Vivenciar es la raíz de donde se nutren los vivientes. A través de la vivencia-experiencia se generan el conocimiento y la sabiduría.
(Fernando Araya)
Principio constitutivo de la filosofía experiencial
En esta ocasión, sintetizo el principio constitutivo de la filosofía experiencial y desagrego las disciplinas en las cuales se expresa. Tanto la filosofía experiencial como sus ámbitos específicos se construyen sobre la base de experiencias, no de conceptos claros y distintos al estilo del paradigma cartesiano: estos vienen después.
El punto de partida epistemológico y metafísico, por lo tanto, no es el “Pienso, luego existo” de René Descartes, sino el “Siento, luego existo” de Agustín de Hipona. Tampoco es la metafísica de las tres sustancias del filósofo francés (Dios, pensamiento y extensión), sino la única sustancia infinita de Baruch Spinoza. Con esta elección no se dice nada del conjunto de la obra de estos autores o de sus interacciones con los poderes fácticos de sus respectivas épocas. Tan solo se evidencia, para el caso de la filosofía experiencial, el lugar central de la unidad psicofísica y antropológica como experiencia fundante del saber. Descartes prioriza el pensamiento, Agustín la vivencia; el autor del Discurso del método prioriza la división de las sustancias, Spinoza la unidad. Estas distinciones no son temas menores: expresan un modo de estar y de existir.
En términos contemporáneos, la preeminencia de la vivencia-experiencia en el marco de la unicidad de la sustancia se enuncia del siguiente modo: la más pequeña de las experiencias es más profunda e integral que la mejor de las teorías. Vivenciar es la raíz del conocimiento y la sabiduría.
Lo dicho implica una consecuencia clave al definir el vocablo “racionalidad”. La racionalidad humana no es solo teoría ni es solo vivenciar, experienciar. Es la unidad de ambas dimensiones en lo que puede denominarse racionalidad logo-afectiva, logo-experiencial. Ni teoría sola, ni experiencia sola. Unidad de ambas en una profundidad existencial mucho mayor para la cual aún no se tienen las categorías mentales pertinentes. La racionalidad humana, reitero, no es solo ni principalmente formalidad conceptual: también es, y lo es de modo cardinal, afectividad y Eros. La racionalidad es unidad indistinguible del Logos y el Eros, Logos y afecto. Inteligencia sentiente, como alguna vez intuyó Xavier Zubiri.
La tradición espiritual de la primacía de la experiencia en la unidad logo-afectiva de la racionalidad cuenta con muchos ejemplos a lo largo de la historia universal: el deseo como origen del conocimiento en la metafísica de Aristóteles; el elemento dionisiaco presente en el mito órfico de la creación del ser humano; el eros platónico explicado por Diotima en El banquete, eros mítico, dios del amor y lo voluptuoso; las razones del corazón pascalianas; el instinto o eros freudiano, el riesgo y la incertidumbre de Kierkegaard; la biofilia en el psicoanálisis cultural; el ser humano absurdo de Albert Camus; la pasión inútil de Jean Paul Sartre; el ser ahí de Martín Heidegger; la pulsión creativa propuesta por Federico Nietzsche; la belleza ontológica, emocional y experiencial de la poesía, la novela, el cuento, el teatro, las artes en general; la creatividad y la innovación en los distintos ámbitos de la acción humana (científicos, tecnológicos, humanísticos, sociales e históricos).
Estos ejemplos expresan muchas de las nociones con las cuales se ha querido dar cuenta de la preeminencia del vivenciar experiencial inexpresable en términos lógico formales y matemáticos, pero cuya acción, poder y eficacia resultan innegables cuando se vuelven los ojos del espíritu al mundo de las creatividades artísticas, y las luchas históricas, heroicas y dramáticas de las personas.
Con lo dicho no se niega para nada la importancia del Logos per se, de las categorías mentales y las teorizaciones, tan solo se direcciona la reflexión y el vivir pre-conceptual hacia un lugar donde teoría y experiencia se sintetizan y unifican bajo el primado de la experiencia y/o vivencia. Cuando tal síntesis no ocurre, el Logos se deforma hasta convertirse en teorética ideológica enlazada a las organizaciones, burocracias, tecno-burocracias e instituciones de los sistemas sociales (falsedad sistemática); en tal contexto la experiencia se tergiversa hasta convertirse en empirismo auto-centrado y acción sin lucidez. Se produce así una completa deformación de la racionalidad logo-afectiva, logo-experiencial en general, y se infectan y destruyen la ciencia, la tecnología y el humanismo a través de ideologías al servicio de feudos de poder y de intereses ego-narcisistas.
