En mi anterior colaboración, escribí acerca de los «síntomas» habituales de deficiencias en la redacción presentados por el experto Daniel Cassany en su libro Enseñar lengua, enfocándome en las oraciones excesivamente complejas. Como lo había anticipado en aquella ocasión, en este artículo seguiré explicando cómo escribir oraciones que se comprendan mejor, usando eficazmente las conjunciones y los conectores.

En su libro La cocina de la escritura, Cassany afirma que los textos que requieren más tiempo, atención y esfuerzo por parte del lector se caracterizan por presentar los siguientes rasgos:

  • Palabras más complejas.
  • Oraciones más largas.
  • Lenguaje abstracto.
  • Subordinadas e incisos demasiado largos.
  • Enumeraciones excesivas.

Es decir, para que un texto se pueda comprender con facilidad, se debe evitar, entre otros factores, el uso de palabras y oraciones largas. En dos colaboraciones previas (Seleccionas las palabras adecuadas y Los pasos del método de la comunicación clara), he brindado recomendaciones para elegir palabras cortas y controlar la longitud de oraciones al redactar. Respecto de las subordinadas e incisos demasiado largos, ya expliqué en mi artículo anterior que un estilo de redacción muy complejo se caracteriza por el uso excesivo de subordinadas y la acumulación de incisos.

En el Libro de estilo de la Justicia, elaborado por la RAE y el Poder Judicial de España, se señala que las oraciones subordinadas vienen unidas al elemento del que dependen por medio de una conjunción (o locución conjuntiva) o mediante un relativo. A continuación, presentaré recomendaciones para usar eficazmente las conjunciones y los conectores, a fin de escribir oraciones simples que se comprendan mejor.

¿Qué son y para qué sirven las conjunciones?

Según la RAE, las conjunciones son palabras que expresan relaciones entre términos, grupos sintácticos u oraciones. Algunas enlazan dichos elementos equiparándolos, sin establecer relaciones jerárquicas entre ellos, y se denominan conjunciones coordinantes. Pueden ser:

  • Copulativas: y, su variante e, ni. Forman conjuntos cuyos elementos se suman. Ejemplos:

Fernando e Isabel. Nunca escribe ni llama.

  • Disyuntivas: o, su variante u. Expresan alternancia o exclusión entre dos o más términos. Ejemplos:

carne o pescado, mujeres u hombres.

  • Adversativas: pero, su equivalente mas, sino. Contraponen dos ideas. Ejemplos:

Sabía que era peligroso, pero no tenía miedo.
No quiero que venga, sino que jamás vuelva.

Otras conjunciones vinculan elementos marcando entre ellos diversas relaciones de dependencia y se denominan subordinantes. La RAE indica que su mayoría constan de más de una palabra (locuciones conjuntivas). Estos son sus tipos más frecuentes:

  • Causales: porque, pues, ya que, dado que, puesto que, etc. Permiten presentar la causa o motivo de que ocurra lo expresado en la oración principal. Ejemplo:

El suelo está mojado porque ha llovido (la lluvia es la causa de que el suelo esté mojado).

  • Ilativas: así que, de modo/forma/manera que, etc. Permiten presentar una consecuencia como derivación de lo expresado en la oración principal. Ejemplo:

Tengo mucho trabajo, así que este año no me voy de vacaciones (no ir de vacaciones es la consecuencia de la mucha cantidad de trabajo).

  • Condicionales: si, en caso de que, siempre y cuando, etc. Permiten presentar la condición que debe cumplirse para que se realice lo expresado en la oración principal. Ejemplos:

Si Carlos llega tarde a la reunión, me avisas (que Carlos llegue tarde es la condición que debe cumplirse para que se realice el aviso).

El turismo es positivo para las poblaciones rurales siempre y cuando se respete el medio ambiente (que se respete el medio ambiente es la condición que debe cumplirse para que el turismo resulte positivo en las poblaciones rurales).

  • Concesivas: aunque, aun cuando, a pesar de (que), pese a (que), etc. Permiten presentar un impedimento a pesar del cual se realiza lo expresado en la oración principal. Ejemplos:

Camina diariamente hasta su trabajo, aunque vive lejos (el vivir lejos es un impedimento a pesar del cual se camina diariamente hasta el trabajo).

