“Quiero estudiar, quiero aprender, quiero escribir. Tengo veintidós años. No sé nada fundamental. No sé lo que debería haber aprendido hace muchos años. Nadie me enseñó nada. Sé, en cambio, lo que debería saber mucho después. De allí que me sienta anciana y niña al mismo tiempo.”

(Alejandra Pizarnik)

Soy una joven puertorriqueña que disfruta escribir sobre la cultura del internet y los estilos de vida. Crecí entre hojas de papel y libros, así que mi pasión por la lectura se convirtió en uno de mis pilares.

Con mi licenciatura en Estudios Hispánicos me sumerjo en la profundidad del análisis con el fin de provocar el diálogo, invitando al lector a reflexionar y a cuestionar el mundo que lo rodea.

Y es que ser una niña normalmente consistía en tener bebés de mentira, Barbies por todos lados y jugar a la casita, pero en mi caso no fue tan así. A pesar de tener todos esos elementos para llevar mi infancia de una forma tradicionalmente “normal”, siempre preferí las libretas, los bolígrafos y los libros antes que los juguetes.

Escribir, hacer garabatos y cosas sin sentido era algo que me llenaba de energía. Tiraba los juguetes a un lado si tenía un lápiz y un papel. Me parecía un mundo más divertido si lo creaba yo misma. A pesar de que todos pensaban que sería una etapa de vida, se convirtió en una de mis mayores cualidades y finalmente, en mi carrera.

He buscado siempre expresarme a través de las palabras, lo que hizo que durante los años 2015 a 2020 tuviera mi propio blog literario, llamado Palomitas Literarias, donde publicaba reseñas de libros, películas y series. El blog acabó con el comienzo de mi vida universitaria.

En 2020, comencé mi licenciatura en Estudios Hispánicos con un caos pandémico que imposibilitó una vida universitaria común. Así que me dediqué a estudiar a tiempo completo y a tener un despertar intelectual.

Tomando mis primeras clases de Universidad, me di cuenta de que había muchas cosas que no conocía y que debía conocer. Me interesé en la historia y en la forma en la que se repite, en la lengua y la forma en la que se transforma, pero, sobre todo, en la sociedad y en la forma en la que se convierte en cultura.

Ciertos temas se han quedado en mi carpeta mental, llamada “tengo que escribir sobre esto”. Mientras disfruto de cada conversación profunda e intelectual, comienzo a añadir nuevos temas a la carpeta.

Mientras (sobre)pienso con intensidad, leo ficción, no ficción y cualquier género que pueda provocarme un pensamiento o una curiosidad nueva (de algo tienen que escribir los escritores, ¿no?)

Mi pasión por las letras me ha llevado a colaborar como asistente del editor en periódicos estudiantiles y a colaborar con la revista digital Hobo Story. Esto siempre con el objetivo de expresar mi punto de vista desde la perspectiva de la tímida y observadora persona que soy.

Además de la escritura, pero igual movida por las curiosidades, me encanta el diseño, lo que en cierto punto me llevó a realizar un certificado profesional en Diseño Gráfico Digital, porque (no tan distante de las hojas de papel y los libros) me apasiona el diseño editorial.

Cuando no estoy leyendo ni escribiendo ni pensando, probablemente esté viendo alguna película interesante (preferiblemente de romance) o alguna serie de ciencia ficción (Dark y Severance son mis favoritas).

Escribo y pienso desde la realidad de mi isla, Puerto Rico, pero viajar siempre ha sido una de mis aventuras favoritas. Por esta razón, Washington D.C y Nueva York tienen un lugar especial en mi corazón.

Aunque en Puerto Rico las estaciones no son fáciles de distinguir como en otros países, siempre he tenido un amor especial hacia la primavera.

Los colores pasteles, la pascua y las flores características de los meses primaverales siempre me resultan más bonitas de lo normal. A menudo, ese dato también lo relaciono con mi cumpleaños que se encuentra justo en la primavera occidental, el 26 de marzo.

La primavera, la escritura, la papelería y los libros son elementos fundamentales para conocerme. Así que, ahora sabes un poco más sobre mí y mi lente a la hora de escribir.