El movimiento QAnon, abreviación de Q-Anónimo, actualmente representa y consolida una de las principales teorías de conspiración introducidas en los Estados Unidos de América, por la extrema derecha estadounidense. Protegida por el anonimato, la teoría detalla una supuesta trama secreta organizada por un «Estado Profundo» en los Estados Unidos que sugieren colusión y amiguismo dentro del sistema político estadounidense. Específicamente dentro del partido demócrata y más específicamente, un supuesto golpe de Estado orquestado por Barack Obama, Hillary Clinton y George Soros. Textualmente, «una asociación híbrida de elementos del gobierno y partes de la industria y las finanzas de alto nivel que es capaz de gobernar Estados Unidos sin referencia al consentimiento de los gobernados como se expresa a través del proceso político formal», según argumenta Mike Lofgren, exasistente republicano del Congreso de los EE. UU. y autor del libro ‎El Estado Profundo: La caída de la Constitución y el ascenso de un gobierno en la sombra‎ (The Deep State: The Fall of the Constitution and the Rise of a Shadow Government). Todo claro está, sin el más mínimo sentido de realidad, de comprobación y de veracidad. Todo en el ámbito de la falacia, el populismo y la leyenda urbana. Justo como su predecesora, la teoría conspirativa del Pizzagate, que se hizo viral durante el ciclo de elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2016 y casi de inmediato fue refutada y desacreditada por una amplia gama de organizaciones, incluido el Departamento de la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia, a quien corresponde la jurisdicción donde está el restaurante y pizzería Comet Ping Pong en Washington, D. C.

Aun así, más bien, a pesar de eso, miembros de la extrema derecha estadounidense y opositores republicanos a la campaña presidencial de Hillary Clinton continuaron difundiendo la teoría conspirativa en medios sociales de la denominada red oscura (Darknet) como 4chan, 8chan. De los cuales se pasaron a las redes sociales «normales» como Twitter y Facebook. Para seguir alimentando las creencias de los seguidores de Donald Trump en contra de los que están en su contra (perdonen la redundancia). Peor aún, alimentando su ignorancia y deseo de consumir falsas noticias basadas en la desinformación, la especulación y la mentira con deseo de causar daño al oponente. Pero, más allá de la teoría de la conspiración, ¿se han preguntado ustedes las implicaciones, sociales, culturales y metafísicas que podría tener un movimiento expandido como QAnon para la sociedad estadounidense, y para la sociedad mundial en general? Graves, muy graves. Dejando aparte el relativismo moral y el relativismo cultural, un movimiento como QAnon se basa en: absurdismo, amoralismo, irracionalismo, escepticismo (escepticismo científico), negacionismo y materialismo (fisicalismo). Un movimiento como QAnon promueve el comportamiento antisocial: la marginación social y el trastorno antisocial de la personalidad. Un movimiento como QAnon también promueve el anarquismo egoísta; anarquismo individualista y anarcocapitalismo. Un movimiento como QAnon promueve la acracia y el antiestatismo.

Un movimiento como QAnon defiende el ilegalismo y la propaganda por el hecho. Un movimiento como QAnon se basa el perspectivismo y el reduccionismo. Un movimiento como QAnon deja de lado el problema del ser y el deber ser; el problema de la suerte moral; y el libre albedrío.

Un movimiento como QAnon no responde al Derecho escrito, o al Derecho positivo en los que se basa y a los que responde una sociedad civil organizada y bien estructurada, sino al Derecho natural y al Derecho consuetudinario. En otras palabras, a fundamentos determinados por la naturaleza humana, cuyos usos o costumbres, no necesariamente son los justos y correctos o apegados a la ética y la moral. Aunque esa sea la costumbre.

Así las cosas y dado que, no estamos hablando de nihilismo moral sino de metaética. Dado que, no estamos formulando un juicio sintético a priori, sino una realidad de lógica deóntica. Estamos hablando de la paradoja del nihilismo, la paradoja del mentiroso. Que es también la paradoja del movimiento QAnon. Una condición sine qua non para que funcione.

Un movimiento como QAnon funciona bajo el principio del tercero excluido (principio aristotélico); es decir un principio en donde QAnon afirma algo y la lógica deductiva lo contradice. Un principio en donde, una tercera opción no es posible. Ya que, esta no posible, por el principio lógico de valor de verdad (lógica bivalente).

Conclusión y corolario: QAnon, ¿teoría de la conspiración de la extrema derecha estadounidense? ¿O extrema conspiración teórica de la derecha estadounidense? Ustedes decidan.