El cine y la televisión forman parte integrante de nuestro paisaje cultural desde hace mucho tiempo, y no sólo sirven como fuentes de entretenimiento, sino también como medios poderosos que reflejan y conforman las sociedades en las que se producen. Como espejos de la sociedad, las películas y las series captan la esencia de su tiempo, describiendo las realidades, triunfos, luchas y pérdidas de diversas comunidades al tiempo que reflejan las actitudes, creencias y valores predominantes. Al mismo tiempo, poseen una capacidad única para influir y moldear las normas culturales, introduciendo nuevas ideas, desafiando las convenciones establecidas e inspirando el cambio social. Este doble papel de reflejo e influencia subraya el profundo impacto que los medios visuales tienen en nuestra conciencia colectiva.
En este artículo exploraremos cómo las películas y las series de televisión actúan a la vez como reflejos de la sociedad y como agentes de transformación cultural, examinando su papel a la hora de moldear y ser moldeados por el mundo que les rodea.
Reflejo de la sociedad: representación de la realidad y contexto cultural
Una de las formas más evidentes en que las películas y las series reflejan la sociedad es a través de su representación de la realidad. Al retratar las vidas de individuos de diversos orígenes, estos medios ofrecen al público una visión de las condiciones sociales, económicas y políticas de diferentes comunidades. Por ejemplo, la serie The Wire, aclamada por la crítica, ofrece una visión descarnada e inquebrantable de la vida urbana en Baltimore, poniendo de relieve problemas como la pobreza, la delincuencia y la corrupción sistémica. A través de su descripción realista de estos problemas, la serie refleja la dura realidad a la que se enfrentan muchos residentes de barrios marginales, sirviendo como espejo de los problemas sociales que persisten en la América moderna (Brookes, 2018).
Las películas y series históricas también manifiestan las normas y valores culturales de las épocas que retratan. Una serie como Mad Men, ambientada en los años sesenta, capta no sólo la estética de la época, sino también su dinámica social, incluidos los rígidos roles de género, la cultura del lugar de trabajo y las primeras manifestaciones de movimientos contraculturales. Al presentar estos elementos con autenticidad, la serie refleja las actitudes y normas sociales que definieron la década, ofreciendo a los espectadores una ventana al pasado.
Los distintos géneros cinematográficos y televisivos reflejan la sociedad de maneras singulares. Los documentales, por ejemplo, se esfuerzan por presentar la realidad con la mayor exactitud posible, a menudo arrojando luz sobre temas o comunidades poco representados. El documental 13th, dirigido por Ava DuVernay, refleja el racismo sistémico arraigado en el sistema de justicia penal estadounidense, educando a los espectadores sobre las injusticias históricas y contemporáneas. En cambio, películas de ciencia ficción como Blade Runner o The Matrix reflejan las inquietudes de la sociedad sobre la tecnología, la identidad y el futuro, ofreciendo visiones especulativas que resuenan con las preocupaciones culturales actuales.
Más allá de la realidad, las películas y series reflejan las actitudes y creencias de la sociedad, revelando a veces prejuicios o sesgos subyacentes (Tan, 2018). La representación de ciertos grupos en los medios de comunicación puede reflejar estereotipos o ideas erróneas que prevalecen en la sociedad. Por ejemplo, la película de terror Get Out, dirigida por Jordan Peele, utiliza su narrativa para reflejar y criticar las tensiones raciales y las microagresiones que persisten en la sociedad contemporánea. Al entretejer estos temas en su argumento, la película muestra un espejo al público, obligándole a enfrentarse a verdades incómodas sobre las relaciones raciales.
Shaping cultural, normas y valores: influencia y transformación
Aunque las películas y las series reflejan la sociedad, también desempeñan un papel crucial en la formación de normas y valores culturales (Lynn, 2023). A través de su narrativa, pueden introducir nuevas ideas, desafiar las convenciones existentes e inspirar a los espectadores a replantearse sus perspectivas. Un poderoso ejemplo es la película Philadelphia (1993), protagonizada por Tom Hanks y Denzel Washington, que contribuyó decisivamente a cambiar la actitud del público hacia el sida y la homosexualidad en los años noventa. Al humanizar la lucha de un homosexual contra el sida, la película fomentó la empatía y la comprensión, contribuyendo a un cambio en las percepciones sociales y reduciendo el estigma.
Del mismo modo, la película de superhéroes Black Panther (2018), dirigida por Ryan Coogler, tuvo un profundo impacto en la representación cultural y el orgullo. Con un reparto predominantemente negro y celebrando la cultura africana, la película desafió la falta de diversidad en Hollywood e inspiró un movimiento global de empoderamiento cultural. Su éxito no sólo modificó los estándares de representación de la industria, sino que también influyó en las conversaciones sociales sobre raza, identidad e inclusión.
