Cuatro personas han muerto este año por una bacteria carnívora en Florida que está presente en el mar, según el Departamento de Salud del estado, que alertó de un posible incremento de casos en el verano.
Un total de 11 personas se han infectado este 2025 de la bacteria Vibrio Vulnificus, que se alimenta de carne humana, vive en aguas marinas cálidas y también puede contraerse al comer mariscos crudos en concha, en particular ostras, expuso el Departamento de Salud en un aviso público.
Por ello, las autoridades sanitarias recomendaron no entrar al agua a quienes tengan heridas recientes, alguna enfermedad autoinmune, o padecimientos crónicos del riñón o el hígado.
Como se encuentra de manera natural en aguas marinas cálidas, las personas con heridas abiertas pueden quedar expuestas a Vibrio vulnificus a través de contacto directo con el agua del mar. No hay evidencia de transmisión de persona a persona.
¿Qué es la Vibrio Vulnificus?
La bacteria Vibrio vulnificus es un patógeno oportunista del ser humano, provoca infecciones normalmente a través del consumo de mariscos o pescado crudo, aunque puede también ingresar al organismo durante el baño a través de heridas superficiales.
La Vibrio vulnificus tomó estado público hace unos años también en el cono Sur por haber causado la muerte de un hombre de 50 años en el balneario Solís del Departamento de Maldonado en Uruguay. Ante este hallazgo, la División SADEBAC de la Asociación Argentina de Microbiología elaboró el presente informe.
Vibrio vulnificus es un bacilo gram negativo curvo y móvil. La mayoría de las cepas no fermentan la sacarosa, generan colonias verdes en agar TCBS.
Recientemente se desarrolló un método de PCR en tiempo real que detecta copias del gen toxR en 2 horas y sería adecuado para el diagnóstico especialmente de los casos de septicemia.
Pertenece al género Vibrio que es el de mayor importancia clínica de los 6 que componen la familia de las Vibrionaceae. El V. vulnificus produce septicemia primaria con un 50% de fatalidad e infecciones graves de heridas.
Peligros y virulencia
Lo más peligroso es que muchos aspectos epidemiológicos, biológicos y patogénicos todavía hoy son poco conocidos. Entre ellos, es destacable el hecho que afecta principalmente a varones mayores de 40 años. Son especialmente vulnerables los individuos con enfermedades hepáticas, diabetes y problemas inmunológicos en general.
Sus principales factores de virulencia son la cápsula, los pili, el lipopolisacárido de la pared y algunas proteínas extracelulares. La cápsula inhibe la fagocitosis y estimula la liberación de citoquinas inflamatorias. La adherencia se logra por los pili, flagelos y proteínas de membrana.
Uno de los factores más llamativos es que es capaz de sobrevivir en medio ácido. Libera hemolisinas y metaloproteasas que producen daño celular, citotoxicidad hemólisis, apoptosis y necrosis celular.
Es una bacteria de distribución universal
Se han informado casos de infecciones humanas en Dinamarca, Suecia, Alemania, EE. UU., España, Turquía, Holanda, Bélgica, Israel, Italia, Corea, Japón, Taiwán, India, Tailandia, Australia, Brasil y Uruguay.
Aunque no de adquisición local, cabe destacar el reporte reciente de un caso de infección de piel y partes blandas por este Vibrio en un paciente que ingresó al Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires con un cuadro de celulitis de pie derecho asociado a fiebre y úlcera de fondo necrótico.
El paciente había referido contacto previo con medio acuático marino en la costa de Uruguay. Forma parte de la microbiota habitual de las aguas templadas de los estuarios (más de 18 °C de temperatura) y aparece asociada a moluscos bivalvos y otros mariscos durante los meses de verano.
En la Argentina se lo aisló en tres oportunidades en la fracción del microplancton del estuario del Río Negro en la Patagonia.
Las infecciones humanas ocurren por consumo de frutos de mar o por exposición de heridas al agua salada. En los EE.UU. lo más frecuente (más del 95%) es la infección por consumo de ostras crudas. En el Uruguay, donde se registraron otros casos en años anteriores, según los especialistas, por el contrario, parece ser que las heridas expuestas fueron la principal puerta de entrada.
Esta bacteria puede seguir reproduciéndose en el interior de las ostras aún después de cosechadas por lo que aumenta considerablemente el inóculo si no se las enfría rápidamente. El umbral para producir infección humana es de 103ufc/g de tejido de ostras.
Tres biotipos
Se han reconocido tres biotipos, pero el biotipo 1 es el responsable de casi la totalidad de los casos de infecciones humanas en el mundo.
El biotipo 2 es un patógeno de anguilas, se lo encuentra en aguas saladas europeas y ha producido algunos casos raros de infecciones en seres humanos.
El biotipo 3 se encuentra en peces de agua dulce y parece estar limitado a Israel. Ha producido muy pocas infecciones humanas en personas que manipulaban tilapias en cultivos acuáticos.
El cuadro de sepsis se presenta con un comienzo brusco de fiebre y escalofríos, vómitos, diarrea y dolor abdominal y pueden aparecer lesiones secundarias en la piel. En el caso de las infecciones de heridas, éstas pueden progresar hacia celulitis con necrosis extensa, myositis y fascitis necrotizantes. Por su naturaleza bullosa, algunos casos, pueden incluso confundirse con gangrena gaseosa. La mortalidad en caso de heridas es de un 20 a un 30%, aunque en los sobrevivientes puede dejar secuelas graves.
Las infecciones por V. vulnificus son muy poco frecuentes: menos de 100 casos anuales en el mundo, con 85 internaciones y 35 muertes.
Si bien la mortalidad es elevada tanto en septicemias primarias como en heridas infectadas, es probable que esté globalmente sobredimensionada por falta de notificación de casos leves, por ejemplo, de gastroenteritis que no se internan.
La mortalidad puede disminuirse, incluso en septicemias, hasta en casi la mitad de los casos, con un tratamiento antibiótico precoz (dentro de las 24 horas del comienzo de los síntomas. En casos de heridas infectadas es crucial el desbridamiento del tejido necrótico.
Como medidas de prevención se sugiere la cocción de pescados y mariscos y la no exposición de heridas al agua de mar.