Sant Cugat del Vallès es una ciudad del área metropolitana de Barcelona, situada en el lado norte de la sierra de Collserola, actualmente con cien mil habitantes censados. En su término municipal se han encontrado restos de poblaciones de la edad de bronce, pero podemos considerar los primeros pobladores de la actual ciudad los habitantes de la fortaleza romana levantada en el siglo IV (conocida como Castrum Octavianum), donde hoy se levanta el monumental monasterio de Sant Cugat, abadía benedictina que fue empezada a construir en el siglo IX.

Durante muchos siglos, el monasterio y el castillo de Octavià (el antiguo castrum romano) fueron el núcleo principal del lugar, centro de poder y cultura. A su alrededor se levantó un pequeño grupo de casas. En el inicio de siglo XVIII Sant Cugat tenía cuatrocientos habitantes, gran parte de ellos dedicados al cultivo de cereales, y posteriormente a la viña, en campos de la abadía o de señores feudales.

En 1774 del campo que rodeaba la fortificación llamada Torre Negra, alrededor del camino real que unía Sant Cugat del Vallès con Barcelona, fue arrancada la viña, que estaba envejecida, y se replantó de jóvenes pinos piñoneros (Pinus pinea). Era un cambio normal, que se repetía en muchos otros campos, para poder regenerar la tierra y, además, aprovechar los piñones de los pinos, que eran una importante fuente de ingresos.

Los propietarios de este campo alrededor de la Torre Negra, Josep Serra-Bogunyà y su hijo Pau, conocidos con el apelativo Xandri, plantaron en 1774 miles de pequeños pinos, de los cuales hoy en día solo queda uno, el llamado Pino d’en Xandri, que acaba de cumplir 250 años. Estudios dendrocronológicos modernos han demostrado que este pino germinó en 1774, y para celebrar este aniversario, el ayuntamiento de Sant Cugat ha editado un pequeño libreto que narra la historia del pino y de la cuidad, que tan relacionadas están.

Durante los primeros años de vida del pinar, los Serra-Bogunyà fueron arrancando las malas hierbas y cortando cada dos años los vástagos más débiles de los jóvenes pinos plantados. En 1788 Pau Serra-Bogunyà se convertirá en el alcalde de Sant Cugat del Vallès y, aunque la familia se implique en la política local no abandonará el cuidado de sus propiedades rurales.

En el inicio del siglo XIX los habitantes censados de Sant Cugat llegan a mil. El 12 de octubre de 1808, durante la larga guerra de Independencia de España contra los ejércitos napoleónicos (1808-1814), tiene lugar una gran batalla en Sant Cugat entre tropas catalanas y francesas.

En la batalla mueren más de 600 franceses, y un buen número de catalanes. En el campo de batalla los cañones retruenan fuertemente, destrozando hombres, campos y muchos pinares. Nuestro pino protagonista de esta historia, que en ese momento tiene 34 años, se salva de los incendios provocados en los campos. Durante el siglo XIX se lleva a cabo la tala de algunos pinos para bajar la densidad arbórea. Se pasa de los 600 pinos por hectárea a solo 280, de manera que se favorece el desarrollo y la producción de las piñas de piñones. De un pino como el d’en Xandri se podían conseguir piñas con hasta 70 piñones. El trabajo de recogida era manual y muy duro. Recogidas las piñas, era menester secarlas al sol para poder extraer los piñones.

El 26 de julio de 1835 el monasterio de Sant Cugat del Vallès fue asaltado y saqueado, y los contratos que ligaban los labradores que trabajan los campos de la abadía fueron quemados. Poco tiempo después, la ley de desamortización de bienes eclesiásticos liquidó los bienes del monasterio y la vida monacal. La mayoría de las tierras de la abadía, pasaron a manos de los campesinos que las trabajaban. En estos tiempos se plantan muchas viñas nuevas, pero el pinar d’en Xandri se mantuvo inalterable puesto que seguía dando grandes beneficios económicos.

A pesar de ello, en 1851 el entonces propietario, Joaquim Serra-Bogunyà, mandará la tala del pinar para volver a plantar viña en este campo cerca de la Torre Negra, pero amnistía del corte uno de los ejemplares mas bien formados, cerca del torrente, a poniente del campo. Este ejemplar será el que conoceremos a partir de entonces con el nombre de pino d’en Xandri y, por su singularidad, el que empezará a aparecer en los dibujos y grabados que se realizarán de Sant Cugat del Vallès.

En 1873 durante la Tercera Guerra Carlista, tiene lugar un daño importante al tronco del pino d’en Xandri. No tenemos evidencias claras del daño sufrido, pero el estudio dendrocronológico de los anillos del pino evidencia el mal. En 1874, cuando el pino protagonista de este relato cumple su primer centenario, se plantan los primeros arboles en la ciudad, concretamente en la plaza del ayuntamiento.

La especialización en el cultivo de la viña en Sant Cugat supuso la diversificación de las actividades artesanales y de comercio, a la vez que un incremento de la población. En 1877 Sant Cugat tenía censados 2.500 habitantes. Pero en 1887 llega a Sant Cugat, como en el resto de Catalunya, la plaga de la filoxera que arrasó la vid y significó la ruina para muchos campesinos y una fuerte crisis económica para el municipio en general. La viña desaparece de Sant Cugat mientras el pino d’en Xandri continua firme y espléndido.

