Este año, a causa del coronavirus, no se pudo hacer la tradicional gala durante la cual la Asociación de la Prensa Extranjera entrega el Globo de Oro, uno de los premios más antiguos y prestigiosos del sector en este país (junto con el David di Donatello y el Nastro d’Argento), pero como se dice «a grandes males, grandes remedios» y los premios se entregaron directamente a los ganadores en diferentes lugares de Roma u otros lugares, cuando fue necesario.

Como en una película, los corresponsales extranjeros contamos y presentamos a la mayoría de los ganadores a través de un viaje en el corazón de Roma: la mayor parte de los premios, otorgados por un jurado de 50 corresponsales de todo el mundo, fueron entregaron en algunas de las salas de cine de la capital italiana, todavía cerradas por el coronavirus, una iniciativa de la prensa extranjera para apoyar a los cines y al Cine en general, en este momento tan difícil.

Las premiaciones grabadas y montadas constituyen un sugestivo conjunto de vídeos íntimos y emocionantes en los que los directores, actores, actrices, músicos, fotógrafos, fueron más allá de los tradicionales agradecimientos, colmando los cines vacíos con sus palabras y esperanzas.

Este año fue un triunfo de la tradición fabulística y narradora que se abrió con el doble premio de los hermanos Damiano y Fabio D'Innocenzo, que con su película Favolacce obtuvieron los premios al Mejor Guion y a la Mejor Dirección. En el cine Quattro Fontane, los directores reiteraron cuán importante resulta encontrarse en un cine en este periodo:

Este es un cine muy importante para nosotros, es como parte de nuestra familia, y al mismo tiempo es un gran honor para nosotros celebrarlo con este premio. Descubrir que esta película ha sido reconocida por quienes pertenece a otras culturas. logrando conectarse con los temas en sentido universal, para nosotros es una gran satisfacción.

Pierfrancesco Favino gana el premio como Mejor Actor por su estupenda interpretación de Bettino Craxi en Hammamet. El actor recibe el premio sentado en uno de los asientos del cine Greenwich, en el Testaccio, su barrio. Desde aquí lanzó un mensaje para que las barreras que hoy bloquean al cine y los trabajadores del espectáculo caigan pronto: «Recibir este premio representa una ocasión única para mí, sobre todo en este momento en que el cine vive una situación difícil», cuenta el actor, agregando que eligió este lugar porque «es el cine de mi barrio, yo espero que pronto caigan las barreras que nos impiden entrar y poder decir de nuevo ¡cállense! en la oscuridad de la sala, codo a codo».

El rostro femenino de la Mejor Actriz es el de Valeria Bruni Tedeschi, protagonista de Aspromonte. La Terra degli Ultimi, quien, con su sonrisa contagiosa saludó desde su casa en París:

Este premio ha sido una gran sorpresa, encuentro estupenda la película de Mimmo Calopresti. Nuestra amistad es fundamental para mí y este Globo de Oro es como un árbol en nuestro camino. El premio es un reconocimiento, ser premiados es como recibir una caricia, es como encontrarse, y para mí el cine es antes que todo encuentro.

El premio como Mejor Película fue para Volevo Nascondermi, la historia del pintor loco y genial Antonio Ligabue, dirigida por Giorgio Diritti y protagonizada por Elio Germano. El director recibió el premio en el cine Tibur, en el popular barrio San Lorenzo, cine histórico y de resistencia cultural, donde Diritti subrayó la importancia de abrir las salas para que el cine parta de nuevo.

Es un gran honor recibir este reconocimiento, que tiene un valor enorme en nuestro país y en el extranjero. Este premio tiene sentido también como buena ocasión para que el cine parta de nuevo. Lo siento como una señal para todos los que amamos el cine y sumergirnos en el silencio para compartir un sueño, una imaginación, una experiencia.

Otro premio más para Volevo Nascondermi: Mejor Fotografía, para Matteo Cocco, recibido en la sala del cine InTrastevere, en el barrio homónimo: «Soy un italiano que vive en el extranjero, por esta razón tiene un gran significado para mí, me emociona, enorgullece recibir este premio de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia», señala. «Además, encontrarme en una de las salas que más he frecuentado y descubrirla vacía es motivo de enorme tristeza; pienso que este premio tiene que ser de gran auspicio para el renacimiento del cine y de las salas de cine».

