Habitar el espacio y dominar el tiempo, no de una forma parcial, sino global y sintética, es lo que nos permiten las marionetas y las sombras. Ellas son los instrumentos privilegiados que nos ofrecen la posibilidad de participar más o menos directamente en la creación artística y especialmente, de todos los dominios del arte del espectáculo, una de las artes donde el ser humano concretiza con más fuerza sus deseos y su visión del mundo.

Las marionetas y las sombras encarnan el corazón de lo humano: la lucha inicial del individuo que aspira a desvelar la cara de lo sagrado, lo invisible, lo inaudible y lo indecible...

(Maryse Badiou)1

El teatro de marionetas, también llamado Teatro de Títeres, ya se utilizaba en el antiguo Egipto, Grecia y Roma para trasmitir mensajes esencialmente religiosos; en el siglo XVI las marionetas se representaban en los mercados y en las plazas públicas de Japón y de las ciudades europeas empezando a distanciarse con mensajes paganos. A principios del siglo XX las vanguardias ya utilizaron muñecos y objetos asumiendo el protagonismo dramático y desplazando al actor humano, como en La revolución de los objetos de Maiakowski (1913). En los años 60 y 70, John Cage, Bread and Pupet y Tadeuz Kantor incorporaron objetos y/o muñecos como personajes relevantes en sus espectáculos; Royal de Luxe los incorporó a sus espectáculos a principios de los 80, y últimamente hace caminar marionetas gigantes por las calles.2

En Barcelona ya existían numerosos grupos de titiriteros a principios del siglo XX. Después, en 1975, se inició la profesionalización y el aprendizaje reglado en el Instituto del Teatro de Barcelona y la formación continua en el Taller de Marionetas de Pepe Otal. Podéis ver todo el proceso de trabajo que hay desde la creación y construcción de los muñecos hasta la representación del espectáculo en el documental Pepe Otal. Actualmente, el teatro de marionetas ha evolucionado junto al teatro de luces y sombras y junto al llamado teatro de objetos.

Jordi Bertran, Circus

Paseando por Las Ramblas de Barcelona, Jordi Bertran vio a un artista callejero manipulando marionetas, en ese instante decidió ser marionetista, era el año 1977. Allí se integró en el Taller de Marionetas de Pepe Otal, un club-taller para titiriteros que disfrutan de las actuaciones a pie de calle y muy cerca del público. Pasaron 45 años y Jordi Bertran —titiritero, payaso y músico— sigue deleitando en los escenarios a niños y mayores combinando el arte del marionetista con el arte del payaso.

Circus es una serie de escenas presentadas a modo de espectáculo circense, escenas que transmiten ternura, paz y fraternidad. En el «Sueño de Charlot», Charlot patina sobre ruedas y se enamora de la florista Raquel; el saxofonista Fratel·lo y la funambulista Titina cruzan caminando sobre la cuerda floja para su encuentro amoroso; Jordi Bertran se trasforma en el payaso Toti manipulando una simple servilleta; el Rockero canta y baila desenfrenado. Las escenas muestran marionetas clásicas manipuladas desde arriba con hilos, con la virtuosidad y el cariño a los muñecos que aportan los 45 años de experiencia de Jordi Bertran pisando los escenarios. Alcanza su mayor precisión manipulando los hilos con los personajes de Charlot patinador o Titina y el payaso saxofonista caminando sobre la cuerda floja. Jordi Bertran nos transporta al teatro de objetos convirtiendo una simple servilleta blanca en pájaro volador o dando vida al conejo Marcelino, asombrando a niños y a mayores. Circus es un espectáculo para todos los públicos, virtuoso, bello, poético que arranca las sonrisas cómplices de los espectadores y el aplauso final.

La Compañía Jordi Bertran ha recibido premios nacionales e internacionales y ha actuado en más de 50 países. En la web de la compañía encontraréis videos de sus otros espectáculos como Antología y los Poemas visuales inspirados en la poesía de Joan Brossa, la versión completa está visible en la web.

Circus, de Jordi Bertran, visto el 18 de noviembre de 2022 en la sala C.C. Joan Oliver-Barcelona dentro del circuito Barcelona Distrito Cultural (BDC). BDC presenta más de 30 espectáculos en vivo (teatro, circo, danza, música) que van rotando por 34 salas distribuidas por todos los barrios de la ciudad, todas las sesiones son con entrada gratuita previa reserva.

Notas

1 Badiou, M. (2009). *Sombras y marionetas: tradiciones, mitos y creencias: del pensamiento arcaico al «Robot sapiens», Zaragoza.
1 Royal de Luxe: Liverpool's Giant Spectacular y Montreal’s Giant Spectacular.