Palabras en honor de Sergio Ramírez Mercado y Carlos Fernando Chamorro por su lucha a favor de la democracia y la libertad de las ideas en Nicaragua en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica.

Los grandes cambios sociales los gestan los ciudadanos, desde luego, pero los catalizan conceptualmente los escritores, los artistas, los periodistas, aquellos que escriben el guión de sus sociedades. Ellos son lo que hacen la narrativa de las revueltas sociales y económicas y los procesos que, sistemáticamente, reescriben la historia. Detrás de cualquier cambio, hay siempre alguna idea precursora que avista la nueva realidad. O que después la cuestiona, la critica y la reconduce. Las ideas son siempre efecto y causa de la realidad misma.

Desde la Ilustración hasta Václav Havel. Detrás de la revuelta contra la Bastilla del 14 de julio de 1789, hubo muchas páginas previas de Voltaire, de Diderot, de d´Alembert y los enciclopedistas (del propio Kant escribiendo desde su pueblo de Königsberg), que escribieron la narrativa de la Ilustración, de las libertades y los derechos. El pueblo tirado a la calle, reclamando sus derechos y enviando a la guillotina a María Antonieta y decretando la caída de Luis XVI, fue una revuelta contra el hambre que, afortunadamente, ya tenía un discurso: la poderosa narrativa de la Ilustración, los conceptos de la democracia y el republicanismo.

La historia es la misma en todo lugar. Detrás de la revolución checa de 1989 estuvo el gran dramaturgo Václav Havel, quien fue su primer presidente democrático de la nueva era. Las figuras de los intelectuales independientes (en la tradición de Malraux, de Camus, o la gran Hannah Arendt; o, bien, a la manera de W. B. Yeats en la naciente Irlanda de 1920, o viejos luchadores como Pertini y Bobbio en los ardores de la guerra y posguerra), fueron vitales para las sociedades de su época. La defensa de las libertades en el siglo XX no puede entenderse sin la contribución de Russell, de Isaiah Berlin, de Raymond Aaron, o el propio Antonio Gramsci, en otra óptica ideológica, de tantos que sirvieron para definir lo que hoy entendemos por democracia, derechos civiles. La gente luchó en las calles y ellos escribieron, en buena medida, el guión de esos cambios sociales y esos nuevos paradigmas. Se trata de una historia interminable.

Costa Rica tuvo también varios intelectuales independientes que marcaron su historia: Omar Dengo; Brenes Mesén y García Monge en la primera mitad del siglo XX. En la segunda mitad, Rodrigo Facio hasta sus épocas de Rector. Varios otros se pueden sumar a esa lista.

La historia reciente de Nicaragua

La Cátedra de Teoría del Estado de la Facultad de Derecho Universidad de Costa Rica quiere celebrar la contribución de dos intelectuales nicaragüenses quienes han hecho posible, con su literatura y su periodismo, mantener viva la llama democrática en un país que, en sólo pocas décadas, ha pasado de una dictadura a otra. La larga noche de la dictadura somocista tuvo una pequeña madrugada democrática que no duró más de década y media. Rápidamente se ha visto ensombrecida por otro gobierno autoritario que, paradójicamente, es ejercido hoy por uno de sus antiguos liberadores de 1979.

En todo este período, desde la década de 1970 hasta hoy, la independencia de criterio y la valentía de nuestros premiados de esta noche — el novelista Sergio Ramírez Mercado y el periodista Carlos Fernando Chamorro — ha sido esencial para mantener vivo el espíritu de la democracia y las libertades en Nicaragua. La trayectoria de ambos en muy conocida y no la abundaremos en esta pequeña nota.

Sergio Ramírez Mercado es uno de los más importantes escritores vivientes de la lengua castellana, ganador del Premio Príncipe de Asturias, del Premio Alfaguara de Novela, de muchas otras distinciones, y de una gran cantidad de novelas y ensayos que, no sólo han ensanchado y enriquecido nuestro idioma, sino -además- han contribuido a encender la imaginación de la sociedad nicaragüense que, a pesar de su infortunio de casi dos siglos, tiene todavía pendiente la tarea de escribir los mejor de su historia. Al igual muchos de nuestros grandes escritores latinoamericanos, como García Márquez o Vargas Llosa, o el poco recordado hoy Arturo Uslar Pietri, Sergio hace literatura y periodismo en forma simultánea, con similar pasión y maestría.

Carlos Fernando Chamorro es uno de los mejores periodistas de nuestro Hemisferio, ganador del premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia en Nueva York y de muchas otras distinciones. Es, además, uno de las personas que con mayor valentía desarrolla el trabajo del periodista de verdad: auscultar el poder sin miedo alguno. Su trabajo desde el periódico digital Confidencial y desde su programa de televisión Esta Semana constituye uno de los más inteligentes, profundos y valientes que se hacen en América Latina.

Ambos son dos luchadores a favor de la democracia y de la libertad de la ideas. Y qué mejor lugar que la Universidad de Costa Rica para hacerles entrega de este homenaje, con el nombre de Alfonso Carro, uno de los promotores del pensamiento político en nuestro país.