Los españoles de hoy estamos acostumbrados al revisionismo histórico sobre el descubrimiento de América y su conquista, porque además ni a nosotros mismos nos importa lo que sucedió hace 532 años. Puesto que lo cierto es que, a nosotros, españoles del siglo XXI, tampoco nos importa lo grande que fuimos.

Antecedentes

Hoy somos unos indoctos repartidos por 17 autonomías educativas o reinos taifas, y estamos abiertos, al menos yo, a todas las opiniones, aunque no sean ciertas, ya que existe mucho obscurantismo por parte de todos, los de allí y lo de acá; no obstante, se leen algunos comentarios de un autor americano que dice literalmente:

Los “conquistadores” españoles eran los desesperados del momento, los parias y marginalizados de una sociedad dura, excluyente y clasista. Por eso, ninguno de ellos dudaba un segundo antes de matar o mutilar a una persona, si esto representaba un beneficio o un privilegio. Y así fue que sus hijos, nietos y bisnietos se convirtieron en terratenientes y, con el apoyo de los militares, en clase dirigente, imponiendo una versión de la historia que nunca ha sido verdad y que sólo sirve para cementar sus derechos y esconder robos, crimines y daños causados.

(El pasado reinventado" revista Meer, 25-05-2016)

Como investigador del Imperio español, he de comentar que no son del todo ciertos los comentarios de este investigador de origen americano, porque el cometario está sacado del contexto histórico de la época, llevado por la interesada “Leyenda Negra española” sobre los conquistadores españoles que no fueron por cuenta propia, sino que eran “vasallos y criados” del rey español, de acuerdo a los actos de soberanía, según las costumbres europeas de entonces.
Repito, hay que mirar la historia en su época y no hacer una comparativa de los tiempos pasados con los actuales, como la conquista de los Declaración Universal de los Derechos Humanos que son de 1948. Ilógico, irracional e inhumano fue también la expulsión de los judíos, de toda España 1492, por la intransigencia de los de los Reyes Católicos, embarcados en una cruzada de fundamentalismo religioso.

Un ejemplo de dominio absurdo ocurrió cuando el extremeño Vasco Núñez de Balboa cruzó el ismo de Panamá y cuando vio el océano Pacífico en 1513, fue el primero en tomar posesión de todo el océano y de sus tierras colindantes para la Corona de Castilla. Si por el contrario, Balboa hubiera llegado a la Luna la hubiera tomado en nombre de la Corona. Y es que, desde el punto de vista conductual, los principios éticos y morales han evolucionando según las épocas, no puede ser lo mismo el pensamiento de un griego, de un romano, de un árabe, o de un conquistador el siglo XVI que la de un español ilustrado del XVIII o actual, de nuestro tiempo.

Es a partir del primer tercio en el siglo XIX con del nacimiento de los sentimientos nacionalistas americanos, por culpa de la invasión de España y Portugal por Napoleón con la llamada Guerra de Independencia (1808-1814), cuando la opinión sobre la Madre Patria cambia, sobre todo en sentimientos de los criollos como Simón Bolívar, llamado el Libertador, y otros muchos. Cambió la sociedad radicalmente tras la Revolución francesa (fin de la Edad Moderna) y la llegada del Romanticismo, y, entonces pasamos los españoles a ser invasores, explotadores y genocidas.
¿Y nos preguntamos, si hace doscientos años se les dio la libertad a los latinoamericanos por qué ahora se quieren todos venir a España y a Europa?

Por lo general, todos los biógrafos toman más en cuenta los hechos negativos que los positivos. Razonablemente, cada época histórica se debe contextualizar de acuerdo a su tiempo, a su mentalidad y no confundir los derechos humanos de siglos pasados con los actuales, o el constitucionalismo porque no existían. Los tiempos presentes nos son los de siglos pasados. Tengo una pregunta:
¿Cómo iban vestidos los conquistadores, con traje y corbata o acaso con celadas y armaduras medievales al estilo de don Quijote, propio del Antiguo Régimen, y el vasallaje?
Ni los españoles de hoy son los de antaño, ni los oriundos americanos son los incas, los apaches, cheyenes, comanches, aztecas, mayas, olmecas, amerindios, etc. etc. …, del pasado, como se ha demostrado genéticamente. Los nativos de toda América no vivían como se ha comentado en un idílico paraíso terrenal, sino enfrentados en guerras civiles hereditarias genocidas, con salvajes rituales como los sacrificios humanos y canibalismo en el Caribe. A partir de ahora necesitamos concordia y mucho diálogo, sin perder la identidad, por supuesto.

