Nací en Lima (Perú) el 9 de diciembre de 1980. El regalo de Navidad que más me marcó durante la infancia fue una edición de las Fábulas de Esopo, recibida de parte de un tío materno a la tierna edad de 5 años. Desde entonces, vivo pegado a los textos, en todos los formatos y tipos. Mi temprano hábito como lector fue nutrido por montones de libros que de niño tenía a mi disposición gracias a la profesión de mis padres, ambos docentes. Quizás por ese motivo la vida quiso que en 1999 estudiara Educación, especialidad de Lenguaje y Literatura, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América.
En el 2001, empecé a dictar clases en colegios. Tenía 20 años de edad. Luego de mucho tiempo de ardua labor docente, llegado el 2009, decidí buscar nuevos rumbos profesionales. Basé mis esperanzas en encontrar un trabajo que me permitiera aplicar lo que consideraba mi conocimiento más consolidado: la ortografía. Ingresé dicha palabra en un buscador de empleos y uno de los trabajos que encontré fue “corrector de textos”. Sin haber escuchado antes sobre esa profesión, apliqué a esa oferta. Rendí satisfactoriamente una evaluación de ortografía y redacción. Desde entonces, pude iniciar mi aventura en el mundo editorial. Mi vida cambió.
Con el paso de los años, tuve el privilegio de corregir, redactar y editar varios textos, colaborando en distintas editoriales y en el Ministerio de Educación de mi país. En 2012 tuve la chance de empezar a dictar capacitaciones de redacción y ortografía. Así comprendí que, en realidad, sí me gustaba enseñar, pero que la educación escolar no era para mí, ni yo para ella.
En 2013, fui coordinador en una pequeña editorial. Allí comprendí el significado de la frase “Pueblo chico, infierno grande”: como era el único profesional de la rama de letras, tuve que desdoblarme para corregir, redactar, editar y realizar autoría. Además, me encargué de supervisar la labor de diagramadores, diseñadores, ilustradores y retocadores, así como de coordinar con el área de producción y de marketing. Esa experiencia laboral como coordinador editorial fue agotadora y desafiante, pero me sirvió como una “maestría empírica” en edición. En 2014, gracias a las labores de autoría desempeñadas en esa editorial, se me presentó la espléndida ocasión de publicar sendos cuentos sobre cuatro de los literatos peruanos más renombrados: Vallejo, Palma, Ribeyro y Melgar.
En 2016, incursioné en la edición de textos escolares, un anhelo proyectado desde mis tiempos docentes. Hacia 2017, me gané con mucho esfuerzo mis galones de editor de textos escolares en Norma (ex Grupo Carvajal, ahora parte del Grupo Prisa, de España) y, luego, en Santillana; a la par, incursioné en prensa escrita como corrector. A partir del 2018, decidí reforzar mis conocimientos empíricos estudiando en la Escuela de Edición de Lima.
A inicios de la pandemia, en julio de 2020, inicié otro camino de aprendizaje que me ha permitido llegar a un nuevo punto de quiebre profesional. Ello lo explicaré en los siguientes párrafos: para renovar mis PPT de capacitación sobre redacción, usé como insumos varios libros en versión digital. En dos de ellos, conocí el estilo de redacción denominado lenguaje claro (LC). Así le encontré un nuevo sentido a la capacitación sobre redacción, desde un enfoque basado en la claridad y la concisión. Me apasionó tanto el LC que desde entonces he procurado leer cada libro, guía o manual de LC que me permitiera optimizar mis capacidades como redactor y consultor. Al mismo tiempo, difundía en LinkedIn lo que aprendía.
En 2024, tuve la oportunidad de seguir aprendiendo sobre LC en programas, cursos, charlas y talleres internacionales. En estas experiencias educativas, he podido consolidar varios aprendizajes de mi previa formación autodidacta y descartar nociones erróneas que me había formado respecto del LC. Por ejemplo, ente otros cursos, aprobé con nota destacada la Especialización en LC del Instituto de Formación Política y Gestión Pública de Buenos Aires; además, llevé el curso de LC de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (España).
A nivel institucional, el 2024 también fue prolífico en mi faceta como impulsor del LC: me nombraron embajador en el Perú de la Asociación Internacional de LC (PLAIN). Asimismo, junto con la Asociación de Correctores de Textos del Perú (Ascot Perú) decidimos difundir el LC en el Perú. Para ello, creamos la Red Peruana de Lenguaje Claro Oficial, convocando a universidades y gremios de profesionales del lenguaje; además, hemos organizado charlas y conferencias sobre LC para difundir en la sociedad peruana los beneficios de ese estilo de redacción.
En julio de 2025, después de haber pasado 5 años aprendiendo de manera autodidacta y en estudios reglados sobre LC, recibí una propuesta laboral desde España. Me invitaron a participar en un proceso de evaluación para cubrir una plaza de redactor especializado en comunicación clara, en una empresa referente en clarificación de documentos y webs. Tras superar con éxito el proceso de evaluación (varios colegas en Iberoamérica también participaron), obtuve la plaza. Por ello, puedo afirmar que soy el primer profesional peruano que se desempeña dedicándose a aplicar el estilo de redacción en LC para clarificar documentos dirigidos a la ciudadanía.
Actualmente, sigo desempeñándome en labores de edición, redacción, corrección y consultoría; además, colaboro en este magazín para seguir compartiendo mis aprendizajes.