En los últimos años, la tecnología wearable ha revolucionado el modo en que las personas gestionan su bienestar y monitorizan su salud.

Los avances en tecnología han hecho posible que ahora podamos realizar un monitoreo constante y personalizado de nuestra salud, lo cual representa no solo una ventaja significativa para las personas comunes y corrientes sin ningún conocimiento médico avanzado sino también para entidades y profesionales de la salud. Desde el seguimiento de la actividad física hasta la medición de signos vitales clave, los ‘wearables’ han transformado nuestra forma de interactuar con nuestro cuerpo y bienestar general.

El término ‘wearable’ proviene del inglés y significa "que se puede usar" o "vestible". Cuando hablamos de dispositivos ‘wearables’, nos referimos a elementos como relojes, pulseras, auriculares, gafas, zapatillas, llaveros o cualquier otro accesorio o prenda que podamos llevar puesta y que sea capaz de realizar funciones adicionales mientras nos proporciona información de interés.

Monitoreo y detección médica

Uno de los mayores beneficios de los dispositivos ‘wearables’ es su capacidad para proporcionar un monitoreo continuo de la salud. Esto le permite al usuario obtener datos en tiempo real sobre su estado físico. Por ejemplo, un reloj inteligente (o ‘smartwatch’) puede registrar la frecuencia cardíaca durante todo el día.

Teniendo esto en cuenta, así como que —a diciembre de 2024— las ventas de ‘wearables’ alcanzaron 538 millones de unidades, de acuerdo al Worldwide Quarterly Wearable Device Tracker de International Data Corporation (IDC), habla no solo de una enorme recolección de datos, sino también de un alto interés en el bienestar y la salud.

Asimismo, lo menciona César Morcillo, director médico del Hospital Digital de Sanitas y jefe de Servicio de Medicina Interna en el Hospital Sanitas CIMA al periódico El Mundo en 2021: “la gente está cada vez es más consciente sobre la importancia de cuidar su salud y, tanto estos dispositivos como los móviles, nos ayudan a hacerlo”.

Y es que dicho monitoreo puede resultar clave para la detección temprana de posibles problemas de salud. Por ejemplo, muchos ‘wearables’ pueden detectar alteraciones en el ritmo cardíaco, como la fibrilación auricular, un trastorno que puede provocar un derrame cerebral si no se trata adecuadamente.

Ejemplo y caso exitoso es la app CardioSignal que utiliza el acelerómetro y giroscopio del celular para detectar la fibrilación auricular. Este aplicativo cuenta con una tecnología que lo certifica como dispositivo médico y como detector de problemas cardíacos sin necesidad de un equipamiento especializado, además de contar con una precisión del 96%.

Monitoreo del sueño: mejorar la calidad del descanso

La calidad del sueño es esencial para una buena salud física y mental. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de los patrones de su descanso hasta que experimentan síntomas como fatiga crónica, dificultad para concentrarse o trastornos del ánimo.

Los ‘wearables’ han sido diseñados para abordar este problema mediante el seguimiento detallado de las fases del sueño. Sensores integrados en estos dispositivos pueden medir la duración del sueño, así como la cantidad de tiempo que pasamos en las fases de sueño ligero, profundo y REM.

Algunos dispositivos avanzados, como el Fitbit Charge o el Apple Watch, incluso ofrecen recomendaciones personalizadas basadas en el análisis del sueño, como ajustar los horarios de descanso o adoptar una rutina relajante antes de acostarse.

Los datos recopilados por los wearables también pueden ayudar a identificar trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño. La apnea, en particular, es un trastorno respiratorio que afecta a una gran cantidad de personas, y sus síntomas no siempre son evidentes.

Al utilizar un ‘wearable’ que registre la calidad del sueño y las variaciones en la respiración durante la noche, los usuarios pueden obtener una indicación temprana de este problema, lo que puede llevar a una intervención médica oportuna.

Mucho más que una app de salud

La verdadera potencia de los ‘wearables’ radica en su capacidad para integrarse con plataformas de salud y bienestar. Los datos recopilados por los dispositivos portátiles pueden sincronizarse con aplicaciones de salud que proporcionan un análisis detallado y personalizado.

Además, las funciones de monitoreo también son aplicadas y sincronizadas con aplicaciones de la actividad física y ejercicio. También pueden indicar cuándo es adecuado tomarse un descanso para evitar el agotamiento, lo que contribuye a mejorar el rendimiento y prevenir lesiones a largo plazo.

La integración con estas y muchas otras plataformas también permite que los profesionales de la salud tengan acceso remoto a los datos de sus pacientes. Esto puede ser especialmente valioso para quienes padecen enfermedades crónicas, ya que los médicos pueden monitorear sus condiciones de forma constante y realizar ajustes en sus tratamientos en función de los datos más recientes.

Sin embargo, y al integrar este tipo de tecnología en la vida cotidiana, el exceso de información y data puede generar no solo una vulnerabilidad frente a la información personal, sino que incluso estrés y ansiedad debido al constante monitoreo de la salud. Así lo describe Kate Miskevics, terapeuta licenciada especializada en ansiedad, TOC y trastornos alimentarios: "Si bien, en un principio, poder rastrear datos específicos puede ser motivadora para alcanzar metas, también puede causar una fijación u obsesión poco saludable".

Lo anterior invita a ser más responsables a la hora de adquirir un cualquier tipo de tecnología ‘wearable’, pues si bien puede ser una herramienta supremamente útil a la hora de detectar, monitorear o incluso prevenir algún tipo de enfermedad, también puede llegar a inducir a estrés o ansiedad por su salud (tal y como lo indica un estudio del Journal of the American Heart Association).