Han pasado 10 años desde aquel 15-M (15 de mayo de 2011) que sacudió los pilares de la democracia española; una revuelta social espontánea contra los banqueros, contra los partidos tradicionales, en defensa de una vivienda digna, por la sanidad pública, por el pleno empleo. El Movimiento 15-M —también llamado «Movimiento de los indignados»— fue consecuencia de la crisis financiera de 2008 y tuvo similitudes con la primavera árabe, las revueltas en Atenas-Grecia, el Occupy Wall Street en Nueva York... Mucho se escribió y se escribirá sobre ello, podéis encontrar miles de referencias navegando por Internet.

En aquel contexto de revuelta social también se formaron nuevos colectivos «contraculturales» de artistas y de escritores —como el colectivo «Poetas del 15M»— que agrupó a más de 100 poetas de todo el mundo y cuyos escritos aún podéis leer (en la columna de la derecha debajo del título «autores»).

Muestro aquí abajo algunas de mis ficciones inspiradas en sucesos de aquélla época, presentadas como locutor de telenoticias.

El contexto social

Sombra en Atenas (Σκιά στην Αθήνα)

En Atenas, salgo del metro en plaza Omonia, ΣΤ.ΟΜΟΝΟΙΑΣ‎, cuando amanece y por las calles encuentro caras conocidas recogiendo comida entre las basuras. En calle Sócrates, al doblar la esquina, tres empleados públicos friegan la acera con grandes mangueras de agua a presión; al rascar el suelo, saltan gotas de sangre disueltas en el aire mientras se respira ese olor tan fuerte que la sangre humana tiene, cuando aún está fresca. La zona estuvo acordonada toda la noche mientras la policía buscaba pruebas, ahora ya limpian la calle.

—Estaba tirada en el suelo, con la cara y el vestido blanco manchados de sangre —comenta un paseante—, dicen que saltó del piso 8o con el niño en brazos.

Un vecino llamó a la ambulancia —que llegó pronto— pero la mujer ya estaba muerta; solo tenía 30 años, debía dinero y había perdido su empleo.

Sombra en La Torrassa (Barcelona)

Había mucho olor a gas, en aquel edificio comunitario del barrio obrero de La Torrassa (Barcelona). Un vecino llamó a los bomberos que, protegidos por máscaras y botellas para respirar, entraron rompiendo una ventana lateral; fue fácil acceder, era un 4o piso.

—El joven matrimonio estaba tendido en el suelo de la cocina, abrazados, y los niños parecían dormidos en sus camas. El fuerte olor a gas impedía respirar —declara el portavoz de los bomberos.

En la puerta de entrada al piso encontraron colgado un papel del juzgado con la palabra «Desahucio» escrita en negro sobre blanco —se comenta en el barrio.

La revuelta y la represión

Sin bolas

Disfrazado, enmascarado, puesto al combate, el policía amenaza con su escopeta —cada minuto— con ser el último de nuestras vidas... y Barcelona es poesía.

Extraño suceso en Barcelona

Esta mañana, un joven de estética antisistema ha sido visto en Las Ramblas de Barcelona portando un extraño tatuaje en la frente: «15-M». Un comerciante alertó a las fuerzas policiales que, tras acordonar la zona, encontraron al joven sentado en la Fuente de Canaletas leyendo un libro; durante el cacheo, le descubrieron un paquete que llevaba escondido en el bolsillo, dentro de él encontraron otro libro —nuevo— envuelto en un papel.

La policía le ha detenido y, tras interrogarle, sacaron poco en claro —hablan diferente idioma, parece. «Es normal y saludable que el malestar salga a la calle» —ha dicho el portavoz del Gobierno.

La investigación sigue abierta, se esperan más detenciones.

Dos orejas aparecieron

En la Comisaría de Barcelona (Spanishtan) aparecieron dos orejas de aspecto humano dentro de la cámara de video que vigila la Sala de Interrogatorios. Si las orejas son de hombre o mujer, no se sabe, pues ambas están desposeídas del resto del cuerpo. Las dos orejas tienen diferente forma y color, de una cuelga un pendiente y la otra está completa: se descarta el móvil del robo.

La Unidad de Atención al Cliente —de la misma policía— está buscando a los propietarios, pero nadie las ha reclamado, todavía.

Stop bolas

Bolas de goma: Nos cuestan un ojo de la cara y luego las tiran.