El 25 de marzo de este año se produce el cambio de horario y en algunos países de Europa, como España, los días serán bastante más largos de manera que veremos atardeceres pasadas las 21:30, algo impensable en algunos países.

Esta medida del cambio de horario bianual se lleva a cabo para aprovechar las horas de luz y para intentar ahorrar energía cosa que en nuestro país no pasa. No sirve de nada que los días sean mas cortos o más largos si la productividad sigue siendo la misma y esto es porque España tiene unos horarios y jornadas que no se ajustan a los estándares del resto de Europa.

Esto lo podemos apreciar sobre todo en los usos y costumbres españolas. Cuando los españoles llegamos a nuestro puesto de trabajo, en países del norte de Europa, como Suecia o Alemania, ya llevan casi dos horas trabajando. En España se entra a trabajar más tarde, se come más tarde y se sale más tarde que en la mayoría de los países europeos y, sin embargo, a pesar de las horas de más, la productividad no es mayor. En Suecia, la jornada laboral suele terminar a las 16:00, en otros como Alemania o Reino Unido se acaba entre las 16:30 y las 17:00, mientras en España hay jornadas que se alargan hasta las 20:00.

Y este horario no solo se limita al trabajo sino también al entretenimiento. En nuestro país el horario de máxima audiencia o prime time se considera que empieza pasadas las 22:30, esto lleva a que los programas y series más vistos de la televisión española finalizan pasada la media noche, la una o, incluso como en la final del famosos talent show Operación Triunfo, a las dos de la madrugada.

Los españoles se mantienen despiertos hasta las tantas para poder ver los capítulos de sus series o programas hasta el final además de tener que ver una gran cantidad de contenido publicitario lo que lleva a que plataformas de pago online como HBO, Netflix o Movistar+ estén acaparando los mejores contenidos y que cada vez tengan un mayor número de suscriptores. El no tener que ver publicidad además de la facilidad y la comodidad que conlleva el elegir cuándo y como ver serios y/o películas sirve como gancho para atraer a cada vez más usuarios.

Estos horarios, que en cualquier otro país se consideran extraños, llevan también a una situación difícil a las familias a las que cada vez les cuesta más conciliar lo que lleva a que alguno de los progenitores, en la mayoría de los casos la madre, renuncie al trabajo en favor de hacerse cargo de los niños lo que nos lleva a que la desigualdad entre mujeres y hombres aumente en lugar de disminuir.

Sin embargo, cambiar las costumbres en cuestión de horarios en España es una tarea bastante complicada pero que podría llevarse a cabo a largo plazo. Tener horarios más «europeos» o que nuestro país volviese al uso que le corresponde, el de Londres y Lisboa, serían medidas que podrían ayudar a que el cambio se hiciese más gradual, pero, ¿podríamos los españoles renunciar a las tardes de terraza con sol en junio?