Celebra Costa Rica este año varios acontecimientos, que en su historia son relevantes y tienen el reconocimiento de su importancia. Uno de ellos fue la caída de la dictadura de Federico Tinoco, en 1919.

El 27 de enero de 1917 se produjo un golpe de Estado contra el Gobierno del Presidente Alfredo González Flores, quien había asumido su mandato en el 1914. Su ministro de Guerra y Marina le traiciona, obedeciendo a intereses económicos que se sintieron afectados con el Presidente González Flores.

La crisis provocada por los efectos de la I Guerra Mundial, la caída principalmente del mercado cafetalero, le obligaron a tomar una serie de medidas que afectaron intereses del capital nacional e intereses del capital extranjero. Entre otras medidas, dando origen a las primeras reformas de Estado en el siglo XX costarricense que se daba, Alfredo González Flores impulsó la creación del Banco Internacional de Costa Rica, primer Banco estatal que surgió en el país, ejerciendo con éste control del movimiento bancario y financiero privado, imponiendo desde esa época un encaje mínimo legal, asumiendo el papel de banco emisor. Prohibió la exportación de oro y plata impidiéndoles a las compañías mineras extranjeras esa exportación y asegurando con ello la reserva nacional.

Se opuso Alfredo González a la modernización del viejo Ejército Nacional, que dentro de las políticas norteamericanas que se impulsaban en ese sentido en la región, querían hacer surgir una Guardia Nacional, como las que se desarrollaron en algunos países del Caribe, con lo cual se enfrentó a los intereses militares extranjeros y locales. Impulsó una reforma tributaria y fiscal, bajo el eslogan de que el rico pagara como rico, y el pobre como pobre, y con ella el desarrollo de la tributación directa. Impulsó también almacenes generales de depósito y juntas de crédito agrícola. En su Gobierno también se fundó la Escuela Normal, para la preparación de maestros, que fue el reservorio intelectual más importante en ese momento junto con la Escuela de Derecho, que venía funcionando desde 1843, junto con los colegios de secundaria que se habían creado entre 1887 y 1888, el Liceo de Costa Rica y el Colegio Superior de Señoritas.

Frente a estas y otras medidas de su Gobierno se gestó una gran campaña de desprestigio y de oposición. El movimiento obrero y popular, que al inicio de su Administración había logrado un gran nivel de desarrollo organizativo, y que contaba con ilustres dirigentes y hombres de la cultura y la educación nacional, no logró convertirse en su brazo social de apoyo. La campaña desinformativa contra el Gobierno, y los intereses confabulados para su derrocamiento, hicieron que enero de 1917 se provocara el golpe de Estado, que contó en ese momento con cierta simpatía popular. Asumió el Gobierno su ministro de Guerra, Federico Tinoco Granados, Jefe Provisorio de la República, realmente como dictador. Suspendió la Constitución, empezó a gobernar por la fuerza y la represión, estableció la censura y restringió las libertades públicas y el ejercicio de derechos ciudadanos. Suspendió el Congreso e inmediatamente convocó a elecciones para integrar una Asamblea Nacional Constituyente, que inició sus sesiones el 11 de abril y concluyó el 8 de junio, y que estableció un mandato de seis años para Tinoco, de manera que con la Constitución Política nueva, aprobada, inició una fase de dictadura constitucional.

En algunos aspectos la Constitución de 1917 fue avanzada, entre otros, con su Artículo 10 que establecía políticas de seguridad social. El capítulo de Garantías Individuales, de Derechos y Libertades, no pasó del papel debido a la represión y control militar policiaco existente, la censura y el cierre de periódicos..

Frente a la dictadura y la represión el movimiento popular empezó a reaccionar. Empezaron a darse huelgas, que a pesar de la censura, se colaban en información a la prensa. En su contra se organizó un movimiento cívico militar guerrillero, jefeado principalmente por Julio Acosta García, el Movimiento Constitucionalista. En distintas partes del territorio nacional se dieron luchas armadas, desde el norte hasta el sur. Se cometieron asesinatos de maestros importantes como Marcelino García Flamenco y el de Rogelio Fernández Güell, político antioligarca, escritor, poeta, masón, quien había estado ligado muy de cera a la Revolución Mexicana y al propio Presidente Francisco Madero, período del cual nos dejó escritas sus Memorias. Desde su retorno al país , miembro de la Asamblea Constituyente, donde se afirma nuevamente la abolición de la pena de muerte en el país, ya establecida desde 1882. Defendiendo el voto directo atacó al Gobierno de Tinoco.

La lucha militar contra Tinoco adquirió presencia urbana, bombas y atentados contra cuarteles militares, desde noviembre de 1917, asaltos de trenes, enfrentamientos con el Ejército, provocando apoyos y levantamientos populares en distintos lugares del país.

