amigo muy querido Jorge Poveda, que descansa en paz, me recomendó al editor de, en aquel entonces, Wall Street International en el año 2017. Desde entonces, escribo para esta prestigiosa revista.

Como autor e investigador en biotecnología aplicada publiqué artículos sobre diferentes temas, como diseño de biorreactores, microalgas, biocombustibles, energías limpias, biorremediación, EDAR/PTAR, techos y paredes verdes, bioprocesos y otros.

Como crítico y vigilante de las políticas y acciones de gobierno de mi país, así como de las de otros países y actores políticos, escribí y sigo escribiendo con un enfoque comentador y denunciante de los actos de corrupción de quienes gobiernan y ejercen el poder institucional, revelador de falacias, mentiras y engaños, oponente y un poco burlón de quienes se creen esas mentiras, falacias y engaños; desdeñoso de la demagogia, el populismo y la hipocresía; esclarecedor de la verdad real y los hechos, con un extraño gusto por descalificar y desacreditar a quienes insisten en hacer ver a otros una falsa verdad y una falsa realidad. Eso es aprovecharse de la ignorancia de la gente y fomentarla para fines mezquinos.

Como persona, odio la hipocresía, pero también la soberbia, la altanería y a quienes desprecian y se aprovechan de los demás, principalmente de los más débiles e ignorantes.

No comulgo con el fanatismo de ningún tipo, ya sea político, religioso, deportivo, etcétera. Lo que sí aprecio y estimo es la verdad, la sinceridad, la solidaridad y, sobre todo, el conocimiento y el aprendizaje.

La frase de Rafael Vídac “Hasta el más ignorante tiene algo que enseñarte. Hasta el más sabio puede aprender algo de ti”, yo la interpreto de esta forma: “De todos es posible aprender algo, todos tienen algo que enseñarte”. Esa misma filosofía es la que he tratado de imprimir a mis artículos en Meer.

Anécdota de vida

El 21 de agosto de 2001 a las 6:42 p. m. Una aparente disfunción en las líneas de transmisión que conectan a las plantas hidroeléctricas Cachí (Paraíso de Cartago) y Angostura (Turrialba) provocó la interrupción del fluido eléctrico de todo el país (Costa Rica). El problema técnico afectó el sistema nacional interconectado y dejó a oscuras la totalidad del territorio nacional durante tres horas.

Yo estaba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital México en la capital (San José). Me estaban realizando un procedimiento llamado plasmaféresis: un tratamiento para el síndrome de Guillain-Barré que consiste en extraer y filtrar la sangre para eliminar autoanticuerpos perjudiciales que atacan los nervios periféricos.

Según me dijo el médico especialista de la UCI, durante el procedimiento me extraerían la mitad de la sangre con una máquina de hemodiálisis con filtros de plasma. Luego, separarían el plasma (la parte líquida de la sangre) de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, y desecharían el plasma patológico (el plasma que contiene los anticuerpos que causan la enfermedad autoinmune). Luego, lo reemplazarían con albúmina como proteína de reemplazo para, finalmente, devolver la sangre reconstituida a mi cuerpo.

No recuerdo bien si era el segundo o tercer procedimiento que me realizaban: tenían que hacer 10.

Al momento del apagón, el procedimiento ya tenía varios minutos de haberse iniciado, por lo que la mitad de la sangre estaba fuera de mi cuerpo y siendo procesada por la máquina de hemodiálisis.

Recuerdo el apagón y ver la cara asustada del especialista que me realizaba el procedimiento. Casi inmediatamente me desvanecí: no sentí dolor, no vi ningún túnel, ni una luz, ni a mis familiares muertos, como dicen algunos, pero sí morí.

Cuando volví a despertar, ya no estaba solo el médico especialista: había varios médicos más y algunos enfermeros. Los médicos me dijeron que literalmente me resucitaron, que el sistema de respaldo eléctrico falló, no inició de inmediato y tuvieron que reiniciar la máquina de hemodiálisis.

No sé cuánto tiempo estuve “muerto”. No pregunté y no recuerdo que los médicos me lo hayan dicho. Pero por alguna razón, quedé convencido de que la muerte no es más que un paso a otro estado de conciencia, uno etéreo, donde el alma (yo la llamo conciencia) transciende y se une a la conciencia universal, a la que yo llamo Dios.

También creo que, así como yo “volví de la muerte” y otros muchos lo han hecho, el alma, es decir, la conciencia, puede “volver a la vida” en otro cuerpo, no necesariamente humano, incluso en otro planeta y en otra forma de vida.

Artículos de Reinhardt Acuña Torres

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