En mi anterior colaboración, expliqué qué es el gerundio y cómo evitar usarlo al introducir oraciones subordinadas. Ello es necesario ya que la RAE, en el Libro de estilo de la Justicia, señala que entre los defectos más relevantes en redacción se encuentran usar excesivamente subordinadas y acumular incisos en un enunciado. Esta institución agrega en dicha fuente que otra deficiencia al redactar es la frecuencia de ambigüedades de todo tipo.

A continuación, explicaré cuáles son los factores que pueden producir ambigüedad al redactar. Asimismo, brindaré las recomendaciones respectivas para evitarla, a fin de escribir oraciones que se comprendan con mayor claridad.

¿Cuándo se presenta ambigüedad en una oración?

Según la RAE, la ambigüedad se genera cuando un enunciado tiene más de una interpretación posible. Ejemplo:

Se abre hasta las tres.

(Tomado del Diccionario panhispánico de dudas, de la RAE)

En este ejemplo, la oración puede ser interpretada de dos maneras:

a) Se cierra a las tres.
b) Se abre a partir de las tres.

Algunos factores que pueden ocasionar ambigüedad en una oración

En su libro La cocina de la escritura, el experto español Daniel Cassany afirma que las ambigüedades pueden ser difíciles de detectar. En palabras del autor, no resulta fácil percatarse de dos o más formas distintas de entender una oración, o descubrir aquellos puntos en los que un lector podrá interpretar ideas diferentes de las previstas. Por ello, Cassany recomienda leer atentamente el texto más de una vez y en momentos distintos.

De otra parte, en el Libro del español correcto. Claves para hablar y escribir bien en español, publicado por el Instituto Cervantes de España, también se señala que la ambigüedad a menudo pasa inadvertida para quien redacta. Por tanto, se debe prestar atención para detectarla al revisar el texto. Este es un extracto de los factores que pueden provocar distintas interpretaciones en una oración y sus ejemplos, planteados en dicha fuente:

1. Ambigüedad por la ordenación de las palabras de una oración

El orden en que se colocan las palabras en una oración puede afectar su interpretación. Ejemplo:

Existe en la zona un riesgo de incendio extremo.

(Tomado y adaptado del Twitter de la RAE)

En este ejemplo, se puede entender que (a) lo extremo es el incendio, ya que el adjetivo extremo puede modificar solamente al sustantivo incendio. Sin embargo, también es posible interpretar que (b) lo extremo es el riesgo, porque extremo puede modificar a la frase riesgo de incendio.

En el Libro del español correcto, se explica que los elementos de la oración que se sitúan más próximos entre sí tienden a interpretarse unidos. Por tanto, para evitar la ambigüedad, se puede plantear sendas redacciones diferentes cambiando el orden de las palabras:

a) Existe en la zona un riesgo de extremo incendio.
b) Existe en la zona un riesgo extremo de incendio.

2. Ambigüedad por la ordenación de los complementos de una oración

Se produce cuando un elemento que complementa a otro se ha colocado en un lugar que no corresponde. Ejemplo:

Se comprometió a terminar el trabajo la semana pasada.

En este ejemplo, el complemento de tiempo la semana pasada origina que la oración pueda ser interpretada de dos maneras:

a) La semana pasada se asumió el compromiso de terminar el trabajo.
b) El trabajo se debió terminar la semana pasada.

Ante esta posible doble interpretación, se debe cambiar de lugar el complemento de tiempo que genera ambigüedad. Si según el propósito comunicativo se desea expresar la idea (a), entonces el orden tradicional de las palabras (sujeto-verbo-complemento) no es el adecuado. En este caso, dicho complemento debe colocarse al inicio de la oración para que exista más claridad:

a) La semana pasada, se comprometió a terminar el trabajo.

Si se quiere expresar la idea (b), la semana pasada se debe colocar junto a terminar:

b) Se comprometió a terminar la semana pasada el trabajo.

3. Ambigüedad por falta de cohesión de los elementos de una oración

Se genera cuando no está claro a cuál elemento se refieren algunas palabras:

3.1. Los determinantes posesivos su y sus

Ejemplo:

Juan le dijo a María que trajera sus papeles (¿Los de él o los de ella?).

En este caso, se puede plantear una redacción diferente explicitando a quién se hace referencia:

Juan le dijo a María que trajera los papeles de ella.