Pese a que no nos parece la mejor solución, la aceptaremos (el que no parezca la mejor solución es un impedimento a pesar del cual se acepta dicha idea).

  • Finales: para que, a fin de que, etc. Permiten presentar la finalidad o el propósito con que se realiza o afirma lo expresado en la oración principal. Ejemplo:

La calmaba para que estuviera tranquila (que estuviera tranquila es la finalidad que se persigue con la acción de calmarla).

Aunque la RAE no considera a las conjunciones como conectores, muchos autores sí las incluyen como tales en sus clasificaciones. Por ejemplo, en el Manual de escritura académica y profesional, la experta Estrella Montolío explica que, desde el punto de vista gramatical, existen dos clases de conectores:

  • Unos sirven para relacionar dos ideas que constituyen una misma oración. Es el caso de las conjunciones y las locuciones conjuntivas.
  • En cambio, otros conectores que no son conjunciones ni locuciones conjuntivas unen ideas que se desarrollan en oraciones distintas; esto es, son supraoracionales.

¿Qué son los conectores y en qué se diferencian de las conjunciones?

Según la RAE, los conectores son unidades lingüísticas que vinculan semánticamente grupos sintácticos, oraciones o párrafos de un texto. Los conectores que unen oraciones distintas no suelen formar un grupo con el segmento que los sigue. Esta independencia favorece la libertad posicional que muchos de ellos poseen en dicho segundo segmento. Ejemplo:

Se lo he dicho mil veces; sin embargo, no me hace caso.
Se lo he dicho mil veces; no me hace caso, sin embargo.

En cambio, las conjunciones no pueden cambiar su posición. Ejemplo:

Se lo he dicho mil veces, pero no me hace caso.
Se lo he dicho mil veces; no me hace caso, pero (incorrecto).

Asimismo, los conectores supraoracionales se aíslan mediante dos signos de puntuación del resto del enunciado; es decir, se escriben seguidos de una coma y precedidos de coma, de punto y coma, o de punto, según corresponda. Ejemplos:

Mi primer nombre es Juan; no obstante, nadie me llama así.
No estaba preparado para el ritmo de vida de la capital. Por tanto, regresó a su pueblo.

¿Para qué sirven los conectores supraoracionales?

En el Manual de escritura, Montolío utiliza el criterio de las funciones discursivas fundamentales para clasificar los conectores supraoracionales más frecuentes y relevantes en los textos académicos y profesionales. Según ello, distingue los siguientes grupos:

  • Conectores que sirven para estructurar el discurso.
  • Conectores que permiten matizar o corregir la formulación lingüística.
  • Conectores que se utilizan para expresar relaciones lógico-argumentativas entre ideas.

A continuación, presentaré los conectores supraoracionales que la autora incluye en esta última clase. Si desean conocer cuáles son las clasificaciones de los conectores más extendidas en el ámbito académico, pueden consultar La importancia de los conectores en la redacción.

Conectores que expresan relaciones lógico-argumentativas entre ideas

Estos indican relaciones de significado entre las partes del texto (oraciones o párrafos) que vinculan. Según la RAE, algunos poseen los mismos valores que las conjunciones: adversativo, consecutivo, concesivo, etc. Este es un extracto de sus tipos y ejemplos planteados en el Manual de escritura:

Conectores aditivos. Algunos conectores supraoracionales como asimismo, del mismo modo/manera, por otra parte, por otro lado, por su lado, a su vez, además, más aún, etc., introducen una información que mantiene la misma línea temática iniciada por segmentos (oraciones o párrafos) previos. Ejemplo:

Como consecuencia de nuestra decisión de mejorar nuestras ratios de capital, hemos decidido vender algunos negocios en los que no teníamos las economías de escala adecuadas. Asimismo, hemos vendido minoritarios en algunas unidades y hemos reducido la originación del crédito en negocios considerados no estratégicos.

