En la zona de Qumrán, que visité en las cercanías del Mar Muerto, en el desierto de Judea, hoy Cisjordania, en la llamada cueva número uno, dos pastores beduinos que perseguían a sus cabras hallaron en 1946 unas tinajas que contenían los primeros siete rollos con manuscritos.

Dicho descubrimiento de los rollos bautizados como del Mar Muerto va a representar uno de los mayores hallazgos arqueológicos del siglo XX.

Entre los rollos de la cueva número uno destaca el rollo de Isaías, con la versión completa del libro, datado entre el año 150 y el año 100 antes de Cristo, el rollo del Génesis en arameo, la Regla de la Comunidad en idioma hebreo, la Regla de la Guerra y el Profeta Habacuc, un pergamino del siglo VII antes de nuestra era.

El mencionado rollo de Isaías se encuentra en el Santuario del Libro ubicado en el actual Museo de Jerusalén.

Con el tiempo se fueron encontrando más manuscritos, unos 25,000 fragmentos en once cuevas.

La antigüedad de la mayor parte de dichos rollos oscila entre el año 250 antes de Cristo hasta el año 50 después de Cristo. De modo que son contemporáneos del Rey Herodes y de Jesús de Nazaret. La mayor parte de ellos están escritos en Hebreo y también en arameo. Unos pocos en griego.

Los rollos tienen carácter espiritual. El 52% del contenido es parte del judaísmo de la época y el 37%, de carácter sectario. No está claro si se trataba de una biblioteca o de varias bibliotecas. Aproximadamente el 25% del contenido constituye textos de la Biblia hebrea. No se han identificado textos del Nuevo Testamento. Aunque algunos investigadores encuentran afinidades entre algunos textos y la prédica de Juan el Bautista.

En los Rollos del Mar Muerto se refleja muy bien el judaísmo pre-rabínico del siglo I de nuestra era en Judea que constituyó el contexto histórico y espiritual del que bebieron los primeros cristianos.

Entre ellos se reflejaba una concepción monoteísta y también una visión dualista de la vida como una lucha entre los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad. Una pugna entre Dios y el mal. Se revela también un papel esencial en la comunidad para los Maestros de Justicia.

El rollo de Isaías es el único completo y tiene una importancia vital debido a que Isaías fue un profeta clave del judaísmo. Se refería a los temas del mesianismo y del fin de los tiempos. Se encuentra en el Museo de Jerusalén, junto con fragmentos del Génesis, Deuteronomio, Salmos, Éxodo, Levítico y Números.

Grandes arqueólogos se han dedicado a investigar las características de la Comunidad de Qumrán. Sus integrantes vivían allí entre el año 100 antes de Cristo hasta el año 68 después de Cristo. Era la época grecorromana. Al parecer se trataba de un grupo religioso que buscaba su realización espiritual en el desierto, despreciaba la riqueza, criticaba a las autoridades sacerdotales de Jerusalén y en la que regía la comunidad de bienes.

Eran predominantemente varones, cocinaban para el grupo y comían juntos. Tenían habitaciones para unas 120 a 150 personas. Contaban con un acueducto y unos baños rituales en los que según la Ley Judía se purificaban. Había una caballeriza y un comedor.

Tenían una sala para los escribas con mesas, tinteros y escritorios. Allí pegaban los pergaminos o rollos. Disponían de una biblioteca y de una sala para la lectura. Se trataba de un centro para la producción, almacenamiento y lectura de libros o rollos. El cementerio era predominantemente masculino. Los hijos de las tinieblas no podían ingresar a la comunidad. En la misma había miembros casados y no casados. Los escribas eran integrantes esenciales de la comunidad.

Para algunos estudiosos se trataba de un antecedente de los monasterios de los cristianos o de los kibutz del Israel moderno.

Según la teoría de De Vaux era un centro comunitario, de carácter sacro y religioso, con alto nivel de pureza ritual y unas reglas comunitarias.

Según la teoría de Sukenik la comunidad de Qumrán era una comunidad esenia.

Para el célebre historiador Flavio Josefo los esenios eran una variante del judaísmo que vivían en la zona del Mar Muerto, se dedicaban al estudio de las obras antiguas y compartían sus bienes y la mesa. Eran críticos de los saduceos, de los fariseos y del tipo de religiosidad propia de Jerusalén. La comunidad fue eliminada alrededor del año 68, poco antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén en el año 70 de nuestra era.

Es posible, pero no totalmente seguro, que los rollos del Mar Muerto eran parte de las bibliotecas de la comunidad de Qumrán.

El Doctor Adolfo Roitman es un Arqueólogo y un Historiador de Religiones al que conocí durante una de sus visitas a San José, Costa Rica y en sus cursos del Moriah International Center. Es actualmente el Curador de los Rollos del Mar Muerto y uno de los mayores expertos mundiales en el tema. Nos recibió personalmente a un grupo de treinta costarricenses en el Museo de Jerusalén y nos presentó los Rollos del Mar Muerto con sabias explicaciones y como siempre nos compartió su enorme erudición sobre la arqueología y la espiritualidad de Qumrán.

Los Rollos del Mar Muerto constituyen una de las piedras angulares del judaísmo y del contexto histórico y religioso de los tiempos en que nació el cristianismo.