En la nueva categoría Mejor Comedia gana Tolo Tolo (un triunfo de taquilla y de crítica), dirigido por Luca Medici, en arte Checco Zalone. «Recibir un premio de la Prensa Extranjera en un momento tan difícil como este es importante, sobre todo como signo de la confianza entre los pueblos que en este momento no se siente». Comenta Medici desde su casa, en Bari (Apulia) mientras hace como que desinfecta la estatua del Premio, logrando regalar una vez más un momento de gran hilaridad, la misma que lo evidencia y que le dio popularidad y victoria.

Musa e icono de la historia del cine italiano, Sandra Milo recibe en los estudios de Cinecittà el Premio a la Carrera, «No quiero llorar», ríe conmovida. «Un reconocimiento tan bello y prestigioso me emociona y me llena de orgullo, además recibirlo aquí, en el templo del arte extraordinario que es Cinecittà», recordando que «el cine necesita gente y vida, vive en la pantalla y vive en el público, es una de las expresiones más hermosas de la vida».

La categoría Joven Revelación premia a Virginia Apicella, protagonista de Nevia, quien recibió el el galardón en el cine Farnese, en la plaza Campo de’ Fiori:

La última vez que entré aquí fue para el estreno de la película, había muchísima gente, mientras hoy entro… y no hay nadie. Yo deseo que todo vuelva a ser como en esa noche mágica, y espero que todo mejore pronto.

La película Picciridda de Paolo Licata recibió el premio como Mejor Primer Largometraje, una historia sobre sentimientos fuertes y verdaderos, sobre figuras femeninas que llevan en su interior sufrimientos, pasiones y silencios de historias no contadas, más aún, y que no se pueden siquiera contar. Todo esto en el marco de una Sicilia de los años 60 con sus perfumes, sabores y colores característicos.

En el momento de recibir el premio en el cine Rouge e Noir de su natal Palermo, Licata, quien estaba junto a la protagonista de la película, la joven Marta Castiglia, explica la decisión de elegirla: «Era uno de los últimos cast y apenas la vi, pensé ¡es ella!, aunque incluso tuvo que aplicarse y aprender el dialecto», confesó sonriendo.

A esta película llegó también el premio de Mejor Banda Sonora, firmada por Pericle Odierna, música que enriqueció las estupendas imágenes, con una música en algunos momentos romántica, en otros conmovedora, dramática o trágica, cuyos sones se subrayaban gracias a la estupenda voz de Loredana Marino «que canta en el dialecto de su tierra», se lee en la motivación de este premio.

El gran Premio de la Prensa Extranjera fue para «el modisto de las estrellas», Carlo Poggioli con quien nos encontramos en la más que prestigiosa Sastrería Tirelli, cuyo nombre no debe llevar a equivocaciones. No es una sastrería común y corriente, es el lugar maravilloso donde nos sumergimos en una realidad sin tiempo entre los cientos de vestidos, de diferentes épocas, tipos, géneros y hasta donde llegó hace ya bastantes años, un joven Carlo Poggioli desde su natal Nápoles, con una carpeta con sus dibujos bajo el brazo: «nunca estaré lo suficientemente agradecido a don Umberto Tirelli que me dio la posibilidad de realizar este trabajo», cuenta un conmovido Poggioli.

Vulnerabile Bellezza, de Manuele Mandolesi, la historia de una familia de humildes ganaderos que perdió todo después del terremoto de L’Aquila en 2009 ganó el premio como el Mejor Documental:

Para mí, este premio significa haber alcanzado los objetivos que me había prefijado, es decir la promesa hecha a mí mismo y a las personas que viven en el territorio, de que las consecuencias del sismo no se olviden.

En los cortometrajes, ganó L’amore oltre il tempo, de Emanuele Pellecchia, quién decidió volver a un cortometraje mudo en blanco y negro, donde la mímica y la banda sonora están en perfecta sintonía, con grandes e inesperadas sorpresas y un final estupendo que hace honor a su título, con el amor que va más allá de todos los tiempos. «Para mí este premio es un sueño que no creía fuese posible», dijo en el momento de recibirlo.

El premio a la Mejor Serie de Televisión fue a The New Pope, de Paolo Sorrentino, «una narración que desvela el papel de la Iglesia en el mundo moderno, su alcance en el área sociopolítica y las expectativas de los líderes religiosos...un estupendo, único, surrealista tratado de fe, fanatismo, religiosidad, fragilidad humana, soledad y potencia del amor», se lee en las motivaciones del jurado.

Como durante una proyección, este gala informal y virtual del Globo de Oro fue un viaje imaginario en el cine de ayer y de hoy, un gesto simbólico para llamar la atención sobre la importancia de darle voz y espacio al mundo del espectáculo, motor del corazón cultural de este país.