En junio de 1919 en las ciudades el movimiento popular era más grande y antitinoquista. Maestros y maestras, y los estudiantes de los colegios principales de la capital se movilizaban contra la dictadura. El 13 de junio de 1919 se produjo la quema del periódico oficial La Información, y también salió afectado La Prensa Libre. Diez días de luchas intensas, hasta ese 13 de junio, prepararon la inminente caída del dictador en agosto y el abandono del territorio nacional que hizo para irse a vivir a Francia hasta su muerte el 7 de setiembre de 1931. El magisterio organizado y los estudiantes fueron el pilar de lucha más importante en ese proceso, acompañando al Movimiento Constitucionalista y su resistencia militar. Antes de su partida a Francia y probablemente en ello influyó también, su hermano Joaquín tinoco Granados, que se desempañaba como ministro de Guerra, fue ajusticiado en una calle de la capital, el 10 de agosto de 1919. El 12 de agosto Federico Tinoco renuncia a la presidencia del país, que le fue aceptada por el Congreso el 20 de agosto, cuando ya había abandono el territorio nacional.

Las mujeres, muchas de ellas maestras, lideradas ente otras por Carmen Lyra, Ester Silva, Andrea Venegas, Ana Rosa Chacón, Lilliam González jugaron un gran papel en estas jornadas contra la dictadura y el retorno de la democracia y el régimen constitucional.

El Gobierno de Tinoco no había tenido reconocimiento internacional importante. Los Estados Unidos no le reconoció ni tampoco fue aceptado, en ese momento, para ingresar a la recién creada Liga de las Naciones, en 1919. A la renuncia de la presidencia de Tinoco asumió brevemente la Presidencia de la República Juan Bautista Quirós Segura, del 12 de agosto, y en propiedad el 20, hasta el 2 de setiembre de 1919, sucediéndole en el cargo Francisco Aguilar Barquero, quien entregó la Presidencia a Julio Acosta García en 1920, restableciéndose de nuevo el orden constitucional hasta que nuevamente se quebró en 1948. Juan Bautista Quirós tampoco fue reconocido por los Estados Unidos como Presidente del país.

Otros acontecimientos importantes para celebrar o conmemorar este año del 2019 en Costa Rica son el fin de la Junta de Gobierno de la llamada Segunda República, 1948-1949, que el 7 de noviembre finalizó entregándole la Presidencia a Otilio Ulate Blanco, que había sido electo en 1948, sin que el Congreso le reconociera ese triunfo, lo que ocasionó el movimiento armado, llamado Guerra Civil de Costa de 1948, por el cual el líder militar de esa victoria, José Figueres Ferrer, se quedó en el poder desde el 8 de mayo de 1948 hasta el 7 de noviembre de 1949. Su gobierno no resultó de un golpe de Estado. Fue el resultado de un levantamiento militar popular, contra el Gobierno de Teodoro Picado Michalski, que terminaba el 8 de mayo de 1948. En marzo al negarse el Congreso a reconocer el triunfo electoral de Otilio Ulate, líder de la oposición que apoyaba Figueres, éste se levanta militarmente para asegurar su triunfo.

Desde el 12 de marzo hasta la tercera semana de abril se desarrollaron combates. El Gobierno tenía de aliado importante al Partido Vanguardia Popular, como se llamaba el Partido Comunista desde 1943, que era además su principal brazo armado, más que el propio Ejército Constitucional, entonces existente. Al asegurar Figueres su triunfo militar le impuso a Otilio Ulate la postergación de la entrega de la Presidencia mientras el gobernaba transitoriamente el país por un mínimo de 18 meses, situación que Ulate no podía alterar y solo le quedaba aceptar. Así se inició el período de la llamada Junta de Gobierno de la Segunda República.

Literalmente no fue un golpe de Estado contra el Gobierno de Teodoro Picado. Fue un levantamiento militar victorioso que culminó con la salida del Presidente Picado hacia Nicaragua, sin renunciar a la Presidencia, por lo que transitoriamente termina su Gobierno el Designado a la Presidencia Santos León Herrera, quien le entrega la misma a José Figueres el 8 de mayo. Figueres había presionado para que Teodoro Picado renunciara y él se integrara anticipadamente al Gobierno transitorio que le seguiría. Tuvo que esperar y por ello condicionar la entrega del Gobierno a Otilio Ulate.

