Por trece razones, escrita por Jay Asher, cuenta la historia de Hannah Baker, una chica de 16 años que hace 13 grabaciones antes de cometer suicidio, intercalado con las reacciones de sus compañeros de instituto que la escuchan. En cada cinta se revela una anécdota de cada compañero de clase que con sus acciones llevaron a esta chica a la muerte.

Desde su primera publicación en octubre de 2007 por Razorbill, del Grupo Penguin U.S.A, la novela ha vendido 158.000 copias. A diferencia de otros libros que son lanzados como edición de bolsillo y que al año de su publicación se venden en tapa dura, Por trece razones se ha mantenido en tapa dura con el solo boca a boca y las presentaciones del autor que han hecho que las ventas se disparen.

Ahora Netflix ha lanzado la serie de trece episodios donde los personajes del libro cobran vida y mantienen al espectador queriendo mas, escuchar cada cinta, conocer a cada compañero que de alguna manera afectaron a esta joven tan gravemente como para quitarse su propia vida.

Dylan Minnette personifica a Clay Jensen. Es un papel bastante duro, ya que requiere mucha sensibilidad, pero sin sobreactuar. Él lucha constantemente con su pena por la pérdida de la chica que secretamente amaba y cómo entender y sobrellevar lo que esta ocurriendo y lo que escucha en cada cinta.

Kate Walsh es la madre de Hannah, una mujer que está devastada y que quiere entender por qué su hija hizo lo que hizo. En parte se siente como alguien que realmente no conocía a su hija y en otras que no estuvo realmente allí para ayudarla. Su actuación verdaderamente rompe el corazón y es difícil de ver en ocasiones.

En la historia no solo se explora los resultados del suicidio adolescente, sino también desglosar lo que sucede en la juventud de hoy en día. Donde el bullying forma parte de la vida de muchos chicos y chicas y que no buscan ayuda o no saben cómo afrontarlo.

Este tipo de evento sucede día a día alrededor del mundo, adolescentes que caen en la presión del mundo adulto y verlo en esta serie puede ayudar a entender y a verlo desde otra perspectiva y no como una realidad que hay que esconder debajo de la alfombra.

Tanto el libro como la serie dan en el punto en cuanto a los detalles del personaje de Hannah, donde sentimos que la conocemos, simpatizamos con ella y sufrimos con ella. Lo que le da mayor efecto e impacto cuando toma su terrible decisión. La actuación de Katherine Langford (Hannah) es esencial, su tristeza es creíble y cruda, incluso cuando se enfrenta con algunos momentos que bordean el cliché adolescente.

Al terminar de ver la serie queda claro que esta abierta para una segunda temporada. Pero por ahora los invito a disfrutar y a sufrir un poco con esta serie que esta dando mucho de que hablar y que seguro no te defraudará.