No estoy exponiendo nada nuevo si digo que las emociones son importantes en cuestión de salud. Una emoción es un estímulo directo que afecta a nuestro organismo y a nuestra energía vital. Podemos encontrar fácilmente la relación emocional de una enfermedad en cualquier buscador de internet o intentar reconocer en nosotros mismos qué sensaciones tuvimos, qué nos pasó justo antes de que apareciera un problema de salud. Pero hoy no voy a hablar solo de personas, hoy quiero hablar de Coco.
Mientras descansábamos sentados en un pequeño muro del camino, aquel domingo, observábamos a la gente pasar. Durante unos segundos me quedé mirando un bonito perro que iba encima de un carrito. Enseguida pensé, ¡vaya, mira qué cómodo va! La chica que empujaba el carro se dio cuenta de que no apartaba la mirada y decidió parar para que pudiera seguir observando. Enseguida, Iván que había mantenido su atención en el mismo foco que yo, preguntó: ¿Qué le pasa? ¿No puede caminar? La chica muy amable nos explicó que tenía un problema de salud, que le habían diagnosticado narcolepsia con episodios de cataplejía.
-¡Oh! No sabía que los animales pudieran tener narcolepsia. ¿Quieres decir que se queda dormido en cualquier momento?
-Así es, como le gusta tanto salir a la calle, mi hermana me ha regalado este carro para que podamos seguir paseando, me daba pena ver como se caía desplomado en el suelo cada vez que salíamos a pasear. Además de dormirse, la cataplejía hace que sus músculos pierdan fuerza y no respondan.
Su hermana, que la acompañaba, asentía con semblante agradable.
En seguida me cuestioné qué podía haberle ocasionado ese problema a su perro y sin filtros le pregunté que si había pasado algo traumático en su vida.
Los ojos de la chica empezaron a brillar y a contener las lágrimas a la vez que se esbozaba una bonita sonrisa en su cara. Noté que estaba encantada de poder explicarnos lo que le había pasado, ella también necesitaba exteriorizarlo.
Nos explicó que tanto Coco, su perrito, como ella habían pasado por un divorcio. Su ex pareja había decidido retener a Coco y no dejaba que tuviera contacto con ella. Había aumentado así el sufrimiento durante la ruptura. Ella no quería separarse de Coco y a Coco nadie le dejó opinar.
Después de unos meses sin ver a su fiel compañero, se encontró con él en la calle. Coco nada más verla, salió corriendo hacia ella, ¡estaba tan contento! ¡Por fin volvían a verse!
Ese día la chica no dudó de que Coco se escaparía, había comprobado que ella seguía queriéndolo, que no se había olvidado de él y que lo recibiría con la misma alegría que ya se habían demostrado en aquel encuentro. Al llegar a casa, la chica advirtió a sus padres de que Coco no tardaría en encontrar la manera de llegar hasta ella. Esa misma noche, Coco se escapó y apareció en casa de su querida compañera, esta vez había decidido expresar con quien quería estar.
La chica no tardó en comunicarle a su ex pareja que Coco estaba con ella, que no se preocupara. Este gesto hizo que él reconociera que el pequeño animal no estaba bien, que claramente había notado que no era feliz en su casa.
A partir de ese día, Coco volvió a su hogar, al lado de su querida amiga, fuera donde fuera, lo importante era estar con ella.
No podemos saber qué pasó durante el tiempo en el que Coco estuvo separado de su compañera, pero es muy posible que no pudiera dormir bien, que su sistema nervioso se viera alterado, que su estado de tristeza y ansiedad provocaran en él la narcolepsia.
La somnolencia excesiva es el principal síntoma de este trastorno, debe ser entendida como la que sufre cualquier sujeto normal al privarlo de sueño. La cataplejía son episodios de breve duración de atonía muscular desencadenados generalmente por emociones intensas como rabia, risa, llanto, ira, etc.
Según Rottenberg, el sueño es fundamental para «limpiar» o «disminuir» el estrés diario ya que impide llegar a niveles extremos de colapso emocional y psicológico. En procesos de estrés continuado, el sistema dispara erróneamente la respuesta y puede ocasionar que durante breves instantes se pierda la tonalidad motora produciendo a continuación la entrada en sueño REM.
Así, para el caso del narcoléptico, su estado fisiológico le indica «que algo está ocurriendo y algo necesita hacerse». El estado de activación continuo indica a la consciencia que aún no se ha dado una respuesta eficaz, alertando al organismo y demandando al sistema mental un procesamiento adicional para abordar eficientemente el problema.
Para W. James, toda consciencia es motora, para los sujetos narcolépticos, las sensaciones que afectan su estado emocional le llevan a una inhibición motriz (parálisis), muy similar a la que ocurriría en situaciones extremas, como la parálisis ante un miedo intenso.
Una causa probable de la narcolepsia es la incapacidad de tomar decisiones ante un miedo extremo. En el subconsciente suele aparecer el deseo de huir de todo, como si dijera: deseo no estar aquí.
En el inicio de la narcolepsia, es común que se empiece durmiendo siestas «porque se siente sueño», hasta que llega un punto en que se utiliza inconscientemente esta «táctica» para evadirse. Se da en personas que no viven a gusto, pero «no cambian nada», no toman decisiones. En este caso, Coco, no encontró recursos para comunicar lo que quería y cambiar su situación o por lo menos no le tuvieron en cuenta hasta que se escapó.
La narcolepsia ocurre también en personas que, aunque se presumen trabajadoras, lo hacen en un ámbito que odian, que no les gusta, pero se sienten incapaces de cambiar de actividad.
Se ha visto también que, si se presenta desde la niñez, en muchas ocasiones obedece a hijos de padres muy «castrantes», que viven dando órdenes y obligando al niño a hacer cosas que no le gustan. Así, el niño evade a sus padres y la presión que éstos representan.
En ocasiones las emociones nos desbordan y necesitamos sanar aquello que las provocó.
Desde aquí, deseo que Coco vaya recuperándose y pronto vuelva a caminar y a correr sin problema.
Ser conscientes de que los animales sienten alegría, tristeza, dolor, placer, miedo, seguridad y todos los demás sentimientos al igual que nosotros, es el primer paso para colaborar en su bienestar.