1

Ayer soñé que había perdido uno de mis aretes. ¿Qué querrá decir? Me veía en el espejo de un tocador parecido al que uso para arreglarme todos los días. Notaba la ausencia. Me llevaba las manos a la oreja izquierda, para verificar que el reflejo no mintiera. No mentía. El lóbulo estaba vacío, solo. En esa trama extraña del sueño, sonreí. El impacto me hizo saltar hacia atrás. Tenía los dientes picados por las caries. Todos, todos los dientes estaban perforados con hoyos color óxido. Un par de lágrimas se escaparon. Me las limpié con rabia usando el dorso de la mano como pañuelo. Las mejillas quedaron manchadas de ceniza.

2

Al despertar, salté de la cama. Apenas abrí los ojos, fui al baño a purificarme la boca y la cara. El agua estaba tan caliente que me figuré que eran llamas de fuego que le demostraban a mi yo interno que todo estaba en orden, en su lugar. Cara limpia. Dientes blancos. El fantasma de la vigilia tembló entre los párpados. La sombra del sueño revoloteó a mi lado izquierdo. Faltaba el arete. La mano subió hasta la oreja como si la hubiera activado un resorte. Revisé otra vez. Una arracada estaba en su lugar y la otra no. Sentí que una mano me detenía entre el umbral de los espejismos.

3

¿Qué significan los sueños? Hay gente que piensa que el mundo onírico es un espacio para la premonición. Yo no. La verdad es que casi no sueño. Lo mío, la historia de mi vida, al menos la que sucede mientras estoy dormida, es una hoja en negro. Un telón que cae y todo pierde color, dimensión y no hay más que eso. Eso y ya. Nada. Vamos, no hay ni siquiera una gama de grises. Negro y ya. Así funciona mi mundo de los sueños. Hay personas que me cuentan cosas. Dicen que sueñan en Technicolor. Incluso los hay que dicen que sienten el calor de un abrazo, la humedad de un beso y hasta perciben aromas. A mí jamás me ha pasado nada. Hay quienes creen que sí sueño y que no me acuerdo. Puede ser. No sé. Lo único que puedo testificar es que después de que me dieron las píldoras, duermo bien, despierto descansada y no tengo sueños. No tengo sueños.

4

Fue raro soñar. Mi amiga Ruti tiene explicaciones para todo y te las da, aunque no se las pidas. Le conté mi sueño. Soñar que se pierde un arete nos indica que estamos en un momento importante y no debemos descuidar ningún aspecto en la vida, me dijo y aprovechó el vuelo. Tienes que empezar a poner atención, a fijarte y a darte cuenta. Ya deja esa actitud de diva inacabada, metete a bañar, péinate, arréglate, mujer. No debes confiar tanto en la cara bonita, menos si la estás escondiendo todo el tiempo. ¿Entonces, el sueño quiere decir que me tengo que meter a bañar? No hay peor ciego que el que no quiere ver.

5

Bueno, ya. No te enojes. No me enojo. Me desespero. Aunque, lo del aseo no estaría mal. Vamos, nada mal. Yo creo que el sueño es una especie de advertencia. Ah, ¿sí? ¿Eso piensas? ¿Qué me quieren advertir? ¿Quién me quiere advertir? Quién, no sé. Pero puede ser que te quieran decir que puedes estarte perdiendo de algo importante para ti y debes estar muy alerta. ¿Tú crees? ¿Qué podrá ser? Ya ni uso aretes todos los días. Se me olvida ponérmelos. Sí, ya sé. Bueno, no tiene que ser una joya, ni necesariamente será algún objeto de lujo o algo caro. Este sueño muestra la perdida de algo valioso para ti y que es indispensable en tu vida. ¿Entiendes? No. No entiendo. Vamos a ver. Debes fijarte muy bien en aquello a lo que no le estás poniendo atención. Sobre todo, debes valorar a las personas que te rodean. El desprecio o alejamiento de un ser querido es más doloroso que perder un objeto caro. ¿Ves lo que te quiero decir? Seguimos hablando del sueño, ¿verdad? Sí, ¿o tú crees que debiéramos hablar de otra cosa?

6

Mi amiga Ruti cree que soñar con dientes picados significa que hay asuntos vitales que resolver. Las picaduras se ligan al dolor y al miedo, dice. El tema está estrechamente relacionado a la consecución de ciertos objetivos que consideramos vitales, y que sentimos cierta inseguridad de poder lograrlos. ¿Será? Mi mamá siempre ha creído que una dentadura brillante y limpia es un indicio del éxito de una persona en su vida social y sentimental. No sé, puede ser. Me acerco al espejo y dejo que el reflejo me deje analizar el estado de mi dentadura. Están blancos. Están limpios. Menos mal. Soy una persona exitosa que no se quiere bañar ni peinar ni dejar el pijama ni alejarse de la televisión ni salir a la calle.

7

Hay muchos que sueñan cosas sin aparente sentido, pero todos los sueños tienen una interpretación que te debiera interesar conocer, insistía Ruti. ¿Tú crees?, la miro y me paso los dedos para tratar de desenredarme un mechón de pelo rebelde. Sí, lo creo. Si no fuera así, no te diría nada. Tú siempre me dices lo que piensas. Ruti vuelve a las andadas. O, tal vez, la parte importante de tu sueño se refiere a esas cenizas que quedaron en la cara. Es una forma de representar todo lo que está arrasado, pero quedan las cenizas de recuerdo. Ten cuidado si es así porque puedes estar demasiado centrada en el pasado, en los recuerdos y en la melancolía. Así que despierta y barre todas esas cenizas que no necesitas en tu vida. Miro a mi alrededor y descubro que hay mucho polvo en el suelo, sobre los muebles, en mi vida. Puede ser que Ruti tenga razón.

8

¿Te sigues tomando las pastillas, verdad? Sí. Veo a mi amiga Ruti un día sí y uno no. Aunque el calendario dice que es sólo una vez al mes y que nuestras citas son por Zoom. Las citas mensuales son especiales, acude vestida con una bata blanca que tiene su nombre bordado en el bolsillo de enfrente. La farmacia me reporta que no has pasado a recoger las pastillas. ¿Sigues tomándote las pastillas? Sí. ¿Te conté que el otro día tuve un sueño muy extraño? Sí. ¿Volviste a soñar lo mismo? No, yo no tengo sueños.

9

Al despertar, salté de la cama. Apenas abrí los ojos, fui al baño a purificarme la boca y la cara. El agua del grifo estaba helada. Me sequé con la toalla tan blanca. Miré al espejo. Todo en orden: cara limpia, dientes blancos, ambos aretes en su lugar. ¿Qué querrá decir este sueño? En serio, ¿quieres saber? Volví al mirar al espejo. Corrí a abrir la llave de la regadera. Mejor me meto a bañar.