A los imbéciles

Solidaridad, fraternidad, igualdad y compasión
son palabras vacías, pero sé disimular con educación.
Creen que soy como ellos, son tan feos, pobrecillos,
¡que desilusión!
Y tú me dices que soy un paranoico
pero es que es verdad, es cierto que nos vigilan,
que nos persiguen,
estamos rodeados de monstruos
con dos ojos en la cara y diez dedos en las manos,
estamos rodeados de monstruos
con dos ojos en la cara y sólo diez dedos en los pies.

(Monstruos. Siniestro Total, del álbum “Popular, democrático y científico”. 2005)

Punto de partida: el imbécil

El término "imbécil" a menudo se usa de manera coloquial para describir a alguien que se percibe como tonto, ignorante o falto de inteligencia. Sin embargo, el concepto de "imbécil" es mucho más complejo y puede tener implicaciones tanto psicológicas como sociales. La palabra tiene sus raíces en el latín imbecillis, que significa débil o débil de mente. Psicológicamente, un imbécil puede ser descrito como alguien que carece de habilidades cognitivas o emocionales básicas, lo que puede manifestarse en comportamientos inapropiados, falta de juicio o dificultades para comprender conceptos simples.
Es importante tener en cuenta que el término "imbécil" no es el diagnóstico de una patología, sino más bien una etiqueta social que se utiliza para describir ciertos comportamientos o características de personalidad, en este caso, del imbécil. El comportamiento imbécil puede manifestarse de diversas formas en la vida cotidiana. Algunos ejemplos incluyen:

  • Falta de Empatía: Los imbéciles pueden mostrar una falta de empatía hacia los demás, lo que se refleja en su incapacidad para comprender o preocuparse por los sentimientos y necesidades de los demás.
  • Falta de Responsabilidad: Los imbéciles a menudo muestran una falta de responsabilidad en sus acciones, evitando asumir las consecuencias de sus decisiones y comportamientos.
  • Falta de Juicio: Los imbéciles pueden tomar decisiones impulsivas o irracionales sin considerar las consecuencias a largo plazo, lo que puede llevar a problemas personales o sociales.
  • Falta de Comprensión: Los imbéciles pueden tener dificultades para comprender conceptos simples o seguir instrucciones básicas, lo que puede dificultar su funcionamiento en la sociedad.
  • Comportamiento Inapropiado: Los imbéciles pueden exhibir comportamientos socialmente inapropiados o disruptivos, lo que puede provocar conflictos o problemas en diversas situaciones sociales.
  • Comportamiento mainstream: Los imbéciles también puede comportarse o exhibir gustos o preferencias sin reflexión o razonamiento personal. Simplemente dejándose llevar por lo mayoritario, lo mainstream, es decir, integrándose en el cobijo de la masa (de imbéciles).

¿A qué muchas personas que nos rodean diariamente encajan en alguna de estas categorías?
Para que veas que, en mayor o menor medida, estanos rodeados de imbéciles. Los ejemplos de comportamiento imbécil pueden encontrarse en una amplia gama de contextos sociales.

Algunos lugares donde es más probable encontrar ejemplos de imbéciles incluyen:

  • Entornos Laborales: Los lugares de trabajo a menudo son escenarios donde se pueden encontrar ejemplos de comportamiento imbécil, como personas que muestran falta de profesionalidad, criterio, ética laboral o seguidismo irreflexivo.
  • Entornos Políticos: En el ámbito político, es común encontrar ejemplos de comportamiento imbécil, como políticos que muestran falta de integridad, habilidades de liderazgo deficientes, actitudes paranoicas o esquizofrénicas.
  • Entornos Educativos: En las escuelas y universidades, los estudiantes y los profesores pueden exhibir comportamientos imbéciles que serán la semilla de lo que luego serán en el entorno laboral, profesional o de pareja si son alumnos. Si son profesores, ya serán imbéciles con todas las letras.
  • Entornos Sociales: En situaciones sociales, como fiestas o reuniones, es posible encontrar ejemplos de comportamiento imbécil. Al fin de al cabo, el imbécil lo es siempre en cualquier entorno o situación.
  • Entorno amoroso y de pareja. También se da aquí, por eso mucha gente se da cuenta, cuando pasa el tiempo, que esta viviendo un un/una imbécil.

