¿Porque hay entes en vez de nada?
(Martin Heidegger)
Solo hay una pregunta. Y una vez que sabes la respuesta a esa pregunta, no hay más nada que preguntar. Esa pregunta es la Pregunta Original. Y a esa Pregunta Original solo hay una Respuesta Final. Pero entre esa pregunta y su respuesta hay innumerables respuestas falsas.
(Meher Baba)
Los seres humanos somos maravillosos. Estamos todos hechos de átomos como las ardillas, los árboles, el Sol, las estrellas y el aire. “Y los átomos, ¿de que están hechos?”, me pregunté, y me acordé de mis clases de física, donde me contaron que estaban hechos de energía.
Bueno, de unas partículas más pequeñas, que a su vez estaban hechas de otras partículas más pequeñas, pero que en realidad eran más bien como puntos de energía, a veces sí y a veces no, y nunca se sabe dónde están, porque cuando se observan, las mismas observaciones las perturban y entonces no se sabe si están allí porque sí o estaban allí porque se habían perturbado. Entonces se hablaba de probabilidades de estar. En fin, que las cosas no son tan sólidas.
Sí, ese infinitesimal universo de átomos que todos compartimos, que afuera se hace grande y se multiplica en galaxias tan inmensas que no se pueden describir, y algunas están tan lejos que, cuando las vemos, ya no existen. Pero de noche nos llega su luz, y la ven los enamorados en el cielo hermoso, pensando en su propio amor o en la maravilla de la creación.
Y los astrónomos y los físicos, y la gente que está totalmente subyugada por el conocimiento a través de la razón y del materialismo científico, lo ven como una cosa inexplicable que surge de una gran explosión que nace de nadie sabe dónde, y mucho menos por qué. Y otros lo ven como una belleza que nace de una existencia unitaria a la que le llaman Existencia, Dios, Alá, Brahma y con otros muchos nombres, pero que en realidad no tiene nombre.
Se confunde uno con todo ese derrame de cosas afuera y adentro de uno. Sin querer, cuando estaba mirando hacia adentro, observando esas cascadas de afuera vertiéndose en mí, repasando todos los conceptos, definiciones, y palabras que describen ese universo derramado, me di cuenta de que adentro había otro universo, hecho de pensamientos, de situaciones transcurridas en la vida, de las miles de miles de personas con que había tropezado en 80 años de caminar. Mis seres queridos, los ya idos y los que quedan todavía por aquí, y los desconocidos que han pasado por al lado y con los que nunca intercambié palabras, conceptos, pensamientos aprendidos de la historia de afuera, sobre deseos frustrados o satisfechos, los pecados, las virtudes y esas cosas que uno ha hecho, de esas que nadie sabe.
Yo no sé a ciencia cierta si a los demás también les pasa esto en su mundo de adentro, allá donde uno imagina, se asusta, sufre o se deleita ante los eventos de estos universos de adentro, o con los derramados desde afuera y el baile continuo entre los dos.
A veces, allá adentro, tenemos pequeños momentos de revelación y sentimos que los universos de dentro y fuera giran alrededor de algo muy íntimo que vive en uno mismo, de una consciencia que late, percibe y siente ese derrame de adentro/afuera. Una consciencia que no parece ser parte del derrame, sino testigo de este y que, a veces, en los momentos más profundos de esta revelación, se siente como que es la que está imaginando los derrames, que los sueña y que experimenta, al hacerlo, la posibilidad de alcanzar una unicidad, un amor inexplicable que está más allá de las cosas, las palabras, y el pensamiento: una plenitud más allá de la plenitud.
Pero esto no lo sé a ciencia cierta.
Y me sacuden la mente y me percato de todas esas noticias circundantes, que van desde el cambio climático al tal Señor Trump, los republicanos y los demócratas (los dramas que se viven acá donde vivo), porque cada espacio tiene lo suyo. Los argentinos tienen alguien que se llama algo así como la miel, pero anda con una sierra en la mano y asusta a la gente, o sea que no es tan dulce. Y en la India hay un señor que se llama Modi, pero que no es moderado y no le caen bien los de otras tribus o religiones. Y en la Europa, que para sobrevivir emigró a todas partes (aunque lo llamaron “conquista y descubrimiento”), hoy se multiplican las fuerzas en contra de los emigrantes, los movimientos políticos de miedo y del sálvese quien pueda. Y se me va la musa del concierto de los derrames.
Y termino pensando: “¿A donde va a parar todo esto? ¿De dónde sale todo esto?” Porque, a fin de cuentas, a la larga todo el mundo se muere. Y yo, ahora enmarcado en esta edad octogenaria, veo que la mayor parte de la gente que he conocido, que ha estado cerca de mi corazón, se ha muerto. Todavía quedan algunos por ahí, pero sé que también se van a morir, igual que yo. En fin, ¿para qué es todo este pasar por aquí? ¿quién realmente es el que pasa y por qué? Y todo esto contestado por teorías, filosofías, religiones, cuentos, fricciones, ambiciones, avaricias y tanta cosa. En medio de los pecados, la virtudes, las sonrisas, los odios, el miedo, los deseos, las frustraciones, ¿de dónde sale todo esto? ¿De las vibraciones de esas pequeñas particulitas en los átomos?
Cuando se están formando los elementos en las estrellas, según dicen los astrónomos y los que estudian la evolución, surge todo este proceso que finalmente termina en el desarrollo de la vida. A partir de ahí, empiezan a formarse los organismos multicelulares y luego salen los insectos, reptiles y los mamíferos, los arbóreos etcétera y finalmente, nosotros la gente. Y unos dicen que reencarnamos y otros dicen que no, que se van al cielo si son buenos (aunque todo el mundo tiene su cosita adentro), o que con la reencarnación se van purificando hasta que llegan a darse cuenta de esta consciencia que es realidad la que se lo imagina todo.
Y no lo sé, yo solo lo he oído y leído. Es que hay tanta cosa que entra por los oídos y por los ojos y la mente, y tantos libros y periódicos y noticias y ahora el internet y la inteligencia artificial.
¡Ja, la inteligencia artificial! Si todavía la natural no sabe nada, ahora inventamos la inteligencia artificial, que lo que hace es procesar el desconocimiento del conocimiento y ponerlo a circular más rápido, para que llegue a más gente y que todo el mundo tenga más opiniones sobre la información que no describe en realidad que es lo que esto es.
Pero hoy el adentro se abre y se derrama afuera más que nunca, en millones y millones de voces y silencios, e imágenes y símbolos chocan con mayor abundancia en el crisol de la mente colectiva; y los límites redondos de la Tierra están ahora siendo circunvalados cada segundo.
Es indudable que vamos hacia una nueva etapa global de la civilización.
Abrochémonos los cinturones que habrá turbulencias (Trump-ulencias) inesperadas. Más que nunca porque, entre los miedos al cambio y los líderes sin escrúpulo, habrá una resistencia en esta adolescencia colectiva nuestra a la madurez de la consciencia. Pero siento que el final del cuento es feliz.
La trama y filigrana del universo es demasiado bella para no terminar bien.
Solo un sentido más fraterno de la vida puede curarnos... un deseo de transformar la vida en un terruño humano.
(Ernesto Sábato)