Se cree que la palabra “naipe” tiene varios orígenes. Por un lado, viene del mandarín naibis, también se dice que proviene del catalán naíp y a su vez este podría venir del árabe ma'íb. Lo cierto es que tanto las españolas, las del uno, las usadas para el solitario u otras cartas lúdicas, comparten el mismo origen: China. Se cree que durante el Siglo IX los orientales comenzaron a jugar con naipes muy parecidos en forma y tamaño a los que conocemos actualmente, con algunas diferencias como dibujos de monedas, cuerdas y bastones. No es casualidad que hayan nacido en el mismo lugar de donde se originó el papel; los naipes chinos estaban hechos de un derivado del papel moneda y se jugaban de una forma similar al dominó, juego también inventado en China. También se cree que, en un principio, el juego de naipes estaba destinado únicamente para la clase alta hasta que se popularizó para todas las personas.

En el Siglo XII ya aparecieron en Egipto y en la India, y fue recién entre el Siglo XIV y el XV que los naipes llegaron a Europa a través de las cruzadas y las famosas rutas para el intercambio comercial. Pero en realidad, los naipes que usamos hoy en día tienen una gran influencia de los originados en Persia, los Ganjifa, los cuales tenían muy parecida estructura y función a las cartas actuales, conteniendo 10 personajes o avatares mitológicos o históricos, pero en ese caso eran naipes redondos elaborados de madera o marfil con decoraciones de piedras preciosas.

Los primeros naipes europeos se produjeron en Italia y Francia, y para el año 1300 ya eran muy conocidos por Europa. Sucedió que en el Principado de Cataluña los empezaron a prohibir ya que eran una distracción muy fuerte que ocupaba el tiempo que debía usarse para rezar, por lo que las cartas eran vistas como un enemigo para la iglesia, además de que las consideraban un elemento anticristo. También ocurrió que con las cartas mamelucas de Egipto, el islam prohibió que tuvieron representaciones de figuras “grandiosas” como reyes o caballeros con espada, por eso incluyeron dibujos en lugar de diseños con humanos. También se prohibió el uso de los naipes en Francia durante 1397, por un decreto que prohibía jugar a las cartas a las personas de clases trabajadoras durante los días laborables para evitar distracciones.

Las cartas francesas fueron las que comenzaron a introducir en el Siglo XV a los personajes humanos como los que tenemos hoy en día, pero en este caso los relacionaron a grandes figuras mitológicas o de la historia. Los que tenían el oficio del armado de estas cartas empezaron a asignar distintos personajes a las mismas, poniendo por ejemplo a Carlomagno para el rey de corazones, al rey de picas le asignaron la figura religiosa de David, al de diamantes a Julio Cesar y el de tréboles a nuestro amigo Alejandro Magno, de quien estuvimos hablando en mis artículos anteriores. También estaban Pallas Atenas para la reina de picas, Héctor de Troya para la sota de diamantes y Lancelot para la sota de tréboles. De todas formas, las representaciones de los naipes fueron acompañando los distintos contextos históricos, siendo cambiados por ejemplo durante la Revolución Francesa, donde justamente lo que menos quería el pueblo era ver las figuras de reyes en las cartas, por lo que eran modificados por ejemplo con pensadores.

Por otro lado, si hablamos de cartas no podemos dejar de lado a las del tarot que también provienen de los naipes. Una de las creencias dice que el tarot habría nacido en el Siglo XV en Italia, cuando un duque mandó a hacer sus propios naipes a pedido para su casamiento. Luego de eso habrían empezado a circular, pero no de la forma que las conocemos actualmente, sino que eran mazos de cartas lúdicas que contenían los palos normales y también otras cartas llamadas triunfos que representaban distintas cosas divinas como la esperanza o la caridad. Fue hacia el Siglo XVIII que estas cartas se popularizaron siendo asociadas a la adivinación. Los diseños siguieron evolucionando, sumando cartas con nuevos personajes y complejizando el sistema de interpretación. No se sabe cuándo comenzaron a usarse para la adivinación, pero se cree que el tarot salió a la calle y se popularizó con ese fin gracias a las gitanas que comenzaron a ofrecer el servicio por las calles.

Hacia finales del Siglo XIX fueron establecidos algunos estándares para la producción de los naipes, como el tamaño estándar, algunos patrones para los diseños de las cartas y de las figuras y se estableció que la cantidad de cartas por mazo debe ser de 52.

En la actualidad existen muchísimos juegos de cartas que se usan para diversos juegos, ya sea con las más popularizadas cartas españolas o con cartas propias de cada juego como el Chancho va, algunos juegos de cartas que se usan en las previas, seguro también jugaste a La escoba del 15, al póker, o en el casino al Blackjack. Existe una variedad infinita de juegos lúdicos con cartas para todas las edades. ¿Cuál era tu juego de cartas favorito de la infancia? ¿Actualmente seguís jugando a alguno?