En resumen, este término se refiere a alguien que muestra falta de inteligencia, juicio o empatía en su comportamiento. Si bien es una etiqueta social subjetiva, el comportamiento imbécil puede tener consecuencias significativas en la vida personal y social de un individuo. Es importante reconocer y abordar el comportamiento imbécil cuando se presenta, ya sea en entornos laborales, políticos, educativos o sociales, para fomentar una sociedad más compasiva, responsable y comprensiva.
Si crees que puedes tener rasgos de imbécil o, simplemente, sabes que lo eres, debes saltarte el resto del artículo e ir directamente el ultimo apartado -Para el imbécil- donde explico de forma más sencilla el imperativo categórico (IC en adelante).

Brújula moral

Los principios éticos son inherentemente racionales y universales. No derivan su validez de ninguna autoridad externa o institución, sino que son imperativos categóricos que se aplican a todos los seres racionales. Por lo tanto, cada individuo tiene el deber moral de actuar de acuerdo con estos principios, independientemente de las consecuencias o deseos personales.

(Immanuel Kant. "Crítica de la razón práctica" ("Kritik der praktischen Vernunft"), publicada por primera vez en 1788)

La ética, como disciplina filosófica, busca proporcionar un marco de referencia para la toma de decisiones morales. Entre las diversas teorías éticas que han surgido a lo largo de la historia, si hay alguna que es de vigencia universal y que, personalmente, debe servirnos a todos como marco de guía referencial es el IC de Immanuel Kant quien, como decía un antiguo profesor en la Universidad:

es un pensador del siglo XXII al menos, poco leído y menos entendido.

El IC, formulado en la obra Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, se presenta como un principio ético universalmente aplicable que pretende guiar la conducta humana hacia la moralidad. Kant lo define de diversas maneras, pero una de las formulaciones más conocidas es la siguiente: "Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal". Esta formulación puede parecer compleja a primera vista, pero su significado esencial radica en la universalidad de la máxima de la acción. En otras palabras, Kant está proponiendo que las acciones humanas deben ser juzgadas no solo por sus consecuencias, sino también por la máxima o principio que las motiva. Si una máxima no puede ser universalizada sin contradicción, entonces la acción basada en esa máxima es moralmente incorrecta. Es decir, simplificando mucho el sentido que el filosofo alemán quería darle: tus acciones, tus actitudes, la forma de hacer las cosas y su resultado, deben ser extensibles al resto de la humanidad. Si es así, es decir, si todo el mundo puede estar de acuerdo en ellas o si, son buenas per se para todos y en todo lugar, no son incorrectas y debes orientarte a ellas y realizarlas.

El IC consta de tres pasos fundamentales para su aplicación

  • Formulación de la máxima: El agente moral debe formular la máxima o principio que guía su acción. Esta máxima debe ser concebida de manera que pueda ser universalizada sin contradicción.
  • Universalización: El agente moral debe considerar si la máxima de su acción puede ser concebida como una ley universal sin generar contradicciones lógicas o éticas. En otras palabras, el agente debe preguntarse si estaría dispuesto a que todas las personas actuaran de acuerdo con esa máxima en situaciones similares.
  • Tratamiento de la humanidad como un fin en sí mismo: Kant sostiene que las personas deben ser tratadas siempre como fines en sí mismos y nunca simplemente como medios para alcanzar un fin. Esto implica respetar la autonomía y dignidad de cada individuo.

