El 27 de enero ha sido declarado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, esto a través de la resolución 60/7 del 1º de noviembre del año 2005. Fecha establecida por ser el día de la liberación soviética del Campo de Concentración y Exterminio Auschwitz – Birkenau.

El Estado de Israel, desde su fundación en el año 1948, estableció la fecha del calendario hebreo 27 de Nisán como el día en que se conmemora dicho momento histórico, un tanto lejos de la fecha internacional, pero con mucho espíritu de sublime respeto. En el caso hebreo, la fecha coincide con el inicio del levantamiento del Gueto de Varsovia al terminar la Pascua (Pesaj) en el año 1943.

En cualquiera de las dos fechas conmemorativas el trasfondo es el mismo, recordar la memoria de las víctimas, pero también hacer énfasis en el «Nunca Jamás» asociado principalmente al flagelo del antisemitismo que aún hoy no se ha dado por extinto sino temporalmente adormecido y en ocasiones evolucionado.

Se adormece temporalmente porque sigue presentándose casos de ataques antisemitas en distintas partes del mundo, ya no es un problema exclusivo del sentimiento europeo donde siempre se dan las demostraciones más lamentables de odio antijudío, sino que el germen tiene otros alcances a nivel global, siendo los más destacados actualmente en los Estados Unidos, país donde la situación se hace cada vez más peligrosa con actos repudiables contra la comunidad judía.

En los Estados Unidos solo en el año 2019 se dieron más de 100 ataques de corte antisemita según el Ministerio de Asuntos de las Diásporas en Israel, donde se destacó que en ese año fueron asesinados al menos siete personas entre judíos y no judíos en ataques de corte antisemita, la cual se agrava en el caso estadounidense al tener componentes provenientes de varios frentes de violencia; grupos de extrema derecha, supremacistas blancos y negros.

Mientras que, en Europa en países como Alemania se dio un aumento de ataque antisemitas de al menos 20% en relación con el año 2018, incluyendo un tiroteo cerca a la sinagoga de Halle durante el Día del Perdón que cobró la vida de dos personas ajenas a la comunidad quienes se encontraban en la calle en el momento del ataque, salvándose los miembros de la comunidad por tener las puertas de la sinagoga cerrada.

En la actualidad se utilizan los mismos libelos medievales para atacar a los judíos y se mezclan con los argumentos políticamente correctos de criticar al Estado de Israel, pero se nota su macabra intención al hacer combinaciones entre argumentos que señalan un mal accionar del Gobierno israelí y lo unen con ideas en contra de los judíos como una generalización.

Es de lo anterior que cuando un político demócrata dice que los Estados Unidos es dominado por el dinero judío para que el Gobierno estadounidense haga lo que el gobierno israelí le mande, una vieja técnica de antisemitismo que asocia a los judíos con planes oscuros de dominio de los gobiernos y la manipulación a través del dinero.

Mientras que en regiones europeas como Bélgica se sigue viendo el antisemitismo como una «normalidad» en cuanto a su trato con las comunidades judías, el Carnaval de Alost en la región flamenca de dicho país ha estado envuelto en la polémica al utilizar representaciones burlescas contra las comunidades judías apegadas al estereotipo físico de los judíos promovidos por los panfletos antisemitas del viejo continente.

A esto se le añade que haya países europeos donde las agresiones antisemitas se van haciendo costumbre, tal el caso de Francia o Inglaterra. En el primer caso hay acusaciones de ataques de corte antisemita tanto por parte de extrema derecha como de islamistas radicales, mientras que en el caso inglés, además de agresiones físicas se ha dado una promoción del odio antiisraelí cuasi antisemita a través de la plataforma política del político Corbyn del partido laborista.

Si bien no todo ataque contra las políticas israelíes traen un dejo de antisemitismo, lo cierto del caso es que la línea se hace delgada en ocasiones. Más de siete décadas después de recordación de esta tragedia, que los mitos que motivaron a algunos a justificar los actos de barbarie que llevaron al exterminio sistemático de seis millones de personas se activen nuevamente es de preocuparse.

Quizás para los judíos del mundo la diferencia actualmente está en la existencia del Estado de Israel, esto en sí mismo no evitará que el antisemitismo siga teniendo motivaciones, pero es evidente que al menos generará un respaldo de hacia dónde huir en caso de que el asunto escale, ya que lo primero que los judíos no tuvieron para evitar la tragedia fue un lugar hacia el cual huir.