En el idioma de Finlandia, llamado finés o suomi, los nombres de los meses no corresponden directamente a la traducción de los nombres del calendario gregoriano. Si bien el calendario finlandés es estrictamente igual que el que se usa en el resto del mundo —con un ciclo solar de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos divididos en doce meses—en Finlandia, los nombres de los meses tienen su propia nomenclatura y sus nombres responden a una definición de las estaciones del año y los ciclos de la luna.
Aunque hoy tenemos un calendario estandarizado de forma oficial en prácticamente todos los países del mundo, no siempre hubo una forma unificada de medir el tiempo en la historia de la humanidad. De hecho, cada cultura y civilización de la antigüedad tenía una forma distinta de medir los ciclos que encontraban en la naturaleza.
Hubo, por nombrar algunos, calendarios chino, azteca, maya, egipcio. Un calendario muy importante para la historia del mundo fue el calendario juliano, que se utilizó desde la antigua Roma (año 46 a.C.) hasta la primera mitad del siglo XX en algunos países de Europa del Este.
El antiguo calendario juliano fue bastante acertado en la medición del ciclo solar y se utilizó en la mayor parte del mundo por más de 1500 años, sin embargo, tenía un ligero desfase de once minutos por año, los cuales, se iban sumando a lo largo de los siglos y obligaron a buscar un método más preciso en la medición del tiempo.
El calendario que actualmente utilizamos prácticamente en todo el mundo —llamado Calendario Gregoriano—se puso en marcha en España, Portugal y Francia el 15 de octubre de 1582 d.C. y posteriormente, todos los países del mundo se fueron sincronizando con esta estructura para medir el tiempo; Rusia, Grecia, Turquía y China fueron los últimos países en aceptar este calendario.
Finlandia aceptó el calendario gregoriano desde el año 1753 y desde entonces se alineó completamente con los acuerdos mundiales de la división del día y la semana, mas decidió conservar sus nombres propios de los meses, en vez de adoptar una traducción proveniente de nombres de dioses romanos y otras palabras del latín.
Naturalmente, para la vida y cultura de los antiguos finlandeses era más importante saber si el mes en el que estaban viviendo era un mes de verano o de invierno —donde en uno se podría cosechar alimento mientras que en otro habrá que sobrevivir a la despiadada temporada hielo y oscuridad— que saberse el nombre de un par de emperadores, como Julio y Augusto.
Aunque a primera vista los nombres en finés pueden parecer muy complicados, su traducción llega a ser bastante descriptiva, ya que algo muy característico de la cultura y del idioma finés es su conexión con el clima y el ciclo de la naturaleza que se vive en cada una de las cuatro estaciones.
Encontraremos que todos los nombres de los meses empiezan con una palabra que hace referencia a una característica típica de ese periodo del año, y terminarán con la palabra -kuu, formando un sustantivo compuesto: [Descriptor] + kuu.
La palabra kuu en finés significa luna. De hecho, la palabra mes —o en inglés, month— también significa luna, ya que históricamente, tanto en latín como en griego, el concepto del mes era basado en los ciclos de las fases lunares.