Por oposición, y para intentar esclarecer su sentido, expondré ahora algún ejemplo de lo que no son acciones guiadas por el IC:

  • Manipulación emocional selectiva: Utilizar las emociones de alguien para obtener beneficios personales. El miedo a perder el trabajo, a perder a la pareja o a una relación de amistad, son consecuencias con las que pueden jugar los indigentes morales que no apliquen el IC.
  • Beneficiarse de la vulnerabilidad ajena: Aprovecharse de la vulnerabilidad o debilidad de otra persona para obtener ventajas personales, sin considerar su dignidad intrínseca, no pasaría el criterio de universalización.
  • Acciones no equidistantes entre pares: Alentar enfrentamiento o rivalidad entre las personas para obtener una posición dominante o un estatus social no estaría alineado con tratar a la humanidad como un fin en sí misma. Ejemplo de ello puede ser emitir juicios de terceros a otras personas para ganar en cercanía y obtener posición de dominio.
  • Exclusión sutil: Marginar o excluir sutilmente a ciertos individuos de oportunidades o recursos, sin reconocer su igual dignidad, no sería coherente con el principio de respetar la humanidad como un fin en sí misma.
  • Difundir ideas o juicios inexactos: Propagar información falsa o interesada sobre otros con el fin de obtener ventaja violaría el criterio de universalización y el respeto por la dignidad de las personas.
  • Elogio falso por interés propio: Halagar a alguien con el fin de obtener algún beneficio personal, sin sinceridad ni consideración por su dignidad. El que lo hace, suele querer obtener una posición de confianza, pero sólo lo, logrará a corto plazo, luego se descascarillará.
  • Fomentar la dependencia emocional: Incentivar la dependencia emocional en una relación con el fin de mantener un control sobre la otra persona, en lugar de fomentar su autonomía y desarrollo personal.
  • Fomentar la dependencia material: Esto se da en relaciones materiales de necesidad, por ejemplo y como máximo ejemplo, en el trabajo y/o cualquier relación laboral.
  • Exclusión sutil en el lugar de trabajo: Limitar sutilmente las oportunidades de crecimiento profesional o reconocimiento a ciertos colegas basándose en prejuicios personales en lugar de en el mérito y la capacidad.
  • Desviar la atención de la responsabilidad personal: Dirigir sutilmente la atención hacia otros o circunstancias externas para evitar asumir la responsabilidad personal de las acciones o decisiones, en lugar de enfrentar las consecuencias y aprender de ellas. Es decir, no asumiendo ni a priori ni a posteriori, las consecuencias no queridas de la acción.
  • Promover el conformismo pasivo: Incentivar sutilmente a otros a conformarse con la mediocridad o la complacencia en lugar de motivarlos hacia la excelencia y el crecimiento personal.

Estos ejemplos representan acciones que pueden no ser fácilmente reconocidas como moralmente cuestionables a primera vista. Al menos, no reconocidas en relaciones no emocionales, me explico, en una relación emocional, donde hay un mayor de imbricación personal, es más sencillo identificarlas. El mejor ejemplo puede ser en las relaciones de familia o amorosas.
Pero en los materiales o, por así decirlo, contractuales, es complicada su identificación, al menos a priori. El mejor ejemplo, quizás, puede darse en las relaciones laborales entre jefes y colaboradores-subordinados.

Universalización

Actúa sólo según aquella máxima mediante la cual puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal. Así, por ejemplo, si haces una promesa con la intención de no cumplirla, descubres que la máxima de tu acción contradice la posibilidad de la promesa como ley universal de la naturaleza, y tu voluntad se determina a ella misma como a priori mala según la regla práctica que te has propuesto.

(Immanuel Kant. Fundamentación de la metafísica de las costumbres" ("Grundlegung zur Metaphysik der Sitten"), escrita en 1785)

A pesar de haber sido formulado en el siglo XVIII, el IC no sólo no ha decaído, sino que es la teoría ética más relevante y ambiciosa. Su enfoque en la universalidad de los principios éticos y el respeto por la dignidad humana ha influido en numerosas corrientes éticas actuales, incluida la ética deontológica y la ética de la responsabilidad.
En un mundo cada vez más interconectado y multicultural, el IC ofrece un marco sólido para la deliberación ética que trasciende las barreras culturales y religiosas. Al enfatizar la importancia de tratar a todas las personas como fines en sí mismos, el IC promueve la igualdad y la justicia en las interacciones humanas.
La aplicación del IC en la toma de decisiones éticas puede ser compleja y desafiante. Sin embargo, se pueden identificar varios ejemplos prácticos que ilustran su aplicación.