La vida cotidiana en época precolombina

Por lo general, todas las tribus indígenas de las Américas (Nuevo Mundo) estaban enfrentadas entre sí, en permanentes y cruentas guerras civiles sucesorias. Porque la condición del ser humano es así de primitiva, somos envidiosos, guerreros y belicosos en defensa de sus zonas de supervivencia, y orgullos perniciosos, no somos ángeles en la Tierra. Hablaban miles de lenguas, hoy, todos saben español, una lengua que hablamos más de 500 millones en el mundo como lengua culta de las más habladas en el mundo, y vehicular de comunicación científica y literaria. Actualmente existen 22 academias de la lengua española en Hispanoamérica. En Nueva York (EE.UU) se halla la Academia Norteamericana de la Lengua Española desde 1973, a pesar de que el inglés es la lengua oficial. El español se habla oficialmente en 21 países, a saber: España, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba y Guinea Ecuatorial, con reductos de la lengua en Israel y Filipinas.

Además del idioma español o castellano, se conservan las lenguas autóctonas como signo de identidad cultural propia de tiempos precolombinos. Por ello, celebrar el 12 de octubre como Día de la Raza tenía su sentido. Tenemos una religión común, la católica, que le costó la vida a miles de misioneros, aunque se sigue practicando otras religiones, sectas o creencias propias. El papa Francisco es argentino, quién nos lo iba a decir en el siglo XVI.
Se trasladaron unas leyes como el Derecho Indiano para regular la vida social, civil, política y económica de estos territorios americanos y asiáticos; como Leyes de Ovando, las Leyes de Indias.

Es decir, que la monarquía española trasvasó el Derecho y la Justicia con jueces, alguaciles y gobierno, heredera del Derecho Romano, para imponer unas reglas de convivencia y civilización para regir el comportamiento de los conquistadores, los indígenas y a los criollos. La más antigua universidad de América es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima en el Perú, que sigue funcionando desde su fundación en 1551. Así también es reconocida por ser la primera universidad fundada "oficialmente" por Cédula Real del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V. La bula papal de Pablo III de 1537.

Los conquistadores que llegaban al Nuevo Mundo (más tarde llamada América, por el florentino Américo Vespucio) no eran parias ni marginados ni bandidos, ni moriscos, que hacían a su antojo, eran como he comentado antes “vasallos y criados” de los reyes españoles, cribados o autorizados con salvoconducto para su embarque en naos o galeones, por el Consejo de Indias de Sevilla. Quienes no cumplían las leyes españolas en América, más tarde o temprano eran juzgados y lo pagaban con sus vidas como veremos a continuación tomando como cata comparativa o ejemplo a los cuatro hermanos Pizarro en el Perú del siglo XVI (bautizada como Nueva Castilla). Las Leyes de Indias fueron naciendo como resultado de un proceso legislativo necesario para regular la convivencia (no era el Lejano Oeste), y se fueron endureciendo poco a poco para mejorar la vida de los indígenas llamados “indios” (por creerse estaban en la India). El rico mestizaje actual es la herencia de nuestra sangre ibérica y latina mezclada con los nativos. El documental “Hispanoamérica” 2024 de López-Linares continúa la estela de "España, la primera globalización" y une las dos orillas del atlántico a través del idioma y otros puntos comunes, como la religión o la música.

El descubrimiento de América

El descubrimiento de América fue una casualidad, Cristóbal Colón, estudioso de los grandes geógrafos de la época, como el florentino Toscanelli pensaba que La Tierra era esférica y que se podía llegar a Cipango (Japón) y a las Indias (Asia) navegando hacia el oeste (a la puesta del Sol), tuvieron un error de cálculo porque el perímetro de La Tierra por el Ecuador tenía más millas que lo calculado. Ninguno de los sabios europeos del sigo XIV sabía que en entre Europa y Asía existía un continente como las Américas al que llamaron Nuevo Mundo. Los venecianos del siglo XIV como Marco Polo conocían la ruta terrestre de la seda con China por el este, los portugueses y neerlandeses viajaban navegando hacia el nacimiento del Sol y doblando el Cabo de Buena Esperanza bordeando África del sur, hasta la India (Goa, Damán, Diu, Dadra y Nagar Haveli). Es cierto que hablar hoy día de “descubrimiento” no tiene sentido, porque antes de Colón ya había gente allí, es decir habitantes, personas que tienen una significación filosófica y sociológicas de naturaleza humana, concepto que, antiguamente se les negaba a los indígenas de todas la regiones del mundo.