Conectores consecutivos. Los conectores supraoracionales por (lo) tanto, en consecuencia, por consiguiente, por eso, por ello, por esa/tal/dicha razón/causa /motivo indican que la información que les sigue constituye una consecuencia derivada de la información que antecede. Ejemplo:

Vivimos en un mundo en el que a veces el lenguaje no refleja de forma sencilla la igualdad de género. Por ello, hemos hecho el esfuerzo de adaptar el lenguaje de este informe para que sea incluyente, sin discriminación ni olvidos.

Conectores adversativos o contrargumentativos. Algunos conectores supraoracionales como no obstante y sin embargo expresan oposición de ideas; indican que lo que viene a continuación presenta una información inesperada, que se desvía de la línea argumentativa previa. Ejemplo:

Según la experta Marisa Santiago, las reglas de acentuación resultan bastante sencillas, siempre que esté claro si una palabra es aguda, llana o esdrújula. Sin embargo, a menudo las palabras contienen secuencias de vocales, y muchos hablantes tendrían dificultades para decidir si las dos vocales forman parte de una sola sílaba o si pertenecen a sílabas distintas.

¿Cómo evitar escribir oraciones complejas reemplazando conjunciones por conectores supraoracionales?

Si una oración es muy larga debido al uso de conjunciones, en el Manual de escritura, Montolío recomienda sustituir alguna de ellas por un conector supraoracional de significado afín. Ello permite iniciar una oración diferente de menor extensión y, así, distribuir mejor la información.

Asimismo, en el informe Estudio de campo: Lenguaje escrito. Comisión para la modernización del lenguaje jurídico, la autora aconseja evitar, en la medida de lo posible, relacionar más de dos oraciones mediante conjunciones. Para ello, se debe dividir la información en distintas oraciones independientes usando un conector supraoracional adecuado.

Con el fin de graficar todo lo expuesto, se presenta el siguiente ejemplo:

La gestión del servicio público puede desarrollarse de forma directa, indirecta o mixta, ya que la Administración conserva la facultad de disponer, regular, organizar y modificar la prestación del servicio, de manera que, aun cuando se dé entrada a los particulares a la prestación del servicio, subsiste en la Administración un poder de control y dirección que ejerce directamente sobre la gestión.

(Tomado y adaptado del Libro de estilo del Instituto Vasco de Administración Pública)

En este ejemplo, se han relacionado tres segmentos, mediante las locuciones conjuntivas ya que y de manera que. Según lo expuesto, se debe sustituir alguna de ellas por un conector supraoracional afín. Dado que los dos primeros segmentos relacionados mediante ya que conforman una idea con sentido completo, se debe reemplazar de manera que. Para ello, se debe usar un conector supraoracional consecutivo que permita iniciar una oración diferente:

La gestión del servicio público puede desarrollarse de forma directa, indirecta o mixta, ya que la Administración conserva la facultad de disponer, regular, organizar y modificar la prestación del servicio. Por tanto, aun cuando se dé entrada a los particulares a la prestación del servicio, subsiste en la Administración un poder de control y dirección que ejerce directamente sobre la gestión.

También se debe proceder según lo expuesto cuando las oraciones se alargan demasiado debido al uso reiterado de la conjunción y:

Se contempla el que la Administración de la Comunidad fomente la participación de su personal para la colaboración en acciones, proyectos y programas de cooperación y ayuda humanitaria y se regula la posibilidad de solicitar la colaboración y de contratar personas físicas o jurídicas especializadas.

(Tomado del Libro de estilo de la Justicia)

En este ejemplo, se debe sustituir alguna conjunción y por un conector supraoracional de significado afín. Dado que la primera idea con sentido completo se culmina en la palabra humanitaria, se debe reemplazar la y que le sigue para iniciar una oración diferente:

Se contempla el que la Administración de la Comunidad fomente la participación de su personal para la colaboración en acciones, proyectos y programas de cooperación y ayuda humanitaria. Asimismo, se regula la posibilidad de solicitar la colaboración y de contratar personas físicas o jurídicas especializadas.

Queda pendiente explicar cómo se deben usar adecuadamente los relativos para escribir oraciones simples que se comprendan mejor. Por tanto, me comprometo a escribir sobre ello en mi siguiente artículo. Me despido hasta una próxima oportunidad.