Ya estamos en el mes de diciembre, un mes en el que es posible evidenciar una amplia variedad de tradiciones que cambian de acuerdo a las culturas o religiones. Este artículo se encuentra dedicado a una costumbre que se practica en aquellos países cuya bandera es la religión católica, una práctica que consiste en la preparación que se debe tener para el nacimiento de Jesús y, por supuesto, de la Navidad: “El Adviento”.

Este es un tiempo especial dentro del calendario litúrgico cristiano, un símbolo de la espera activa para la llegada del Mesías. Por esta razón, se trata de una época para reflexionar sobre el significado que tiene su nacimiento en nuestras vidas y de esa manera renovar tanto la esperanza como la fe.

Desde el domingo más cercano al 30 de noviembre (día de San Andrés Apóstol) hasta el atardecer de la Nochebuena (24 de diciembre), se irá encendiendo una vela diferente durante cuatro domingos para simbolizar la luz que vendrá a este mundo gracias al nacimiento de Cristo.

Para conocer todo sobre esta hermosa tradición, los invito a continuar con esta lectura.

Orígenes de esta tradición

Aunque no lo creas, este periodo no se encontraba asociado con la Navidad en un principio. Durante los siglos IV y V en la antigua Galia (lo que hoy es Francia) y España, este lapso era invertido en la preparación para el bautizo de nuevos cristianos, contemplado para el día 6 de enero, fecha también conocida como Día de la Epifanía. Con este acontecimiento, se solía recordar el momento en que Jesús fue bautizado en el Río Jordán, así como el primer milagro que se le adjudicó.

El adviento comenzó a vincularse con la Navidad desde el siglo VI. Posteriormente, los cristianos no solo recuerdan y reflexionan sobre su nacimiento, sino que hacen lo propio con respecto a su segunda venida a la tierra como juez.

¿Cómo se calcula el adviento?

El calendario litúrgico estableció que comienza el cuarto domingo antes de la Navidad, marcando así un tiempo de espera activa e incluso de reflexión. Para establecer la fecha de inicio en un año en particular, se cuenta hacia atrás cuatro domingos antes del 25 de diciembre. Como la Navidad tiene una fecha fija, el Adviento comienza generalmente entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, dependiendo del día de la semana en que caiga el 25 de diciembre.

Es preciso mencionar que cada uno de los cuatro domingos de Adviento representan una emoción en particular:

  1. Primer domingo (30 de noviembre de 2025): Esperanza.

  2. Segundo domingo (7 de diciembre de 2025): Paz.

  3. Tercer domingo (14 de diciembre de 2025): Alegría. La vela que se encienda en este día debe ser de color rosado, porque representa felicidad por el hecho de que la Navidad ya se acerca.

  4. Cuarto domingo (21 de diciembre de 2025): Amor.

Por lo general, durante este tiempo, las familias y comunidades suelen realizar actividades espirituales, como: oraciones, peticiones, agradecimientos, lecturas bíblicas (principalmente las de Isaías por ser el profeta de la esperanza o la predicación de San Juan Bautista para preparar el camino), sin dejar de lado la decoración navideña.

¿Se puede representar el adviento con otros símbolos?

La Corona de Adviento es uno de los símbolos más conocidos y utilizados en esta temporada. Está hecha de ramas de pino o abeto y lleva cuatro velas.

Además de la ya mencionada corona, otra costumbre que cada vez toma una mayor fuerza en el mundo es el calendario de Adviento. Esta tradición es originaria de Europa, especialmente de Alemania. Como su nombre lo indica, se trata de un calendario con 24 o 25 compartimentos, ventanas, bolsillos o sobres, que se enumeran del 1 al 24 o 25 con el que se van contando los días que faltan para la Navidad. En el interior de cada casilla, se suelen guardar pequeños obsequios, dulces, mensajes, al igual que actividades.

Este se utiliza en el mundo empresarial, pero también en los hogares, de manera que las personas puedan contagiarse de esa energía que trae consigo la Navidad.

Por si fuera poco, existen otros íconos con los que también es posible representar este período. Estos son: el pesebre y el árbol de Jesé. Este último consiste en un instrumento que muestra la vida de Jesús a través de su genealogía. Del 1 al 24 o 25 de diciembre, se van narrando historias bíblicas de los antepasados de Jesucristo con el fin de conocer desde la creación hasta su nacimiento y cada uno de esos árboles se decoran con símbolos alusivos a cada historia.

Cabe mencionar que todos estos íconos ya mencionados son ideales para preparar el espíritu para el nacimiento del Mesías.

¿Es importante practicar esta costumbre?

La práctica del Adviento cada año tiene varios beneficios tanto sociales como espirituales que se detallan a continuación:

  • Fortalece la fe y la esperanza: es un recordatorio del verdadero significado de la Navidad.

  • Fomenta la reflexión: en este tiempo, resulta propicio evaluar cómo ha sido nuestra vida este año, agradecer y hacer cambios positivos para el siguiente.

  • Promueve la unión familiar y comunitaria: decorar la corona o rezar juntos son actividades que fortalecen los lazos afectivos.

  • Enseña valores como la paciencia, esperanza y la generosidad, los cuales resulta necesario rescatar durante la época decembrina.

Como han podido leer, el Adviento es un tiempo de alegría, esperanza, pero sobre todo reflexión, que nos acerca al verdadero propósito de la Navidad. Practicarlo en familia o en comunidad fortalece los valores e invita a vivir con mayor espiritualidad y gratitud.