El inicio del siglo XX llega a Sant Cugat modernizando las calles, con nuevas carreteras y ferrocarriles, e incluso se funda un nuevo modelo urbano, la ciudad jardín, que ocupa grandes zonas de la sierra de Collserola. Algunos propietarios rurales abandonan las actividades tradicionales y empiezan a parcelar los terrenos para su venta, urbanización y edificación. Mientras, los campos d’en Xandri continúan plantados de cereales (trigo, cebada, avena), cultivo que alternan anualmente con patatas.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), en el período revolucionario, los pueblos y ciudades con un santo en su nombre son obligados a cambiar de topónimo. En ese momento Sant Cugat del Vallès pasa a llamarse Pins del Vallès, en reconocimiento a la gran cantidad de pino que aún tiene el término municipal. En 1958 Sant Cugat del Vallès cuenta ya con once mil habitantes. Se funda en la ciudad el Club Muntanyenc, que organiza las primeras marchas excursionistas para disfrutar de las bellezas de la naturaleza que rodea Sant Cugat, entre ellas el pino d’en Xandri.

En Nochebuena de 1962 nieva mucho en Sant Cugat, una de las nevadas más grandes conocidas en la ciudad. En el suelo se acumulan 80 centímetros de grosor de nieve, también en la copa del pino d’en Xandri, lo que provoca que se rompa una de sus grandes ramas, dejando la copa del árbol con la forma actual. En 1968 se inician las clases de la Universidad Autónoma de Barcelona en el ala perimetral del claustro del monasterio de Sant Cugat, que fue mínimamente restaurada para esta finalidad. Los campos alrededor del pino d’en Xandri continúan plantados de cereales, pero ahora con el uso de maquinaria agraria, con tractores que trabajan la tierra muy cerca del tronco del árbol, lo que afecta sus raíces más superficiales, y provoca un crecimiento más lento del pino.

En los años 80 el territorio agrario desaparece rápidamente bajo la urbanización de muchos nuevos barrios de Sant Cugat. El ayuntamiento crea la Agrupación de Defensa Forestal (ADF) de Sant Cugat. En los campos d’en Xandri se planta forraje: alfalfa, habas y arvejas. El pino d’en Xandri es declarado árbol de interés comarcal el 20 de diciembre de 1995. El ayuntamiento, junto con el propietario rural del campo, Esteve Miquel i Pla, llevan a cabo trabajos de arboricultura y saneamiento del pino d’en Xandri.

La noche del 2 de febrero de 1997 el pino d’en Xandri sufre un atentado. Algún desalmado intenta cortar con una sierra mecánica el pino pero, a pesar de los profundos cortes llevados a cabo en el tronco, el pino resiste en pie hasta el amanecer. Ante la gravedad del atentado, y con el inminente peligro de caída, el técnico municipal forestal, Jordi Torrijos, elabora un plan de actuación técnico para intentar salvar el pino d’en Xandri. Propiedad y alcaldía avalan el plan, que empieza a llevarse a cabo rápidamente. Se colocaron unos puntales de madera alrededor del tronco para estabilizar el pino, y así poder restaurar el corte. A partir de entonces la imagen del pino d’en Xandri con sus grandes muletas de madera rodeándolo se hace viral. La policía nunca llegó a encontrar los culpables del atentado arboricida.

El 16 de marzo, un mes más tarde del brutal ataque, más de 4000 personas se manifiestan por la defensa del pino d’en Xandri y la protección de todo el entorno natural y rural de Torre Negra. Los alumnos de las escuelas de Sant Cugat realizaron más de 3000 dibujos sobre el pino y su contexto. En octubre de 1997 el ayuntamiento publica un díptico en homenaje al pino d’en Xandri.

Sant Cugat del Vallès inicia el siglo XXI con más de 60.000 habitantes, continuando urbanizando parcelas para engrandecer la ciudad, pero manteniendo Torre Negra y el entorno natural del pino d’en Xandri vírgenes. Los vendavales de enero de 2009 afectan una gran rama del pino, y otra también se rompe con la nevada del 9 de marzo de 2010. El 29 de octubre de ese mismo año la Generalitat aprueba la declaración de la sierra de Collserola como parque natural, y el pino d’en Xandri se convierte en un árbol de referencia del nuevo parque natural.

Conclusión

El crecimiento urbano de la ciudad de Sant Cugat del Vallès ha sido imparable durante el siglo XX y XXI. Ello ha cambiado el paisaje rural que rodeaba el viejo pueblo, de la misma manera que la historia cambió el poder que el monasterio de Sant Cugat ejercía en toda la comarca del Vallès e incluso más allá.

Era imposible parar el proceso de urbanización que se desarrolló, pero ha estado posible salvar un pino piñonero que se ha convertido en símbolo histórico, patrimonial y cultural de la ciudad de Sant Cugat del Vallès y del parque natural de la sierra de Collserola. Llegar a Sant Cugat caminando desde Barcelona desde el viejo camino real que atraviesa Collserola, y encontrar el pino d’en Xandri como entrada a la ciudad, donde destaca el campanario del viejo monasterio, y al fondo la sierra de Montserrat, es una delicia difícil de explicar en palabras.

La sensibilización de la población local, y el trabajo coordinado entre el ayuntamiento y la propiedad rural, han permitido salvaguardar el pino d’en Xandri y el entorno natural de Torre Negra. Hoy en día crecen pequeños Pinus pinea por los antiguos campos de cultivo que se salvaron de la urbanización. El bosque de Collserola se recupera lentamente de agresiones sufridas en pro de un desarrollismo mal entendido, aunque otros males le acechan, como la hiperfrecuentación a que está sometido, al estar rodeado de un área metropolitana de casi cinco millones de habitantes. Esperemos que la historia del pino d’en Xandri ilustre las generaciones venideras para poder mantener una sociedad sostenible y justa.