En el ámbito empresarial puede guiar decisiones relacionadas con la responsabilidad social corporativa, asegurando que las acciones de una empresa respeten la dignidad de todos los stakeholders involucrados. En las relaciones laborales debe guiar las relaciones, no sólo entre pares, sino entre subordinados y responsables, entre jefes y equipos, y debe orientarse a una relación franca, no interesada, trasparente, leal y con un horizonte a largo plazo. Esa es la única forma de generar relaciones y equipos éticos que persigan objetivos comunes.
En el campo médico puede ayudar a los profesionales de la salud a tomar decisiones éticas difíciles, garantizando que se respete la autonomía y dignidad de los pacientes en todas las circunstancias. En la esfera política proporciona un marco ético para la formulación de políticas públicas, asegurando que se promueva el bienestar de todos los ciudadanos de manera justa y equitativa.

Es decir, el IC representa la universalización de la ética, ofreciendo un marco moral sólido basado en la extensión sin límites de los principios éticos y el respeto por la dignidad humana. A través de su aplicación práctica, continúa siendo una guía invaluable para la toma de decisiones éticas en diversos ámbitos de la vida humana.
En un mundo caracterizado por la diversidad cultural y la complejidad moral, el IC nos recuerda la importancia de actuar con responsabilidad y respeto hacia todos los seres humanos, reconociendo su dignidad intrínseca como fines en sí mismos. O, mejor dicho, para simplificarlo, en caso de duda ante cualquier situación, aplica lo que tu ética te dicte como universalizable a todos los individuos, sin trampas, ventajas, egoísmo personal, y guiándote siempre por la coherencia, la lealtad, el bien común y la transparencia en tus acciones.

Ámbitos

La búsqueda de la felicidad y la realización personal es importante, pero no debe ser el único objetivo en la vida de una persona. El deber moral y el respeto por los principios éticos universales deben ocupar un lugar central en nuestras acciones y decisiones. Solo al actuar de acuerdo con estos principios podemos alcanzar una vida auténticamente significativa y ética.

(Immanuel Kant. "Metafísica de las costumbres" ("Metaphysik der Sitten"), publicada en 1797)

Aunque la ética que marca el IC, al ser universal, es aplicable a todos los ámbitos, especificaré más concretamente alguno de ellos donde claramente es, debe ser, aplicable de forma natural.

Relaciones afectivas y amorosas

Debemos tratar a la pareja como un fin en sí misma. Según el IC las parejas deben tratarse mutuamente con respeto, consideración y dignidad, reconociendo que cada uno tiene un valor intrínseco como ser humano. Esto implica evitar utilizar a la pareja como un medio para satisfacer necesidades personales egoístas y en su lugar, buscar su felicidad y bienestar.

Además, con total honestidad y transparencia. Kant valoraba la honestidad como un principio fundamental en las relaciones humanas. En una relación amorosa, esto significa ser sincero con la pareja en todas las circunstancias, evitando la mentira y la manipulación, y cultivando una comunicación abierta y honesta. También, lógicamente, defendiendo el respeto por la autonomía, es decir, no anular la autonomía del otro. En una relación amorosa, esto implica aceptar y apoyar las decisiones y opiniones de la pareja, incluso si difieren de las nuestras, y evitar imponer nuestra voluntad sobre ellos.

Relaciones de familia

En el ámbito familiar, el IC es una guía valiosa para lograr relaciones saludables, respetuosas y éticas entre padres e hijos.
Lo primero, no tratar a los hijos como fines en sí mismos. En lugar de ver a los hijos como una extensión de sí mismos o como simples medios para satisfacer sus propios deseos o ambiciones, los padres deben reconocer y respetar la individualidad y la dignidad de cada hijo. Esto implica escuchar sus opiniones y necesidades, y tomar decisiones que promuevan su bienestar y desarrollo personal.
En este sentido, y complementariamente, no tratar a los padres como fines en si mismos. Es decir, los padres no son sólo los sostenedores materiales de la arquitectura familiar, sino elemento de referencia emocional afectiva, desinteresada y, mucho más allá, de la dependencia material que en origen todos los hijos, lógicamente, tienen.