¿Qué nos dicen, en definitiva, quiénes a lo largo de la historia, y en todas las civilizaciones, han subrayado la importancia decisiva del sentir, la creatividad, el eros, el ágape, la experiencia en suma? No otra cosa más que esta: el núcleo determinante de la existencia humana es el existir mismo.
Ámbitos de la filosofía experiencial
El principio fundante de la filosofía experiencial, como he dicho, se desagrega o ramifica en ámbitos específicos de vivencia y/o experiencias, y en estos espacios se construyen en detalle los muchos tipos de lenguajes, meta-lenguajes e interacciones pragmáticas (silencios incluidos) donde se exterioriza la experiencia y se la comunica. En lo que sigue indico tales desagregaciones o ramificaciones:
Historia
Comúnmente se habla de historia de la filosofía, y en no pocos casos se la reduce a solo la filosofía europea. Lo anterior, sin embargo, desconoce un hecho verificado en varias fuentes desde diferentes perspectivas: en otras regiones geográficas y contornos civilizatorios, y en todas las épocas, han existido y existen expresiones filosóficas. Con el paso del tiempo se ha validado el concepto de Historia Universal de la Filosofía (la cual está por escribirse). Es en el marco de esa Historia Universal de la Filosofía donde sugiero reconstruir la historia singular de la filosofía experiencial.
Epistemología
La disciplina epistemológica en la filosofía experiencial consiste en desarrollar todos los contenidos e implicaciones del primado del vivenciar experiencial como raíz del conocimiento y la sabiduría. Sea la Epistemología General o las epistemologías específicas priva la preeminencia del vivenciar como fuente del saber. Lo teórico es un modo de la experiencia.
Metafísica
La metafísica no es un saber lógico-formal ni dialéctico sobre lo real, se trata de una vivencia, es experiencia de vida y modo de ser existencial, no un sistema de categorías mentales con la pretensión de imponerse al vivenciar ¿Qué se experimenta en ese vivenciar metafísico? Que el ser humano es un ente metafísico en su esencia, y desde ahí se abre la posibilidad de experimentar el Ser no fundado de todo ente, aquello que hace ser a todo ente o en lo cual los entes son ¿Qué es ese Ser no fundado de todo ente? Esta es una interrogante cuya respuesta surge en la dinámica evolutiva de la experiencia. Se vivencia el Ser no fundado, no se le teoriza, no se le dogmatiza, no se le sectariza, no se le transforma en ideología.
Ontología
La experiencia-vivencia del Ser del ente en su unidad estructural conduce al análisis experiencial de la interacción Ser-Ente, y es este análisis el contenido tratado en la Ontología u Ontología Fundamental.
Óntica
Cuando la experiencia se centra tan solo en los entes, suspendiendo la experiencia del Ser, entonces a esa rama de la filosofía experiencial la denomino Óntica.
Ontopraxeología
La Óntica centrada en el estudio experiencial del ente humano conduce a la creación y desarrollo de la Ontopraxeología, la cual dilucida el Ontos (ser histórico), la praxis o acción del ser histórico y la lógica o regularidades de la acción. Defino la Ontopraxeología como una vivencia-experiencial de la historia en tanto sistema no determinístico (abierto) de posibilidades, probabilidades y propensiones.
Ontología Social
Al interior de la Ontopraxeología como saber experiencial de la historicidad se produce una Ontología Social, esto es, una vivencia del ser histórico en la interacción de los niveles económico-sociales, jurídico-políticos y educativo-culturales de la sociedad. Experiencias claves consideradas en la Ontología Social son la libertad, la autonomía, la autogestión, la creatividad, las capacidades disruptivas e innovativas, la voluntad determinativa, los valores éticos asociados a la acción individual y cooperativa, y el esfuerzo permanente para distinguir la experiencia, los conocimientos científicos, tecnológicos y humanistas, y la sabiduría, de los constructos ideológicos.
