El orgullo LGTBI es ya un bonito recuerdo, uno más que añadir a los muchos que has vivido este verano: los festivales, la playa, los amigos, los pantalones cortos, los mojitos, el cine al aire libre y un largo etcétera que todavía va sumando.

Sin embargo, este orgullo pasará a la historia para haber asistido a la mayor hipocresía política y ya pensaba estar vacunado con todos los sinsentidos del PP en temas de libertades sociales.

Una vez más, Ciudadanos se va a la deriva y necesita más que nunca un asesor político que le enseñe qué es la ideología, los valores y las estrategias políticas efectivas. Si alguien del partido lee este articulo, que me llame, tengo un equipo que a lo mejor puede revertir vuestra deriva.

Porque ahora mismo su estrategia política es la espectacularización, y lo vimos con Albert Rivera en campaña, y el victimismo, bien representado con Inés Arrimadas.

Este articulo podría acabar ya aquí, porque es muy sencillo el silogismo:

Para participar al orgullo como partido político tienes que firmar el compromiso de los organizadores.
¿Lo firmas?
(Ergo...) Participas

¿No lo firmas?
(Ergo...) No participas como partido sino a nivel individual
Fin.

Ese día Inés y los demás militantes podían haber ido tan tranquilos con su familias y amigos revindicando las libertades y los derechos de las personas del colectivo LGTBI, pero no, tuvieron que ponerse ilegalmente, porque no invitados, detrás de una pancarta, además sin ningún tipo de reivindicación para el colectivo con su lema Ciudadanos Vamos para engrandecer una vez mas su egoísmo y sus ganas de líos; para en un segundo momento hacerse las víctimas. Mala estrategia, ya os lo he dicho.

Mi pregunta es: ¿si pacta con homófobos, que además ya han demostrado serlo, te esperas que te acojan con una sonrisa durante la manifestación? Cuando además no firmaste el manifiesto de la celebración porque en más de un ayuntamiento habéis pactado con la ultraderecha de Vox.

No concibo cómo estos militantes no entienden esta simple lógica silogística.

No puedes estar por la mañana negociando con la extrema derecha por dos sillas y poder y por la tarde ir a la celebración del orgullo. ¿Qué coherencia es esta?

Pero la gota que ha colmado el vaso han sido tres hechos.

El primero, las mentiras de acoso desmentido por el atestado policial; el segundo, un video de Instagram de Patricia Reyes de C's que tuvo que parar un directo porque dice que «le salían las risas» cuando intentaba poner cara de tristeza y de medio delante de «las caras de odio» de los participantes al orgullo. Y, por último, las fotos de Inés, primero instigando a la gente diciéndoles «estoy aquí, estoy aquí» y luego con cara de sonrisa mala de alegría sádica porque consiguió el follón que había venido a provocar. Son fotos dignas de presentar durante mis clases de comunicación no verbal en las universidades porque la expresión facial lo dice todo.

Pero la verdad es que, a pesar de todo, no me interesa el degrado político de este partido; ellos están eligiendo su estrategia, ellos sabrán lo que hacen y sopesarán si le compensa o si pierden votos.

Lo que me da pena es que todos fuimos a la manifestación para luchar para un mundo mejor.

Para que no peguen a nadie una paliza por ser diferente, para que podamos ir mano en la mano con nuestros novios o novias, para que nadie nos discriminen a la hora de ser contratados por su orientación sexual, para que la educación y los padres estén preparados a la hora de enseñar a sus hijos temas de afectividad y sexualidad, para que no haya bullying o acoso, para que paren los suicidios de jóvenes que no entienden lo que son y no encuentran respuesta, para que no nos quiten los derechos que las personas antes de nosotros han luchado y conseguido, para que nadie como yo, tenga que irse a otro país para formase una familia porque en el suyo no se lo permiten por ser ciudadano de serie B.

Me quedo con un tuit que publicaban con la foto de C's en la manifestación del orgullo y que dice:

Cuando te presentas sin invitación en el cumpleaños del niño al que haces bullying.

Porque fue tal cual.