Para hablar de poesía erótica costarricense devolvamos un poco a la historia para validar de dónde sale la palabra “erotismo”.

En la cultura griega, tenemos al dios Eros que encarna la fuerza y la omnipotencia creadora del deseo amoroso, al cual se hallan sometidos todos los seres vivos sin distinción: humanos, animales e, incluso, los mismos dioses. En otras culturas lo relacionan con la fuerza creadora y que unida genera caos.

Tenemos el concepto metafísico:

  • Erotismo como una salida del ser individual que se proyecta hacia algo o alguien. “El instinto del hombre es espejo de su espíritu; pero también la naturaleza y el grado de la sexualidad de un hombre se proyectan (como dice Nietzsche) hasta las más altas cumbres de su espíritu” (Rattner, 1972, p. 14).
  • La Biblia lo relaciona como una relación mística cuando describe en el Cantar de los Cantares, al amado pastor y la sulamita con el pueblo de Israel y su relación con Yahvé.
  • Existen poetas místicas eróticas como Sor Juana Inés de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, o San Juan de la Cruz.

El Rey Salomón como escritor del Cantar de los Cantares dice como versión bíblica:

Los labios de mi novia destilan pura miel;
debajo de tu lengua se encuentra leche y miel,
y la fragancia de tus vestidos es la de los bosques del Líbano.

Otro cántico espiritual de San Juan de la Cruz, mil quinientos años después, un eco directo del libro hebreo:

Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura al monte
y al collado donde mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.

Sor Juana Inés nos delata:

Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que, aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos
y pecho si te labra prisión mi fantasía.

Erotismo como vanguardia

El lenguaje utilizado en la poesía de vanguardia costarricense es un lenguaje suave, metafórico, que sugiere el erotismo. No hay lenguaje ampliamente explícito, ni con una connotación asociada tanto con lo físico-sexual, sino que hay una tendencia a lo amoroso y sensorial con una fuerte inclinación a esa imagen liberadora y de búsqueda “fuera” de lo individual.

Una constante en la mayoría de las poetas es la trascendencia a partir de la búsqueda de un estado superior (ontológico-espiritual) a su ser material: el erotismo se convierte en la vía para traspasar lo físico.

Eunice Odio (1919-1974)

Eunice Odio es la gran poeta de Costa Rica de todos los siglos, una de las más importantes voces de Hispanoamérica y del continente. Tuvo que someterse a la indiferencia, rechazo y la estructura moral y social de una sociedad que la señaló y la invisibilizó, especialmente la costarricense que la excluyó, prácticamente, de su memoria hasta años recientes. Ahora, ya hay estudios de sus obras e interés de los medios. Pero su muerte fue en solitario y vivió autoexiliada en México.

Algunas características que destacar sobre sus textos serían:

  • Los elementos terrestres son un canto amoroso a la constante búsqueda del amado que siempre retorna para alejarse nuevamente. “La presencia bíblica es patente (El cantar de los cantares), al igual que la presencia de los clásicos grecolatinos y místicos como San Juan de la Cruz, lo que nos indica la sólida formación literaria de Eunice a temprana edad –lo escribió cuando contaba con veintitrés o veinticuatro años”. Se respira un erotismo sensible, suave, sin predio de vulgaridad, pero anuente al ansia y la devoción con el amado.
  • Su poesía es la base para que otros poetas costarricenses se animen a escribir el erotismo como un rasgo de la poesía de Vanguardia hasta nuestros días. De allí, surgen voces como Alfonso Chase, Ana Istarú, Eliette Ramírez, Leda García, y otros autores que siguen cantando poéticamente a lo erógeno y a los cuerpos. Pero siempre se trasciende ese salirse del cuerpo como una evocación mística. Uno de los poemas Eunice:

Tus brazos como blancos animales nocturnos
afluyen donde mi alma suavemente golpea.

A mi lado,
como un piano de plata profunda
parpadea tu voz,
sencilla como el mar cuando está solo
y organiza naufragios de peces y de vino
para la próxima estación del agua.

Luego,
mi amor bajo tu voz resbala.

Mi sexo como el mundo
diluvia y tiene pájaros,

Y me estallan al pecho palomas y desnudos.

Y ya dentro de ti
yo no puedo encontrarme,
cayendo en el camino de mi cuerpo,

Con sumergida y tierna
vocación de espesura,

Con derrumbado aliento
y forma última.

Tú me conduces a mi cuerpo, y llego,
extiendo el vientre
y su humedad vastísima,
donde crecen benignos pesebres y azucenas
y un animal pequeño,
doliente y transitivo.

A pesar de su fin trágico y su sentimiento de abandono por las letras costarricenses, su pueblo, su país, su Centroamérica la ha valido después de su muerte, como suele ser, y podemos encontrar muchos estudios de su obra.

Ella suele ser esa esmeralda pulida que brillará en todos los que nos influyó. Su poesía marcó un antes en mi poesía erótica. Y el mundo, debe reconocer su valor y entereza para escribir un tema que aún sigue siendo etiquetado y sobre juzgado.

Tú eres esa flor,
que cortaron antes
pero jamás
los siglos han despojado su aroma.