3.2. Los pronombres personales

Ejemplo:

Elena vio a su vecina con el esposo y aprovechó para darle un recado (¿A quién le dio el recado?).

En este caso, también es posible explicitar a quién se hace referencia:

Elena vio a su vecina con el marido y aprovechó para darle un recado a él.

3.3. El gerundio

Ejemplo:

Me encontré con Ana saliendo del cine. (¿Quién salía?).

En este caso, se debe plantear una redacción diferente, usando un verbo conjugado y/o escribiendo directamente el sujeto que ha realizado la acción de salir:

Me encontré con Ana, quien salía del cine.

4. Ambigüedad por una puntuación deficiente

Una oración puede variar completamente su significado según se coloquen los signos de puntuación. Ejemplo:

a) Lo haré como había prometido.

En este ejemplo, la oración sin coma se interpreta así: «Lo haré del modo que había prometido hacerlo».

b) Lo haré, como había prometido.

En esta segunda versión del ejemplo anterior, la oración con coma se entiende así: «Lo haré, porque lo había prometido».

4.1. Ambigüedad por falta de puntuación en oraciones explicativas

Según la RAE, muchos incisos de construcciones explicativas no llevan coma, originando interpretaciones erróneas. En la Gramática y ortografía básicas, dicha institución señala que el pronombre relativo que encabeza oraciones especificativas o explicativas. La especificativa ―escrita sin comas― precisa el significado del antecedente. Ejemplo:

a) Los documentos que se salvaron del incendio serán fundamentales en el juicio.

En este ejemplo, al usar la oración especificativa destacada en negrita, se dice que no todos los documentos ―antecedente― serán fundamentales, sino solo los que se salvaron del incendio.

En cambio, la oración explicativa con el relativo que no precisa el significado del antecedente, sino que constituye un inciso, encerrado entre comas; es decir, añade cierta información. Ejemplo:

b) Los documentos, que se salvaron del incendio, serán fundamentales en el juicio.

En esta segunda versión del ejemplo anterior, la oración explicativa destacada en negrita es un inciso, que solamente aporta información adicional acerca de los documentos. En el enunciado general, se afirma que todos los documentos a los que se alude serán fundamentales.

Si desean conocer cómo evitar otros problemas de redacción ocasionados por el uso de pronombres relativos, pueden revisar Cómo redactar eficazmente usando pronombres.

5. Ambigüedad por indebida acentuación

Una oración puede variar completamente su significado según estén tildadas las palabras. Ejemplo:

a) Ha preguntado quién está sentado al fondo.

Este ejemplo con la palabra quién tildada se interpreta así: «Ha hecho una pregunta para saber qué persona es la que está sentado al fondo».

b) Ha preguntado quien está sentado al fondo.

Esta segunda versión del ejemplo anterior con la palabra quien sin tilde se entiende así: «El que ha preguntado es el que está sentado al fondo».

5.1. Tilde diacrítica en el adverbio solo en casos de ambigüedad

Según la RAE, la palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), no debe llevar tilde. Ello según las reglas generales de acentuación, por ser una palabra grave terminada en vocal.

Sin embargo, hasta antes del 2010, dicha institución prescribía el uso de la tilde diacrítica en el adverbio solo para distinguirlo del adjetivo solo. Se debía proceder así cuando en un enunciado podía producirse ambigüedad. Ejemplo:

Pedro trabaja solo los domingos.

En este ejemplo, la oración puede ser interpretada de dos maneras:

a) Pedro trabaja sin compañía los domingos.
b) Pedro trabaja únicamente los domingos.

Para expresar la idea (b), antes era necesario tildar el adverbio solo, a fin de evitar ambigüedad:

Pedro trabaja sólo los domingos.

Al respecto, en la segunda versión del Diccionario panhispánico de dudas, la RAE ha determinado en 2023 que el uso de la tilde en el adverbio solo en casos de ambigüedad no es obligatorio, sino optativo. Según ello, dicha institución establece lo siguiente:

Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no implique riesgo de ambigüedad.

Es optativo tildar el adverbio solo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso conlleve riesgo de ambigüedad.

Queda pendiente brindarles otras pautas para comunicarse con mayor claridad. Por tanto, me comprometo a escribir sobre ello en mi siguiente artículo. Me despido hasta una próxima oportunidad.