Finlandia: Detalle del almanaque de madera de Harlund (Yksityiskohta Harlundin puualmanakasta).
Enero - Tammikuu
Luna de corazón de roble: Tammi antiguamente se traducía como “centro” o “corazón”. El nombre del mes hace referencia a que enero es el mes central del invierno, por lo tanto, el corazón de esta estación, con algunos de los días más fríos y oscuros de todo el año. En la actualidad Tammi literalmente se traduce como roble, y en este sentido pudiera hacer referencia a la dureza de este tipo de árbol, haciendo una analogía con la fortaleza necesaria para soportar el clima de este mes.
Febrero - Helmikuu
Luna de las perlas: Helmi en español significa perla. El nombre del mes describe cómo los tímidos rayos solares que empiezan a reaparecer en las frías mañanas de febrero rebotan sobre la nieve y el hielo, dando la apariencia de pequeñas perlas de luz.
Marzo - Maaliskuu
Luna terrosa: Maa es una palabra que define el suelo, la tierra, el territorio. Se entiende que el suelo queda expuesto ahora que las nevadas han disminuido. Maalis también hace referencia al movimiento del mahla, que se traduce como la resina que empieza a circular dentro de los árboles en esta época del año, sobre todo de los árboles de betula o koivu, los cuales son muy abundantes en la vegetación finlandesa.
Abril - Huhtikuu
Luna derretida: En finés antiguo, la palabra huhta significó derretimiento. Después de largos meses de invierno, por fin hay temperaturas sobre cero y comienza el deshielo. En la agricultura finlandesa, el término huhta también hace referencia a la quema de pastura muerta del invierno para después rociar las cenizas sobre el campo y así mejorar la calidad de la tierra (en preparación para las siembras de primavera).
Mayo - Toukokuu
Luna de la siembra: El clima del mes de mayo es aún fresco, pero los rayos de la primavera comienzan a dar vida a todos los ciclos de la vida. En la antigüedad este mes tenía una vital importancia porque comenzaba la siembra de alimentos.
Junio - Kesäkuu
Luna de verano: Kesä significa literalmente verano. En este mes, la noche y la oscuridad desaparecen por completo. Se celebra el solsticio de verano Juhannus, que en la tradición latina se conoce como el Día de San Juan. En esos días de verano, la luz del sol inunda Finlandia prácticamente las 24 horas del día.
Julio - Heinäkuu
Luna de Heno: El heno para el ganado se cosecha y se recolecta durante el mes de julio. Este era un mes igualmente importante para los antiguos finlandeses dado que la supervivencia del ganado dependía de la recolección de esta hierba seca, por lo que siempre había prisa por aprovisionar todo lo posible antes de que llegase el otoño.
Agosto - Elokuu
Luna de cosecha: Hoy en día, la palabra elo significa vida. Sin embargo, en términos de agricultura, se refiere al grano maduro y a otros productos que están listos para cosecharse.
Septiembre - Syyskuu
Luna de otoño: La traducción es bastante literal. El mes del inicio del otoño suele ser muy llamativo con sus colores rojos, ocres y amarillos, aunque la belleza de las hojas de los árboles guarda un tono melancólico. Los días se vuelven cada vez más cortos y fríos.
Octubre - Lokakuu
Luna de lodo: El clima de octubre suele ser lluvioso y con muy poca luz solar. La palabra loka se traduce al español como lodo o barro, ya que la humedad y el frío de esta temporada suelen mantener el suelo lleno de una mezcolanza espesa de tierra, agua y hojas secas que han caído de los árboles.

Invierno en Finlandia. "Joulupukki" nombre del popular de Papá Noel. Fotografía de Alan Guerra.
Noviembre - Marraskuu
Luna de la muerte: En noviembre, la luz del sol se ha extinguido y los días se cubren con las sombras de una noche polar. Marras es traducido como “muerte”. Aunque no suele ser el mes más frío del año, la ausencia de luz de este mes adormece a la mayoría de los seres vivos y la vida empieza su ciclo de hibernación e introspección.
Diciembre - Joulukuu
Luna de noche larga: El origen de la palabra joulu proviene de tradiciones paganas finlandesas, donde se celebraba la noche más larga del año. Estas tradiciones honran el inicio del final de la oscuridad y a su vez el comienzo del invierno.
Tras semanas de creciente oscuridad, el solsticio de invierno —21 de diciembre— simboliza el paso de la muerte a la vida, lo cual ha sido un día de profunda significación religiosa y espiritual para muchas culturas del mundo. Dentro de las antiguas celebraciones finlandesas del joulu, se solía ofrecer un banquete con abundantes vegetales, frutas y cereales de la temporada, así como la carne fresca de una cabra recién sacrificada para este banquete.
Posteriormente, la cabra —que en principio era la ofrenda— se convirtió en el símbolo que portaba las ofrendas. Joulupukki, que literalmente se traduce al español como “cabra de Navidad”, era el nombre para designar la tradición del anciano vestido con pieles de animales y cuernos de cabra que recorría los poblados en busca de sobras de ese banquete que se ofrecía la víspera del 21 de diciembre.

La verdadera casa de Santa Claus.
En la actualidad Joulupukki es el nombre del popular Papá Noel o Santa Claus y su versión finlandesa es muy similar a la conocida en el resto del mundo, salvo que en Finlandia el señor regordete y bonachón no entra a escondidas por la chimenea para dejar sus regalos, sino que algún miembro de la familia disfrazado con ropas rojas y barbas blancas— pudiendo ser mujer u hombre— entra por la puerta principal para convivir e intercambiar regalos con toda la familia.
Y sí, por si tenía curiosidad, la verdadera casa de Santa Claus está en Finlandia, justo por encima del círculo polar ártico, en un lugar de la Laponia finlandesa llamado Rovaniemi.
Si este invierno le apetece darse un paseo por la villa de Santa Claus —Joulupukin Pajakylä—, no olvide mirar constantemente al cielo, es posible que además de ver el trineo y a los renos haciendo su tradicional recorrido navideño, usted también pueda ser testigo de una maravillosa Aurora Boreal.