Las películas y las series también pueden influir en el comportamiento y las tendencias de forma sutil pero significativa. La moda, el lenguaje y las elecciones de estilo de vida que se muestran en la pantalla a menudo llegan a la vida cotidiana. Por ejemplo, se atribuye a la popularidad de series como Friends o Sex and the City su influencia en las tendencias de la moda y los comportamientos sociales, lo que demuestra cómo los medios de comunicación pueden moldear las normas culturales más allá de la pantalla.
La representación en los medios de comunicación es otro factor clave en la formación de los valores sociales. Cuando las películas y las series incluyen personajes e historias diversos, contribuyen a normalizar perspectivas y experiencias diferentes, fomentando una cultura más integradora. El auge de series como Pose, que se centra en las vidas de personas LGBTQ+ de color, ha contribuido a una mayor visibilidad y aceptación de las comunidades marginadas, influyendo en las actitudes sociales hacia la diversidad.
Además, los medios visuales tienen la capacidad única de crear empatía al permitir a los espectadores ponerse en la piel de personajes de diferentes ámbitos de la vida. Esta conexión empática puede conducir a una comprensión más profunda de las experiencias de los demás y, en última instancia, moldear los valores de la sociedad. Por ejemplo, la serie distópica The Handmaid's Tale, basada en la novela de Margaret Atwood, ha suscitado amplios debates sobre la política de género y los derechos de la mujer, animando a los espectadores a reflexionar y cuestionar las “estructuras patriarcales” de sus propias sociedades.
Sin embargo, las películas y series también pueden reforzar las normas y valores existentes en lugar de cuestionarlos. Muchas producciones convencionales perpetúan los roles de género tradicionales, con personajes masculinos a menudo representados como dominantes y personajes femeninos como sumisos o secundarios (Huerta & Pérez Morán, 2015). Del mismo modo, la prevalencia de temas consumistas en los medios de comunicación -como la glorificación de la riqueza y el éxito material- puede reforzar los valores capitalistas y moldear las aspiraciones sociales (Goonasekera, 1987).
Pero incluso en estos casos, los medios de comunicación pueden suscitar el diálogo y la crítica, ya que el público exige cada vez más representaciones matizadas y diversas.
La forma en que el público se relaciona con los medios de comunicación también influye en la configuración de la cultura. Las comunidades de fans, los debates en las redes sociales y las tendencias virales pueden amplificar ciertos mensajes o reinterpretarlos de manera que influyan en las normas sociales más amplias. Por ejemplo, el movimiento #MeToo cobró impulso en parte gracias al intercambio de historias y contenidos mediáticos que ponían de relieve cuestiones de acoso sexual y desigualdad de género, lo que demuestra cómo los medios de comunicación pueden catalizar el cambio social.
Conclusión: la relación recíproca entre medios de comunicación y sociedad
El cine y la televisión sirven a la vez de espejos y moldeadores de la sociedad, reflejando el mundo tal como es al tiempo que configuran el mundo tal como podría ser. Gracias a su capacidad para describir la realidad, cuestionar las normas e inspirar el cambio, estos medios ejercen una influencia significativa sobre los valores culturales y las actitudes sociales. Sin embargo, esta influencia conlleva responsabilidad. Los cineastas y creadores de contenidos deben ser conscientes de los mensajes que transmiten, ya que su trabajo tiene el poder de perpetuar los estereotipos o promover la comprensión, de reforzar las desigualdades o de abogar por la justicia.
También es importante reconocer que la relación entre los medios de comunicación y la sociedad es recíproca. Aunque las películas y las series conforman las normas culturales, también las conforman las sociedades en las que se crean, reflejando los valores, las preocupaciones y las aspiraciones de su tiempo. A medida que nos adentramos en una era de rápida evolución de los medios de comunicación -en la que las plataformas de streaming y los contenidos digitales hacen que las historias sean más accesibles que nunca-, el impacto de los medios visuales en la sociedad no hará sino aumentar.
En última instancia, el cine y la televisión son algo más que entretenimiento: son poderosas herramientas de expresión y transformación cultural. Si comprendemos su papel como reflejo y moldeadores de la sociedad, podremos apreciar mejor las profundas formas en que influyen en nuestro mundo y en el lugar que ocupamos en él.
Bibliografía
Brookes, T. (2018, marzo 26). The Wire como sociología. Researching Sociology @ LSE.
Goonasekera, A. (1987). The influence of television on cultural values - with special reference to Third World countries. Media Asia, 14(1), 7–12, 18.
Huerta Floriano, M. Á., & Pérez Morán, E. (2015). Cine y sociedad: la construcción de los personajes masculinos y femeninos en el ‘landismo’ tardofranquista. Arbor, 191(773), a243.
Lynn, H. (2023). The impact of film on culture: Reflections on movie industry, violent impact and politicized content production. Communications in Humanities Research, 13(1), 288–293.
Tan, E. S. (2018). A psychology of the film. Palgrave Communications, 4(1).