La inteligencia cultural o cociente cultural, CQ, por sus siglas en inglés, es la capacidad para relacionarse y trabajar de manera efectiva entre culturas. Ya sea que se trate de culturas diversas, entre diferentes países o regiones del mundo, o dentro de un mismo país con diferentes etnias culturales. Por eso, originalmente la escala del CQ se basaba en la investigación para predecir el desempeño intercultural y se medía en una escala similar a la que se utilizaba para calcular el cociente de inteligencia (CI) de un individuo.

Recuerde que, el cociente intelectual es una forma de estimar de la inteligencia general de un individuo, basándose en test estandarizados diseñados exclusivamente para ese propósito. Así las cosas, se consideraba que las personas con CQ más altos eran más capaces de integrarse con éxito a cualquier entorno cultural que las que tenían los CQ más bajos. Eso por cuanto, literalmente, la cognición es la facultad que poseemos los seres humanos para procesar información a partir de la percepción y el conocimiento adquirido a través de la experiencia; características subjetivas que nos permiten valorar la información y tomar decisiones con base en ella.

En ese sentido, el factor general de inteligencia; también conocido como factor G, es una prueba cognitiva psicométrica desarrollada de acuerdo con las investigaciones del psicólogo inglés Charles Spearman a comienzos del siglo XX. Tiene por objetivo medir las habilidades cognitivas asociadas a la inteligencia humana. Estadísticamente se basa en el análisis de factores de modelo bifactorial; un procedimiento estadístico que Spearman creó junto con Louis Leon Thurstone, pionero estadounidense en los campos de la psicometría y la psicofísica, y que ahora forma parte de las técnicas matemáticas empleadas para representar y correlacionar las pruebas de inteligencia. Spearman formuló su modelo basado en que las variaciones en las puntuaciones de las pruebas podían ser explicadas por tan solo dos tipos de variables.

  1. Los factores específicos o factores S que, como su nombre sugiere, se trata de habilidades y aptitudes específicas que no pueden ser extrapoladas a otras situaciones.
  2. La inteligencia general o factor G a la cual definió como «la capacidad de inferir relaciones y a partir de ellos aducir correlatos». En términos comunes y silvestres, «un tipo de inteligencia general que puede ser aplicada a cualquier situación de la vida».

No obstante, Spearman también postula que es un «tipo de inteligencia que proviene de la herencia genética de cada persona en particular». Asimismo, consideraba que el «fenómeno neural g» podía ser considerado «como una energía potencial disponible en todo el cerebro», pero que, «difiere cuantitativamente entre los individuos y vendría determinada genéticamente».

Esto último me lleva al tema de fondo de este artículo y posteriormente a plantear una pregunta. Se conoce como el efecto Flynn al fenómeno que consiste en el incremento del cociente intelectual (CI) que se registra en un país o una región de una generación a la siguiente. El efecto se mide año por año; pero las estimaciones de las puntuaciones de cociente intelectual se realizan en promedio cada 10 años; para así poder hacer las estimaciones de una generación a otra. Los resultados fueron un crecimiento sostenido en la tasa de 2 a 3 puntos del CI por década.

Bueno, al menos así fue hasta mediados de la década de los 70 cuando los resultados medidos mostraron que se produjo un punto de inflexión en el efecto Flynn para las cohortes de nacimiento posteriores a 1975; equivalente a 7 puntos de puntuación de CI menos por generación. Dicho estudio fue publicado recientemente en la revista PNAS. El estudio de PNAS literalmente señala que: «el efecto Flynn y su reversión son causados por el medio ambiente».

Pero el coeficiente intelectual medio de la población mundial también empezó a bajar. En 2015 se publicó un metaanálisis sobre el efecto Flynn observado en 30 países durante el último siglo. «En el nuevo estudio, los investigadores observaron caídas en el coeficiente intelectual que ocurren dentro de las familias reales, entre hermanos e hijos, lo que significa que el efecto probablemente no se deba a factores demográficos cambiantes como algunos han sugerido, como la acumulación disgénica de genes desventajosos en todas las áreas de la sociedad». Por lo que, en términos generales; ya se habla de que podría existir un efecto Flynn negativo o inverso.

Así las cosas, formulo mi cuestionamiento: ¿estaremos decayendo o involucionando en nuestra inteligencia cultural debido a que nuestro factor G disminuye paulatina y gradualmente gracias a factores específicos S relacionados con un efecto Flynn inverso? ¿Acaso esto se encuentra asociado a una cognición también inversa provocada por adquirir, más bien, por creer y tomar por ciertos conocimientos falsos, equívocos y errados provenientes de fuentes de noticias falsas y medios de desinformación, tanto de las redes sociales que acostumbramos a visitar como de medios de desinformación que las difunden con motivos políticos, ideológicos y económicos?