Habiendo pasado más de 20 años desde el estreno de Un viernes de locos, Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis se vuelven a juntar en un estudio de grabación para, nada más y nada menos, que una segunda parte, a estrenarse en 2025. La película que ha logrado posicionarse como un clásico en el extenso mundo del contenido adolescente, apela a la nostalgia para traernos una secuela anhelada por muchos, pero ¿por qué deciden hacerla ahora?

En parte, seguramente, tiene que ver con el gran regreso de Lindsay Lohan al mundo de la actuación, con dos producciones estrenadas en la plataforma de Netflix en 2022 y 2024 respectivamente. Por otro lado, en los últimos años, se han creado secuelas, reversiones y reboots de películas y series estrenadas años atrás. Querer retomar el éxito generado con las versiones originales pareciera ser el objetivo que impulsa cada estreno, de la mano de la inevitable nostalgia y emoción que genera ver a aquellos personajes que formaron parte de nosotros, retomar sus vidas para adentrarnos en el paso del tiempo.

No podemos hablar de Un viernes de locos sin hablar de Lindsay Lohan, la actriz que se volvió un ícono tanto por su carrera como por su vida personal. Juego de gemelas (1998), la película de su repertorio favorita de muchos, es con la que comenzó el juego. Esta se volvió un infaltable de los domingo por la tarde, después de todo ¿cómo puede ser que alguien no haya visto Juego de gemelas?

Cinco años después, esta actriz volvería a aparecer en nuestros televisores interpretando a Anna Coleman, una adolescente con mechas rubias y un estilo punk inigualable. Su vida gira en torno a sus amigas y sus deseos de triunfar con, nada más y nada menos, que su banda de rock. Sin dudas este personaje marcaría un estilo entre las jóvenes y la incorporación de Jamie Lee Curtis, en el rol de una psicóloga más estructurada que está rehaciendo su vida luego del fallecimiento de su marido, terminaría de concretar aquello tan icónico. No debemos olvidar mencionar el toque fantasioso y mágico que le da sentido a esta historia, madre e hija peleadas intercambian sus cuerpos, y deben cumplir con las obligaciones la una de la otra.

El rol del vestuario es fundamental para comprender cómo estas mujeres trascienden lo sucedido. De repente, esa abogada se pone aros, collares y botas, se corta el pelo e intenta tocar la guitarra; por otro lado, aquella adolescente se aparece en la escuela con un estilo formal y el pelo recogido, intentando relacionarse con sus compañeros y tocando la guitarra como si fuera la primera vez. Comprender los matices y las dificultades de la vida de la otra es lo que une a estas dos mujeres y a su público.

La filmografía de Lindsay Lohan es extensa. Confesiones de una típica adolescente (2004) y Chicas pesadas (2004), fueron dos piezas claves para posicionarla como una it girl, con frases memorables que a día de hoy siguen siendo repetidas, prendas icónicas y teniendo a la amistad como una parte principal de la trama.

Aunque esto no fue todo, su vida personal comenzó a cobrar relevancia. Sus romances, las fiestas a las que asistía de la mano de Britney Spears y Paris Hilton, las fotos que salían a la luz cada vez que la detenían por manejar en estado de ebriedad. Entre la adicción y los escándalos se convirtió en un blanco frecuente para la prensa sensacionalista, lo que le costó algunos papeles protagónicos.

Desde el 2022, con el estreno de Navidad de golpe y un contrato con Netflix, su vuelta a las películas románticas y de comedia parece ser un hecho. En 2024, también se da el estreno de Sueño irlandés, otra comedia romántica que reafirma esta idea. Ambas películas, que tienen de protagonista a esta estrella que pasó por bajas y altas en su carrera, nos permiten reencontrarnos, como si de una vieja amiga se tratara, con aquella mirada con la que muchos crecimos.

Un detalle no menor es que ambas películas parecieran tener un guiño a esos largometrajes que no podemos olvidar. El toque de magia aparece como un infaltable, un gesto de nostalgia hacia lo que supo ser. Por lo que el anuncio de Un viernes de locos 2 no resulta inesperado, sino algo que podría sellar la carrera de Lohan y su regreso como una figura de las películas taquilleras.

El regreso de Lindsay Lohan a la pantalla grande con Un viernes de locos 2 no solo marca un hito en su carrera, sino que también subraya el poder de la nostalgia en la cultura actual. Para muchos, Lohan no es solo una actriz, sino una parte integral de sus recuerdos adolescentes, una figura a idolatrar, desde sus icónicos outfits, sus actuaciones y su vida de estrella. Su capacidad para reinventarse y seguir siendo relevante en una industria que cambia constante es un testimonio de su talento y resiliencia. Esta secuela nos permitirá adentrarnos en la vida de dos personajes entrañables, que se enfrentarán a nuevos desafíos, seguramente, con un toque de magia nuevamente. Lo que efectivamente queda claro es que Lindsay Lohan nunca pasa de moda. Su historia nos recuerda que, a pesar de los desafíos, siempre es posible un regreso triunfal, por lo que ya puede prepararse para seguir cautivando generación tras generación.