La Ontología Social supone dos principios fundantes, de una parte, enlazarse a las ciencias, las tecnologías y el humanismo, y, por otra parte, esforzarse por abandonar de manera sistemática las ideologías, concebidas estas como construcciones cuya función es el engaño y el autoengaño perpetuos.
Antropología, Psicología, Psiquiatría, Neuropsicología, Neurociencias
La Ontopraxeología y la Ontología Social exigen la presencia de una Antropología Fundamental o estudio experiencial de las condiciones estructurales asociadas al ente humano en cuanto tal, y esto implica a la Psicología, la Psiquiatría, la Neuropsicología y las Neurociencias en general. Esto es muy importante en la filosofía experiencial por una razón: la primacía del existir como vivencia experiencial implica el descubrimiento de la dinámica antropológica, psicológica, psiquiátrica y neuropsicológica del ente humano creador del ser histórico. Sin esta dinámica el ser histórico no existiría.
Axiología
En la creación de lucidez ontológica, óntica, ontopraxeológica, antropológica y de Ontología Social, es fundamental referirse a la experiencia de los valores y los contenidos éticos de la acción u Axiología, donde resultan de mucha importancia experiencias tales como la autonomía, la responsabilidad, la autogestión, la disciplina, la colaboración social y la ética del trabajo.
Praxeología
La categoría de acción y de acción-decisión es otro aspecto medular en la filosofía experiencial, y estos asuntos forman el objeto-experiencia de la Praxeología. La Praxeología exterioriza en el lenguaje la acción del ente humano en la historia.
Pragmática
De la Praxeología se deriva la Pragmática. A la pragmática se la puede experienciar como el punto de experiencia, gestión, acción y decisión conducente a la concreción de objetivos, propósitos y proyectos de corto, mediano y largo plazo en perspectiva temporal.
Viaje al silencio
Un asunto relevante, decisivo en la filosofía experiencial, es el de la traducción de sus contenidos en un lenguaje y/o lenguajes comprensivos. Tal traducción nunca es completa ni perfecta, siempre se haya una cierta distancia entre lo vivenciado y las palabras. Siendo el principio constitutivo el existir en cuanto tal o la vivencia-experiencia, resulta imperativo cubrir el complejo asunto planteado. No se trata de edificar una inmensa superestructura de lenguajes y meta-lenguajes destinada a interpretar y controlar la vivencia desde burocracias ideológicas y aparatos institucionales; muy por el contrario, es en la vivencia vivenciada en la experiencia donde se produce el descubrimiento continuo de los lenguajes adecuados. Dicho de otra manera: vivenciar es el lenguaje originario y fundante de los lenguajes y meta-lenguajes donde se transmite la vivencia.
Se encuentra en el anterior enfoque el embrión de una modificación radical de las formas comúnmente aceptadas de abordar el tema del lenguaje. Del vivenciar la vivencia se pasa a los lenguajes de la experiencia, pero como estos no son completos ni perfectos, el intento de expresar la vivencia en su pureza experiencial avanza hacia el silencio.
Esta es una paradoja, los lenguajes y meta-lenguajes de la experiencia se niegan a sí mismos en el silencio, y el silencio acontece como la experiencia anterior al vivenciar ¿Es esto posible? ¿Tenemos prueba empírica de tal salto? ¿Puede, acaso, explicarse el hecho de estar y existir sin este resultado paradójico al que conduce el vivenciar? ¿Es el silencio un estado y una dinámica sin palabras donde se escucha lo que no se oye en los oídos y se dialoga y se habla de maneras por completo diferentes a las conocidas? ¿Es el silencio el origen del vivenciar la experiencia y también el fundamento originario de todos los lenguajes y meta-lenguajes? Asuntos claves en la perspectiva experiencial del lenguaje cuya resolución aún se encuentra en proceso.
Epílogo
Con el tiempo se hará evidente el valor agregado de la filosofía experiencial y sus desafíos, ella se mostrará como una nueva etapa en la historia universal de la filosofía, de la ciencia, la tecnología y el humanismo. Por lo pronto, cabe afirmar uno de sus postulados medulares: vivenciar es la raíz de donde se nutren los vivientes.