El 22 de diciembre puede denominarse como el día de la esperanza. Desde las ocho de la mañana y hasta las doce, el Teatro Real de Madrid se convierte en el auténtico pórtico de las fiestas navideñas.

Alrededor de las 8:30 horas de la mañana se constituye la junta que preside y autoriza el sorteo más famoso y popular del año. Luego se depositan las bolas en los bombos, que son cerrados y volteados simultáneamente por orden del presidente de la mesa. A partir de ahí, los niños y niñas del colegio de San Ildefonso comienzan a repartir suerte.

El día ha llegado, la gente se agolpa desde horas antes de que dé comienzo el Sorteo para poder ver de cerca sus números, esos números tantas veces soñados. Las 100.000 bolas de los números y las 1.807 de los premios ya están enfiladas en sus respectivas liras.

El Sorteo ha comenzado, el cántico de los niños y niñas del Colegio de San Ildefonso se esparce por todas partes, la gente está expectante, sale un primer Premio de los llamados Mayores, pero todavía falta “El Gordo”. Antes de lo que pudiéramos suponer, una riada de millones se reparten por todos los rincones, en muchos hogares se ha hecho realidad el sueño del “Gordo de Navidad”. La lista de premios se puede consultar en multitud de webs en tiempo real y es distribuida oficialmente, esa misma tarde, en los Puntos de Venta de la Red Comercial de Loterías y a los Medios de Comunicación.

Esto es lo que sucede cualquier 22 de diciembre de Navidad. Pero la fiesta no acaba ahí, le toca el turno al pago de premios. A lo largo de tres meses, tiempo de validez que tienen los décimos de Lotería Nacional, se van haciendo realidad palpable esos 2.310 millones de euros en premios, de los cuales 660 millones corresponden al primer premio.

Historias del sorteo de Navidad

A las 18:00 horas de la tarde del día 22 de diciembre de 1901, quince horas antes de que comenzara el sorteo, el primer aficionado inició la tradicional cola; ese año los puestos se pagaron desde los 10 duros del primero a las cuatro pesetas de los puestos veinte en adelante. A las 5:30 horas de la madrugada del día 23 ya había en las inmediaciones de la Casa de la Moneda toda suerte de pequeños puestos de café, aguardiente, churros y castañas.

El sorteo comenzó a las 10:15 horas porque una bola cayó al suelo y se partió, por lo que hubo de ser sustituida y la verificación se demoró. La primera bola en salir fue la del número 14.008, premiada con 5.000 pesetas.

El primer Gordo correspondió al 2º premio de 3.000.000 pesetas, para el número 16.694, consignado en Salamanca; eran las 11:15 horas. A las 12:15 horas salió el primer premio, de 5.000.000 pesetas, para el número 30.565, consignado en Lérida. A los pocos minutos, la Calle Mayor, donde se vendió el Gordo y los alrededores, presentaban el aspecto de un día grande de fiesta. El segundo premio no fue tan celebrado, ya que un comerciante portugués lo adquirió y se lo llevó a su tierra.

El tercer premio se vendió en Madrid, en la administración de las Cuatro Calles, décimo a décimo. En 1951, el Gordo fue madrugador. Nada más comenzar el sorteo (09:45 horas), el niño Félix Velinañi canta el número 2.704 y Enrique Luis Pardiñas las 15.000.000 pesetas que le corresponden. Se vendió en Madrid, Sevilla, Málaga y Santander.

La segunda serie del Gordo, vendido en la Calle Alcalá 120, tiene una curiosa historia. Luis García era un agente de seguros que prometió a varios clientes extranjeros, que iban a visitarle en diciembre, que compraría unos décimos para el sorteo. Se demoró y al ir a comprarlos se encontró con que se habían agotado. Tras un buen número de pesquisas consiguió que, por medio de la administración le devolvieran los décimos de otras administraciones: 2.701, 2.703 y 2.704. Luis García hizo el reparto con la mala suerte de que no se quedó con el 2.704.

Cuando cada año, el 22 de diciembre nos levantamos y ponemos la radio o la televisión, las voces de los niños del Colegio de San Ildefonso se convierten en protagonistas de una esperanza, la de la fortuna que ellos van a derramar por todos los lugares de nuestra geografía y la de la aventura de cada uno de ellos.

Las voces más famosas

El Colegio de San Ildefonso es seguramente, dentro de las Instituciones del Ayuntamiento de Madrid dedicada a la infancia, la más antigua. Durante 500 años ha estado presente en la ciudad. Su actividad tanto interna –acogida, educación y colocación de madrileños huérfanos-, como externa –celebran liturgias, fiestas públicas, la lotería- ha sido siempre muy intensa.

El año 1988 quedará en la historia del Colegio como una de sus fechas más señaladas. Primero por la renovación del edificio y segundo porque se dotó a esta Institución del personal y los medios más actuales para cumplir con renovada ilusión los fines para los que fue creada en el siglo XV y que, en rigor, permanecen de plena actualidad: corregir las desigualdades sociales, subvenir a la educación y la formación de los más jóvenes.

El primer Sorteo en el que toman parte los niños como extractores fue el 9 de marzo de 1771, y el primer alumno que cantó la lotería fue Diego López.

Historia de la lotería

La Lotería Nacional nació el 30 de septiembre de 1763 mediante un decreto firmado por Carlos III. Su promotor fue el Marqués de Esquilache, que copió el sistema italiano.

La propuesta tuvo una acogida tan favorable que, el 23 de noviembre de 1811, las Cortes de Cádiz aprobaron un nuevo tipo de Lotería denominada por el pueblo “Lotería Moderna”, para diferenciarla de la “Lotería Primitiva”, en la que están basados los sorteos actuales.

El 4 de marzo de 1812, quince días antes de que se proclamara la primera Constitución española, se celebró en Cádiz el primer sorteo de esta nueva Lotería que se componía de 20.000 billetes de 40 reales cada uno, divididos algunos en medios y cuartos de billete.

La Lotería Nacional al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando, más tarde saltó a Ceuta, y según iban retirándose los ejércitos napoleónicos se iba extendiendo su venta, primero al resto de Andalucía y después por toda España.

Los primeros premios extraordinarios nacieron durante la monarquía de Fernando VII. En esta misma época, más concretamente en 1818, comenzó a celebrarse la Lotería de Navidad, un sorteo que, según el mandato real, debía celebrarse el 24 de diciembre. El número premiado con el Gordo fue el 8.705, al que le correspondió un total de 50.000 pesos fuertes.