Los integrantes de la familia deben respetar la autonomía y la dignidad del resto de miembros, permitiéndoles tomar decisiones sin vulneración de la individualidad y esfera del resto. Esto incluye evitar cualquier forma de trato degradante o despectivo, y fomentar un ambiente familiar basado en el respeto mutuo y la confianza.
Además, los padres tienen la responsabilidad de promover el desarrollo moral y ético de sus hijos, enseñándoles valores como la honestidad, la integridad, la responsabilidad y el respeto por los demás. Debe existir una comunicación abierta y honesta. El IC nos insta a actuar con honestidad y transparencia en nuestras relaciones, y esto es especialmente importante en el contexto familiar.

Relaciones jefe y colaborador-subordinado o equipo

Lo primero, está claro es el trato justo y equitativo, ya dicho antes, y el respeto por la dignidad del empleado. Es decir, respetar la dignidad y el valor intrínseco de cada individuo. Los jefes deben tratar a sus empleados con respeto y consideración, evitando cualquier forma de trato ventajista o no trasparente o desigual en intenciones.
Es importante el fomento del desarrollo profesional, no sólo basar la relación en dar instrucciones, directrices y, menos aún, darlas sin razonamiento o a modo de declaraciones de intenciones. Una y otra son muy diferentes, pero igual de perniciosas y dañinas.

En el caso de una relación entre un jefe y un equipo el IC debe promover un liderazgo ético y una cultura de trabajo colaborativa y respetuosa.
Los líderes deben ejercer su autoridad de manera ética, basándose en principios de justicia, respeto y responsabilidad, con coherencia, es decir, que lo dicho hoy no contradiga lo dicho anteayer, y lealtad y transparencia.
Es muy importante el fomento de la colaboración y el trabajo en equipo. Los líderes deben fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y solidario, donde todos los miembros del equipo se sientan valorados y respetados por sus contribuciones individuales. Y, de ahí, de manera obvia, la promoción del bienestar del equipo.

En resumen, el IC de Kant puede aplicarse en una variedad de contextos para promover el respeto mutuo, la justicia y la colaboración ética. Al adoptar estos principios, cultivamos relaciones más saludables, equitativas y satisfactorias en todos los aspectos de nuestra vida y a eso debemos tender, ¿no?

Imbécil

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse de él sin la guía de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento! Es la divisa de la ilustración.

(Immanuel Kant. “¿Qué es la Ilustración?" ("Was ist Aufklärung?"), publicado en la revista Berlinische Monatsschrift en 1784)

Y, para acabar, todo lo dicho anteriormente es simplificable, para que los imbéciles, que son mayoría, lo entiendan, de esta forma.
Imagina que estás en una situación en la que tienes que tomar una decisión, pero no estás seguro de qué hacer. El IC es una especie de regla o principio que te ayuda a decidir qué acción tomar.

Aquí está en términos simples:

Primer paso

Actúa solo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en una ley universal.
Esto básicamente significa que debes pensar en la acción que estás considerando y preguntarte si sería aceptable si todo el mundo la hiciera. Si la respuesta es sí, entonces puedes seguir adelante.

Segundo paso

Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solo como un medio.
Aquí, Kant está diciendo que debes tratar a las personas siempre con respeto y dignidad, no simplemente como herramientas para conseguir lo que quieres.

Así que, en resumen, el IC te dice que debes tomar decisiones que sean universales y respeten la dignidad de todas las personas. Es como un filtro ético que puedes aplicar a tus acciones para asegurarte de que estás actuando de manera correcta y justa.
A partir de ahora no diréis que no es sencillo identificar a los imbéciles.
Chimpun.