Mientras escribo estas líneas, compruebo que hoy es 31 de agosto de 2025. Un día como hoy, en 1887, nació en Malgrat de Mar, Zenobia Camprubí. Actualmente, esta localidad es una próspera ciudad con edificaciones modernistas, algo de industria y muchos hoteles. Fue aquí donde nació Zenobia Salustiana Edith Camprubí i Aymar, una figura poco recordada, lamentablemente.
Esta mañana he leído una columna firmada por alguien que dice ser periodista. Al mencionar a Zenobia, la ha reducido a un escueto «mujer de». Esta simplificación ha conseguido entristecerme; ella fue mucho más que eso. Y me duele constatar el olvido y el papel secundario que se le ha asignado, especialmente en esta época donde impera el ruido y se opina de todo, la mayoría de las veces sin tener idea. Las redes sociales, lejos de fomentar el pensamiento crítico, agudizan la superficialidad, la burla y la risa fácil hacia el que piensa diferente.
¡Qué penoso resulta constatar cómo se vulgarizan las formas y se margina el debate sosegado!
Zenobia, hija de una familia adinerada y culta de la ciudad, se casó con Juan Ramón Jiménez y estuvo al lado del poeta más de 40 años. Su convivencia transformó profundamente la vida de ambos.
Tenía nueve años cuando marchó a Estados Unidos con su madre. Fue en este país donde comenzó sus estudios universitarios y en donde estuvo en contacto con el feminismo americano, desarrollando una gran actividad cultural.
Desde muy joven desplegó sus dotes literarias. Ya en 1902 escribió un relato autobiográfico titulado Malgrat, para, en años posteriores, escribir cuentos.
Fue una estudiosa del poeta y filósofo indio Rabindranath Tagore, al que tradujo magistralmente al castellano, cuya obra está impregnada de amor a la naturaleza. Tagore fue Premio Nobel de Literatura de 1913.
En 1909 volvió a España y se instaló en La Rábida, para pasar en 1910 a Madrid, en donde se relacionó, sobre todo, con norteamericanos, en sus tertulias y fiestas. Sería en una de estas reuniones cuando oiría hablar de Juan Ramón, al que conoció posteriormente. Se casaron en 1916 en la iglesia de St. Stephen de Nueva York. Recorren EE. UU. y Juan Ramón escribe Diario de un poeta recién casado, que publicó un año después.
Zenobia está considerada como una de las primeras feministas importantes de España, miembro destacado del “Lyceum Club Femenino” junto a Victoria Kent, que se fundó en 1916 bajo la presidencia de María de Maeztu, de la Institución Libre de Enseñanza.
En 1931 le detectaron un tumor, pero decidió no operarse. Para evitar la operación, recibió tratamiento intenso de rayos X; debido a un progresivo empeoramiento; optó por operarse en Boston en 1951, ciudad que tuvieron que abandonar en 1954 y se instalaron de nuevo en Puerto Rico, ya que Juan Ramón, en una de sus frecuentes crisis, comenzó a odiar la vida en Estados Unidos. Zenobia dejó atrás la posibilidad de someterse a un buen tratamiento en caso de que reapareciera la enfermedad, cosa que fatalmente ocurrió finalmente en 1956, cuando el cáncer regresó con toda su virulencia.
En abril empezó un tratamiento de rayos X lo que le produjo graves quemaduras. En junio de ese mismo año, regresó a Boston intentando ser operada, pero la intervención fue desaconsejada y le dieron pocos meses de vida.
Entre sus escritos, muchos de ellos publicados después de su muerte, cabe destacar Diario de juventud (2015) y Juan Ramón y yo (1954). Artículos y cuentos diversos en inglés (A Narrow Scape, 1902; When Grandmother went to School, 1904), Monumento de amor: cartas (1959) y sus diarios: Diario I , Diario II y Diario III.
El 25 de octubre de 1956 se le concede a Juan Ramón el Nobel de Literatura. En un gesto sin precedentes, la Academia sueca había adelantado unos días la fecha de la concesión del premio para que ella pudiera recibir la noticia antes de morir. Falleció el 28 de octubre de 1956.
Zenobia Salustiana Edith Camprubí i Aymar, nació el 31 de agosto de 1887. En Malgrat de Mar (Barcelona), España y murió el 28 de octubre de 1956 (69 años) en San Juan, Puerto Rico. Escritora, poeta y traductora.
He recorrido Malgrat, donde apenas hay recuerdos de ella. Una calle con su nombre y poco más. En 1994 instalaron en el parque Can Campassol una estatua de bronce que la representa sentada, con un libro entre las manos, sobre una fuente circular. En una placa se puede leer:
Amb Malgrat relaciono sempre tots els somnis encantats de la meva infancia.
Este parque fue el jardín de su casa natal y, aunque el edificio fue demolido hace años, conmueve pasear por los mismos lugares que ella cuando era niña.
En Palos de Moguer, en 1959, se constituye la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón, donde se encuentran libros, muebles y numerosos objetos personales de ambos. Ofrece actualmente material y becas para el estudio de sus obras; y organiza simposios, encuentros y cursos sobre ambos.