Cuando un psicópata llega a la presidencia de un pequeño país; el mundo, por lo general, no le toma importancia; aun cuando su gobierno y sus acciones puedan afectar a otros países. Ese es el caso de la paranoica y psicopática dupla presidencial que tiraniza a Nicaragua: Daniel Ortega y Rosario Murillo. Lo sé muy bien porque yo vivo en su país vecino del sur: Costa Rica.

No obstante, cuando el país que es presidido o tiranizado por un psicópata presidencial tiene una mediana importancia: estratégica, comercial o política para la región en contexto, el resto del mundo empieza a preocuparse. Ese es el caso de Bashar Háfez al-Ássad; el actual presidente de la República Árabe de Siria y quien lo ha sido desde el año 2000. O el de Nicolás Maduro Moros en Venezuela; quien heredó el poder tiránico del también dictador Hugo Rafael Chávez Frías. Un sindicalista y un militar de extrema izquierda ideológica llegados al poder. ¡Justamente por la ideología política preponderante en país en la época y el contexto en que fueron electos presidente!

Cuando el mundo verdaderamente presta atención es cuando el psicópata presidencial preside un país de indiscutible importancia para todo el mundo, como lo fue Donald John Trump del 20 de enero de 2017 al 20 de enero de 2021 en Estados Unidos de América; como lo es Vladímir Vladímirovich Putin, actual presidente de la Federación de Rusia. Irónicamente ambos, Trump y Putin, son de tendencia conservadora, altamente egocéntricos y narcisistas; con ausencia de empatía por los demás, altísima necesidad de satisfacción emocional, así como de controlarlo todo y a todos, y gran encanto superficial (carisma) que va de la mano con una grande, grande, pobreza emocional. Por qué les menciono esto. Porque hay 5 rasgos distintivos que caracterizan a un psicópata.

Egocentrismo y narcisismo

El psicópata tiene la incapacidad de asumir puntos de vista ajenos al propio; es decir, de ver el mundo y lo que lo rodea desde el punto de vista de la otra persona. Eso conlleva al psicópata al narcisismo, o sea que tienden a pensar que son superiores a los demás y más importantes que ellos.

Ausencia de empatía

El psicópata tiene un déficit de empatía, por lo que le resulta muy difícil ponerse en el lugar de otras personas o sentir lo mismo que ellas ante una situación determinada. Sin embargo, los estudios sugieren que los psicópatas si tienen la capacidad de empatizar, solo que la «activan» o «inhiben» a voluntad. Lo que explicaría su frialdad, su cinismo y algunas de las habilidades sociales que los caracterizan, como el hecho de que no les provoca malestar el sufrimiento de los demás.

Necesidad de satisfacción personal

El psicópata tiene dañado su sistema de recompensa emocional personal. Como consecuencia de eso, se da a sí mismo una excesiva importancia y prioriza lo que él quiere, por sobre todo lo demás, sin importar lo que los demás necesiten, sientan o piensen.

Encanto superficial y pobreza emocional

El perfil del típico psicópata es el de una persona socialmente encantadora y superficial. Los psicópatas se muestran ante los demás con una apariencia abierta, segura y dominante. No parecen tener miedo o timidez y utilizan estas habilidades de forma premeditada, para lograr alcanzar sus fines y convencer a los demás.

Necesidad de control

El psicópata tiene una necesidad obsesiva y casi compulsiva por dominar cada persona, en cada situación con la que él esté relacionado o lo afecte en su vida personal. Por eso, ejerce una fuerte manipulación sobre cada persona con la que está relacionado, basada en el abuso y la mentira.

Esos cinco rasgos conllevan al psicópata emocional a otros ocho rasgos que definen la conducta que muestra ante los demás.

Conducta antisocial y delictiva

Las pruebas de psicopatía correlacionan al psicópata general con el abuso de sustancias, el encarcelamiento, la violencia de género, la violación y la pederastia. Y al psicópata con poder: político, económico o social; con crímenes de guerra, crímenes económicos y la participación en el crimen organizado. Esos signos se clasifican como «trastorno de personalidad disocial».

Dificultad para aprender de la experiencia

El psicópata tiene problemas para aprender de la experiencia, por lo que suele cometer los mismos errores y conductas una y otra vez, a pesar de que se los señalen como tales. Estas estructuras conductuales se relacionan con que las funciones ejecutivas y del aprendizaje emocional del psicópata están alteradas. Por eso, los psicópatas tienen dificultad para asociar los castigos que reciben a las conductas que los han provocado y muestran un condicionamiento aversivo y cierta inhibición conductual.

Impulsividad y falta de planificación

Algunos psicópatas sufren de impulsividad y falta de planificación; lo que los podría conducir a la falta de autocontrol y de planificación a largo plazo. No obstante, esto solo suele darse ante la ausencia de metas vitales, por lo que esta conducta está guiada, en mayor medida, por los impulsos momentáneos que, si el psicópata aprende a hacerlo, puede controlar a su voluntad.

Insinceridad y manipulación

La falta de sinceridad y la tendencia a la manipulación son conductas típicas de los psicópatas; pero estas pueden manifestarse con mayor o menor fuerza o sutileza, dependiendo del grado de auto control emocional que tenga el psicópata.

Predisposición al aburrimiento

Las alteraciones biológicas propias de los psicópatas los llevan a una necesidad de estimulación continua. Esto hace que se aburran fácilmente y que, para contrarrestarlo, algunos psicópatas se muestren ante los demás como personas muy extrovertidas.

Estilo de vida parasitario

La manipulación y el egocentrismo de los psicópatas también los predispone a aprovecharse de los demás para satisfacer sus necesidades básicas. Por eso, con frecuencia viven del dinero de otras personas o del de sus padres y parejas.

Ausencia de remordimientos

El típico psicópata no siente remordimiento por los hechos y conductas con los que ha perjudicado a los demás. Es más, no siente culpabilidad por sus actos.

Promiscuidad sexual y dificultad para establecer relaciones interpersonales

Con frecuencia los psicópatas manifiestan un tipo de promiscuidad sexual en la que tienen muchas relaciones sexuales, pero estas duran poco tiempo. Además, muestran un alto grado de dificultad para establecer relaciones interpersonales y compromisos duraderos. Básicamente, se implican en ellas de forma superficial y se preocupan principalmente por el sexo, y por la utilidad práctica que, consecuencia de este, pueda obtener de su pareja.

Como reflexión final les dejo una interrogante, ¿no cree usted que explorar el perfil psicológico de los candidatos a la presidencia de un país debería ser requisito para su postulación al cargo?