Javier Solís, cantante mexicano de música popular del siglo XX, es el mejor cantante que México haya visto nacer, con excepción del tenor José Mojica.

Con esa afirmación muchos de ustedes, que iniciaban la lectura de mis letras, la abandonarán. No les parece que se sostenga; me tomarán por alguien que no conoce las voces de México, o que, de plano, no sabe de canto.

Pero, sigo adelante y propongo escuchar esta canción. Javier Solís canta Toledo:

En cuanto a alguien que respeto con su espacio indiscutible, José Mojica: me parece que es una víctima de los tiempos, es decir que hoy por hoy tenemos pocas grabaciones de su bella voz y sí varias en mal estado. Hoy por hoy, y ojalá que hubiera un rescate milagroso –no sé por qué no existe– de su legado. Sin embargo, se me hace también que la distancia entre él y nosotros hace que las generaciones actuales no hayan aprendido a deleitarse con su voz. Los renovadores de grabaciones lo han dejado mudo, al margen de las maravillosas remasterizaciones, quizá porque sean insuperables las fallas de origen.

¿En qué consiste que una voz sea más apreciable entre tantas que hay?

Una voz al cantar es buena cuando está bien manejada. Ya sea una voz chica o una voz de gran registro, si se sabe qué hacer con ella, sacarle el mejor partido, esa persona cantará bien. Una voz, para deleitar, no tiene que ser alta y, ni siquiera, tiene que ser bonita: tiene que ser bien llevada (entonación, ritmo, armonía). Hay ejemplos de sobra de intérpretes con una voz bien chica, así como casos de voces definitivamente feas, rasposas, de hecho lastimosas que han logrado mucho por la calidad de su trabajo con la dotación que sea.

Dicho de otra manera: se puede tener buena dotación para cantar (bonito timbre, fuerza o potencia, etcétera) y que el producto, la canción, no sea bueno debido a que el cantante no sabe aprovechar sus recursos.

Sinatra y Solís

Se habla de que Sinatra elogiaba el canto de nuestro personaje. Coincidieron personalmente. Qué bueno que La voz haya dado su opinión sobre nuestra voz: fortalece mi punto de vista.

Noche y día es una canción que grabaron tanto uno como otro en sus propios idiomas. Nótese el despliegue de maneras de abordar un material, cómo Javier sube y baja la voz que había comenzado susurrando:

Por qué Javier Solís es lo que digo

La particularidad número uno de Javier Solís (que no ocupó ni en en la mayoría de sus canciones) es la media voz, una especie de corte a la mitad de la emisión del sonido –en lugar de dejar salir entero ese sonido– que llama mucho la atención. Es un recurso que ya no se escucha, en parte por los gustos dominantes, en parte porque es difícil para un cantante. Históricamente, hay dos grandes que alcanzaron el éxito por usar media voz: el tenor italiano Franco Corelli y el cantante chileno Lucho Gatica.

Ojos de juventud cantada por Javier Solís.

El mercado, enemigo del mejor Javier Solís

El mercado ganó mucho con alguien como nuestro cantante. Las ventas crecieron con su imagen de intérprete de ranchero. Así se sacrificaron otras líneas que trabajó, como cantar con acompañamiento diferente al de mariachi, sus canciones distintas al estilo nacional de entonces y algo más…

Las canciones españolas del compositor mexicano Agustín Lara, los pasodobles, los valses –que, en general, son lo mejor de su trabajo– quedaron relegados por la machacona repetición de algunos éxitos.

Aquí tiene un ejemplo. Con Javier Solís, Tu mirada.

(El presente artículo fue escrito para publicarse en abril. Por cambios editoriales no fue posible, por lo que aparece hasta ahora.)

Sus ansiosos rostros voltean hacia ti,
¡Oh capitán, querido padre!
¡Descansa en mi brazo tu cabeza!
Esto es tan solo un sueño

(Walt Whitman)

Luis, compadre: en tu cumpleaños, te escribo acerca de nuestro cantante favorito. (Son tan solo comentarios y sugerencias, ya que tú has de gozarlo ahora desde una plataforma inédita… e incomparable.)

A tu recuerdo.

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El almirante Luis Meneses Vélez, en 2019