Es decir, que Isabel I de Castilla tras oír los argumentos de Colón, se convenció de que se podía llegar a las Indias por el camino más corto, por el oeste, aportado sus joyas personales. Además, como Solimán el Magnífico había cortado la ruta de la seda en Turquía, había que buscar otras vías para llegar a las Indias, y optaron por viajar hacia el Nuevo Mundo por el Atlántico. Los españoles no encontraron especias en América pero sí oro y plata que convirtieron en monedas como el real de a ocho, los escudos y los ducados de oro, monedas convertidas en el dólar de aquellos tiempos. Es cierto que los europeos llevamos enfermedades, caballos y armas de fuego, exportando el sistema bélico que desde siglos sufríamos en tierras europeas, africanas y asiáticas.

Los Reyes Católicos y la intercesión divina

Pensaban, tanto los Reyes Católicos como sus descendientes Carlos V, Felipe II, Felipe III y otros sucesores que, el hallazgo del Nuevo Mundo se debía a la intercesión y gracia divina. Así los creían firmemente, y para dar gracias a Dios llevaron frailes y construyeron iglesias y catedrales. Un ejemplo es Nuestra Señora de Guadalupe, conocida comúnmente como la Virgen de Guadalupe, es una aparición mariana de 1531 de iglesia católica mexicana, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Basílica de Guadalupe, ubicada en las faldas del cerro del Tepeyac, en el norte de la Ciudad de México. Evidentemente los nativos de los pueblos americanos no entendían la invasión, y carecían de armas de fuego para defenderse. Los imperios precolombinos desaparecieron o se mezclaron.

De igual manera, por gracia divina, creyeron los Reyes Católicos que la conquista del Reino nazarí de Granada, había sido obra de Dios. Del mismo modo había que civilizar (existían los sacrificios humanos) y cristianizar a los indígenas del Nuevo Mundo en una gran obra evangelizadora bajo la autoridad de los papas. En la mentalidad medieval del siglo XV se consideraba todo lo que existía en las tierras descubiertas o derechos de conquistas (personas, animales, peces, plantas y mineral, es decir su contenido, pasaba a su vasallaje y propiedad, es decir, en súbditos y patrimonio de la corona). Evidentemente, los indígenas no se iban a someter fácilmente. Desde el punto de vista de hoy 530 años después, ciertamente, no es de justicia lo que sucedió; pero la Historia es la que es, en constante evolución hacia otras historias, de guerras, conflictos llevados por los intereses económicos. Se puede juzgar la historia pasada; sin embargo, no a los españoles de hoy. Por lo tanto, hablamos de colonización de tierras descubiertas, por el derecho de propiedad adquirida, según los principios del derecho de la época, lo mismo hicieron portugueses, ingleses, francés o alemanes…, con las tierras descubiertas.

En los tiempos en que la monarquía española destinaba o destacaba a los gobernadores y virreyes al Nuevo Mundo, todos pertenecían a la nobleza de amplia hoja de servicio, desde marqueses, condes y duques e hidalgos etc., todos ellos leales a la monarquía reinante, porque eran puestos de confianza. Por otra parte, los galeones tripulantes hacía las Indias Occidentales eran marineros a sueldo, y otra parte eran soldados como los infantes de marina jerarquizados, jóvenes aventureros con ganas de hacer fortuna y mejorar la vida rural que llevaban en tierras de Extremadura o Castilla, existían leyes que impedía que se embarcaran delincuentes, moriscos (no querían propagar la religión de Mahoma) y gente de mal vivir.
Por ejemplo Miguel de Cervantes solicitó viajas a las Indias Occidentales y el Consejo de Castilla se lo denegó. El Consejo le negó la comisión de servicios con una, breve pero contundente, respuesta que ya ha pasado a la historia: “Busque por acá en que se le haga merced”.

