El pasado viernes 7 de noviembre de 2014, el tenor Javier Camarena repitió el final del aria de La Fille du Regiment “A mes amis”[1]. Fue el segundo bis de la historia del Teatro Real de Madrid y el primero de la era post-Mortier (teniendo en cuenta que la era Mortier acabó en Marzo del año pasado, esto no es muy impresionante).

Sin embargo, la pregunta importante, la que nos corroe y nos llena de duda es que, si este es el segundo bis del Real, ¿cuál fue el primero?. Pues bien, esta intrépida escritora se ha lanzado a la investigación y os trae los resultados.

El primer bis de la historia del Real (supongo que como teatro de ópera, pues hasta 1988 ejerció como teatro de conciertos y las óperas se representaban en el Teatro de la Zarzuela y no fue hasta 1997 que el Teatro Real se reabrió como teatro de ópera) se produjo en el 2009 en la ópera Rigoletto. Lo que se repitió fue un dúo de Rigoletto y Gilda, interpretado por Leo Nucci y Patrizia Ciofi[2]. Teniendo en cuenta que el teatro lleva representando óperas desde 1997, que el primer bis fuese en el 2009 es un poco triste, puesto que significa que o el público aplaude poco -hay gente que dice que sí, yo digo que depende de la ópera: a los bodrios con cantantes regulares se les aplaude bastante poco, sí; pero hay que tener en cuenta que una gran cantidad de los abonados a este teatro vienen del teatro de la Zarzuela de escuchar a Montserrat Caballé y Alfredo Kraus, lo que les convierte en un público exigente- o que los cantantes no son enrollados, sobre todo los famosos. Si vienes poco y encima te aplauden mucho pues ya podrías repetir… En fin, la cosa es que a pesar de no haber sido hasta el 2009 y la escena de este Rigoletto particularmente espantosa, el bis era merecido porque los cantantes eran espectaculares.

Por otro lado, los bises son algo raro en cualquier teatro. En la Scala de Milán, el teatro operístico más famoso del mundo, los bises estaban prohibidos desde 1933, cuando Arturo Toscanini, director del teatro, decidió que la música estaba por encima de las voces y de los intereses del público y que no debía ser alterada por los gustos a una interpretación. No fue hasta 2007, cuando Juan Diego Flórez repitió el aria de La Fille du Regiment de Donizetti en su estreno en la Scala. Como puede verse, esta es un aria que se presta a la repetición (porque es bastante impresionante, tiene 9 dos de pecho, toda una hazaña para un tenor). De hecho, Juan Diego Flórez ha repetido esta aria también en el Metropolitan de Nueva York, donde también estaban prohibidos los bises.

Como puede verse, los bises son una costumbre bastante rara en el mundo de la ópera, a veces incluso llegando a estar prohibidos por considerarse frívolos. De lo que los críticos y directores sibaritas que los prohíben no se dan cuenta es de que el público los agradece, porque escuchar cantar a alguien con una buena voz es un placer y no es muy común hoy en día, ya que en la ópera se ha pasado del culto a la voz al culto a la escena.

Referencias

[1] Bis de Javier Camarena en La Fille du Regiment, 2014

[2] Bis de Leo Nucci y Patrizia Ciofi en Rigoletto, 2009