Durante la Junta se hicieron acciones de gobierno importantes, mediante los Decretos Leyes que realizó, gobernando sin Congreso. Entre éstas la nacionalización bancaria, impuso un impuesto del 10% al capital, nacionalizó los recursos hidro energéticos, respetó el Código de Trabajo que se había aprobado en 1943, a pesar de que tenía otro Código de Trabajo como proyecto, y la Garantías Sociales, establecidas en el Constitución en 1943, que fueron ligeramente ampliadas en 1949, convocó a elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente, que operó durante el año de 1949 redactando la actual Constitución Política de Costa Rica que cumple en noviembre 70 años, abolió el Ejército como institución permanente, en diciembre de 1948. En su Gobierno se proscribió el Partido Comunista situación que se prolongó de ilegalidad hasta 1974-1975, en que se abolieron las restricciones legales y constitucionales que le prohibían.

Así también este año se cumplen 70 años de la actual Constitución Política, que ha dado el marco de tranquilidad y estabilidad nacional a la vida democrática electoral del país, sobre todo con la creación constitucional del Tribunal Supremo de Elecciones, con rango de Poder Público igual al Poder Ejecutivo, a la Asamblea Legislativa y a la Corte Suprema de Justicia, con la delicada función de organizar, administrar, dirigir de todo lo concerniente a procesos electorales, y declarar resultados, sin apelación alguna, con absoluta independencia institucional, así como de asumir bajo su potestad y mandato a toda la fuerza pública, policial, del país durante los períodos electorales.

Este año 1949, también, se cumplen 70 años de reconocimiento de voto de la mujer. En la Constitución de 1949 se estableció este reconocimiento de voto, de igualdad de las mujeres en sus derechos políticos con los hombres. Esta lucha de hecho había iniciado débilmente en 1889 cuando el propio Presidente de la República, José Joaquín Rodríguez, en reconocimiento del papel que las mujeres jugaron en la defensa del sufragio de ese año, en las jornadas del 7 de noviembre, creyó válido que se reconociera ese derecho. El propio Presidente Rodríguez señaló el «reconocimiento del derecho de voto», que hasta ese momento no se hacía. No lo logró. Durante los siguientes se siguió planteando este reconocimiento del derecho político de las mujeres. En la Asamblea Constituyente de 1917, en el Gobierno de Federico Tinoco se discutió esto sin que se se aprobara. Para estos tiempos ya habían surgido en el país movimientos sufragistas impulsados por mujeres, luchas que se mantuvieron de distintas maneras hasta la década de 1940-1950, que culminaron en la Constituyente de 1949 proclamando este Derecho de Voto de la mujer costarricense.

El siglo XX costarricense solo conoció ese período de golpe de Estado y de dictadura, 1917-1919, el período de 1948-1949, que también se vivió una época corta de represión política. En todo el siglo XX costarricense solo fueron proscritos periódicos en el período de la dictadura de Tinoco, durante los días de la Junta de Gobierno de 1948-1949 especialmente de la prensa, del periódico Trabajo, y la radio comunista, Ecos del 56, durante el gobierno de Francisco Orlich, 1962-1966, del periódico comunista Adelante, que fue proscrito y en el gobierno de Luis Alberto Monge Alvarez, 1982-1986, cuando igualmente fue intervenida y cerrada la radioemisora Radio Noticias del Continente.

Solo bajo la dictadura de Tinoco y bajo gobiernos liberacionistas, del Partido Liberación Nacional, en el siglo XX se han tomado medidas violentas y de prohibición de circulación o emisión contra la prensa y la radio.

Se puede discutir política y académicamente sobre la naturaleza política de la Junta Fundadora de la Segunda República. Esta discusión no está acabada y poco se ha dicho en términos generales, y sobre todo específicos. Lo que no se puede afirmar es que su establecimiento fuera resultado de un golpe de Estado. Legal y constitucionalmente el Gobierno le fue entregado a José Figueres por el Presidente en ejercicio, Santos León Herrera, que terminó constitucionalmente el 8 de mayo el período de Gobierno que había iniciado Teodoro Picado, que lo dejó a cargo, como designado a la Presidencia, a Santos León Herrera, mientras él viajaba a Nicaragua. Todo esto fue negociado políticamente con las Conversaciones de Ochomogo, que se les ha llamado el Pacto de Ochomogo, el Pacto de la Embajada de México y el Pacto Ulate Figueres. En la embajada de México se afinó el final del Gobierno de Teodoro Picado, el ascenso de Santos León Herrera y la entrega del poder a José Figueres. Figueres por su parte negoció con Otilio Ulate.

Si se tratara de un golpe de Estado no fue contra el Gobierno constitucional de Teodoro Picado Michalski, sino de José Figueres contra el Gobierno de Otilio Ulate Blanco, que lo debió haber asumido el 8 de mayo de 1948. Queda esto para la discusión.