Los marineros eran normalmente pescadores honrados de la zona de Andalucía, no rufianes, especialmente de Huelva y Cádiz, que deseaban mejora su fortuna. Los rufianes y penados iban a bogar en las galeras reales del Mediterráneo como cumplimiento de penas por trabajos forzados, como veremos en la batalla de Lepanto en 1571.
A la conquista de las Américas se unieron potencias como británicos, irlandés, holandeses, alemanes, franceses y otros europeos. Hay que tener en cuenta que aquella gente no conocía ni el Renacimiento, ni a Ilustración ni la Revolución Francesa. Ni tampoco los Derechos Humanos, y sí existía la esclavitud. El fraile dominico Bartolomé de las Casas, intento poner orden proponiendo eliminara las “encomienda” (una especia de vasallaje de los indígenas) y mal trato dado a los nativos e indígenas. Frecuentemente, los nativos eran esclavizados. Sin embargo, la reina Isabel de Castilla prohibió la esclavitud de la población nativa y consideró a los indígenas "vasallos libres de la Corona". Se comenta que cuando los españoles descubrieron América, los indígenas ya la habían descubierto miles de años antes cruzando por el estrecho de Bering. Está documentado que sobre el año 1,000 llegaron los vikingos de Erik, el Rojo, a Norteamérica desde Groenlandia.

En los territorios conquistados del Nuevo Mundo los españoles guerrearon entre sí como el caso de los hermanos Pizarro, descubridores del Perú, Pedro Valdivia en Chile o de los Almagros, enemigos irreconciliables, que vamos a tratar de comentar, como un caso particular, pero a la vez generalizado, enemigos entre ellos.
Diego de Almagro inició una expedición al frente de una fuerza militar desde la ciudad de Cusco hacia el sur del Imperio Inca, por la región del Collasuyo, que corresponde a los territorios de los actuales Bolivia, Argentina y Chile (Tierras de Nueva Andalucía). Aunque las costas australes chilenas ya habían sido avistadas por la expedición de la circunnavegación de Magallanes en 1520.

En aquellos tiempos te cortaban la cabeza sin miramiento. Algunos, como Francisco y Gonzalo Pizarro que se levantaron contra el Emperador Carlos V y ambos fueron sentenciados a muerte. La condición humana no ha evolucionado demasiado en estos últimos siglos, hoy día en el siglo XXI, existen en el mundo una veintena de guerras, guerrillas, movimientos de liberación y migratorios, crímenes y los sicarios sigue secuestrado y disparando, y armas nucleares. ¿Qué sucede?, que la felicidad de unos cuantos conlleva la miseria de millones. Y siempre ha sido así y no lo ha solucionado ni el comunismo, ni es socialismo, ni el fascismo, ni el capitalismo, ni la globalización. ¿Y a quién culpamos? Quizá no es hora de buscar culpables sino soluciones.

Son de interés documental los libros de Gómez Suárez de Figueroa (1539-1616), que publicó bajo el seudónimo de Inca Garcilaso de la Vega, llamado «Príncipe de los escritores del Nuevo Mundo». (BVMC. Remedios Mataix. U.A), era mestizo, hijo de un conquistador español y una ñusta o princesa inca.

Conclusión inicial

Sin la conquista de America por españoles, mas los ingleses y franceses, los nativos de ese continente seguirían en taparrabos y en guerras tribales, tirándose hachas y flechas unos contra otros, pero sobre lomos de bisontes o llamas puesto que no conocían los caballos, que llevaron los españoles.

Pensar por ejemplo que, los Premios Nobel de Literatura, deteniéndome solo en los hispanoamericanos como el poeta mexicano Octavio Paz en el año 1990, los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971), el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010). Sin la conquista del Nuevo Mundo, sería risorio, imposible, una falacia como la Leyenda Negra; por lo tanto, hemos de ser rigurosos con el estudio de la Historia, y reconocer que se dejó un legado: sanguíneo, lingüístico, religioso, científico, musical y cultural…)
Nota.- En mi próximo artículo (II Parte) del mes de junio escribo sobre el trágico final de los cuatro hermanos Pizarro.