En este artículo nos adentraremos juntos en una de las criaturas legendarias más fascinantes: la esfinge. Su mito ha suscitado un gran interés a lo largo de los siglos y su poderosa imagen se halla envuelta en una aureola de misterio. En esta primera parte, abordaremos aspectos formales de la palabra esfinge, tales como, su significado, origen y usos del lenguaje.

Origen y significado

La palabra esfinge proviene del latín sphinx, -ngis, y este del griego sphinx, -ngós. Aparece en textos de los siglos XV y XVI con distintas formas: sphinx, sphinge, esphinge y espinge1. En algunos de ellos se refieren a la criatura mitológica, como este de 1549, una traducción del Libro de vidas y dichos graciosos de Erasmo, realizada por Juan de Jarava:

Manifiesta es la fábula del monstruo dicho Sphinge: el qual puestos precios y galardones, proponia cosas oscuras de adeuinar a los passajeros, y a los que no acertauan, los mataua. (Manifiesta es la fábula del monstruo dicho Esfinge: el cual puestos precios y galardones, proponía cosas oscuras de adivinar a los pasajeros, y a los que no acertaban, los mataba).

Otros textos describen la imagen de una esfinge pintada, como en el Universal vocabulario en latín y en romance:

Sphinge. son lechos en que estan pintados griphos que se dizen sphinge.

(Esfinge: son lechos en los que están pintados grifos, que se dicen esfinge).

También, se usaba en los sellos de algunos políticos y emperadores romanos 2:

[…]se quitó el anillo y sello del dedo y se lo puso a él en la boca: Quinto Curcio y otros lo dizen. De Octaviano Augusto escrive Suetonio, en su vida, que al principio començó a sellar con una ymagen de una espinge. (Se quitó el anillo y sello del dedo y se lo puso a él en la boca: Quinto Curcio y otros lo dicen. De Octaviano Augusto escribe Suetonio en su vida, que al principio comenzó a sellar con una imagen de una esfinge).

La esfinge era la protectora del emperador Octavio Augusto. Un ejemplo es su incorporación en la coraza de la escultura del Augusto de Prima Porta. Aparecen dos esfinges, donde pende el peto, una a cada lado: la de la derecha está mirando al frente; y la de la izquierda tiene la cabeza girada hacia atrás.

También, se acuñaron monedas con la imagen de la esfinge3:

Hortensio orador auia recibidio de Verres vn sphinge de plata, en pago de auer defendido su causa contra Ciceron.

(Hortensio orador había recibido de Verres una esfinge de plata, en pago por haber defendido su causa contra Cicerón)4.

Hemos visto hasta ahora, el uso de formas más o menos latinizantes de la palabra esfinge. A partir del siglo XVIII, con la segunda edición de la Ortografía de la lengua castellana en 1754, aparecerá en su forma definitiva. Esta es la razón, por la que en textos anteriores a esta fecha localizamos muchas palabras escritas con ph (Ortographía o Philosophía), llegadas al latín a través del griego y que sonaban como /f/5.

Significado y usos del lenguaje

El Diccionario de la lengua española (en adelante, DLE) la define así6:

  1. En la mitología griega, monstruo fabuloso representado generalmente como una leona alada con cabeza y pecho de mujer, que planteaba enigmas irresolubles.
  2. En el arte egipcio antiguo, estatua de una criatura fantástica, generalmente con cabeza y pechos humanos y cuerpo de león tendido sobre sus cuatro patas.
  3. Mariposa de la familia de los esfíngidos, de gran tamaño, cuerpo grueso y alas largas con dibujos de color oscuro.

El DLE incluye otro pequeño apartado en el que se señala que el término esfinge se usa en locuciones verbales, para indicar que alguien adopta una actitud reservada o enigmática. Un ejemplo muy ilustrativo aparece reflejado en el siguiente fragmento de España trágica de Benito Pérez Galdós7:

Sosteniendo su cabeza con ambas manos, perdida la mirada en la obscuridad de la calle, permaneció Vicente como esfinge un mediano rato sin dar respuesta al amigo. Este oyó al fin palabras dichas con estoica frialdad.

El término esfinge es femenino y se usa con frecuencia en construcciones comparativas. Pone de relieve la impasibilidad o inmovilidad de alguien8 como se aprecia en el fragmento anterior.

Nunca debe confundirse con el vocablo efigie, que se refiere a una ˈimagen o representación de una personaˈ. Veamos un ejemplo extraído de la obra La Quimera de Emilia Pardo Bazán9:

A pretexto de que «podía inspirar un boceto o un cuadro», llevó Minia a Silvio a la sacristía de la capilla de Alborada, donde, sobre la cajonería severa, lisa y sin adornos, bajo un dosel de terciopelo granate franjeado de oro, se alza la efigie del Cristo del Dolor.

Como hemos visto, la palabra esfinge ha ido evolucionando a lo largo de los siglos, de formas latinizantes hasta la definitiva. En el próximo artículo analizaremos esta criatura legendaria desde la perspectiva de la mitología, el arte y el simbolismo.

Notas

1 Real Academia Española (2013): Corpus del Diccionario histórico de la lengua española (CDH).
2 Mejía, Pedro (1540-1550), Silva de varia lección (Antonio Castro, Madrid, Cátedra, 1989-1990) Historia.
3 No solo se acuñaron monedas en Grecia y Roma. En la Península Ibérica también. Un ejemplo de ello son las monedas de Cástulo.
4 Jarava, Juan (1549). Traducción del Libro de vidas y dichos graciosos de Erasmo (Corde, Madrid, Real Academia Española, 2005).
5 Pons Rodríguez, Lola (2016). Una lengua muy muy larga. Arpa, Barcelona.
6 Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., versión 23.6 en línea.
7 Real Academia Española: Banco de datos (CREA). Corpus de referencia del español actual.
8 Real Academia Española: Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ).
9 Real Academia Española: Banco de datos (Corde). Corpus de referencia del español actual.