En octubre de 2024 nació, o mejor dicho se Re-originó el lobo gigante (Aenocyon dirus1). Esta especie de lobo se extinguió hace 10 mil años en la era del Pleistoceno, que fueron los tiempos de la última glaciación que conoció nuestro planeta. Con ese renacimiento de tres blancos cachorros llamados: Rómulo, Remo y Khalessi, la empresa de bioingeniería Colossal2 inicia el camino para combatir la extinción de los organismos vivos. ¿O se está abriendo las puertas a un desequilibrio ecológico?

La extinción es una amenaza que enfrentan todas las especies vivientes. El que tu única población no sobreviva, es una lápida “eterna” en la tumba de toda una generación y las futuras. En el mundo actual lo estamos viviendo con especies de vida silvestre que están en varios rangos de amenaza según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en inglés). Bien sabemos que en el pasado ocurrieron incluso extinciones en masa, de ellas la más conocida fue la de los dinosaurios hace 70 millones de años. De no haber perecido toda esa comunidad de reptiles quizás las aves y mamíferos de hoy no hubiesen evolucionado hasta las formas que conocemos actualmente.

Sin embargo, volvamos al lobo gigante del reciente pleistoceno. Gracias al registro fósil y los avances en genética sabemos que nuestros perros domésticos (Canis familiaris) vienen del lobo común o gris (Canis lupus). Así que el abuelo, o mejor dicho tatarabuelo, de nuestro amigo peludo sería este lobo de casi dos metros en longitud, 100 kilos en peso estimado y aspecto más agresivo, aunque con un linaje evolutivo mucho más distante al género Canis. El género Aenocyon abundó en las Américas, especialmente en el norte, desde hace 800 mil años hasta su extinción. Se cree, muy probablemente que su desaparición fue debido a la disminución poblacional de sus presas como lo eran el camello americano, el mastodonte y el megaterio quienes eran grandes herbívoros. Además del cambio climático de la Era del Hielo y la entrada del hombre en las Américas.

Lo cierto es que muchos fósiles del lobo gigante se encontraron en muy buen estado de preservación cerca de la actual ciudad de Los Ángeles en California. El material genético de estos restos es mucho mejor que el de los elefantes extintos llamados Mamuts. Lo que ha permitido secuenciar con bastante precisión su ADN. Ahora sabemos que el lobo gigante era un género muy distante de los lobos que conocemos hoy en día, únicamente vivieron en nuestro continente y no hubo mezcla con otras especies de cánidos.

La empresa Collosal Laboratories & Biosciences empleó 14 genes modificados de lobo común para replicar los rasgos del lobo gigante3. No es un proceso de clonación exacto como el de la oveja Dolly, ni menos de fantasía científica como el de la película Jurassic Park. De allí salieron varios óvulos fértiles que fueron insertados en dos madres de alquiler, la primera dio como hijos a Rómulo y Remo, y la segunda dio a la loba Khalessi. El nombre de esta última es referencia a la protagonista principal de la serie televisiva Game of Thrones (2011-2019), ya que el autor original de los libros George R. R. Martin financió parte de la investigación y desarrollo.

Entonces, estos tres lobitos gigantes no son completamente la especie Aenocyon dirus. Más bien es un Canis lupus modificado para asemejarse al extinto A. dirus… y ciertamente las fotos muestran a un lobo diferente. Es un paso muy cercano a la de-extinción o renacimiento de especies desaparecidas. No obstante, los futuros desarrollos en poder lograr la especie original extinta, surgen grandes preguntas: ¿Estos primeros hijos son viables en una vida promedio y reproductiva de la especie? ¿Cómo se comportarán de adultos estos lobos comunes con rasgos de lobos gigantes? Y más aún, ¿pueden liberarse al medio silvestre y ver cómo interactúan con su misma especie no modificada y el resto del ecosistema?

Los ecosistemas vivientes son complejos conjuntos de poblaciones de varias especies que forman comunidades, los cuales mientras más diversos son más estables. Es decir, a mayor número de especies, más perdurable es esa comunidad. Igualmente, las relaciones entre cada población de especies fortalecen esa estabilidad. Si una especie clave se extingue en un ecosistema, el sistema se desestabilizaría. Y en esto los depredadores topes, como los carnívoros, son cruciales para la estabilidad. Sin los lobos, las poblaciones de herbívoros crecerían exponencialmente disminuyendo la cobertura vegetal. Como ven hay un balance.

Hasta el momento, los tres lobos modificados están confinados en un refugio secreto de 800 hectáreas de la empresa Colossal. Su alimentación y cuidados son vigilados con gran celo. La empresa está pensando en recrear otras especies extintas como el ave dodo (Raphus cucullatus) y el mamut. Sin embargo, muchos biólogos y conservacionistas sugieren se prepare la de-extinción de especies actuales en riesgo inminente ya que ellas tienen un papel ecológico presente de relevancia vital.

La Física y la ciencia ficción nos dicen que ya el trecho o evento pasado no puede ser replicado, no podemos volver a lo vivido ya. Mas, sin embargo, lógicamente y quizás con empeño, sí hacer un futuro mejor.

Notas

1 Entrada de la Wikipedia sobre el Aenocyon dirus.
2 Sitio web de Colossal.
3 Para ampliar sobre la clonación llevada a cabo por Colossal, consultar el siguiente artículo.