La pasión por la escritura se inició en mí desde bien pequeña. Encontré en las palabras escritas la forma de ver mis pensamientos desde otra perspectiva, una que me daba la posibilidad de comprender lo que sentía. Mi sensibilidad ha sido siempre alta y poder expresarla escribiendo me libera y me da fuerzas para comprender lo que vamos viviendo, y digo vamos porque nunca estamos solos o por lo menos yo así lo siento.
Considero el autoconocimiento una herramienta necesaria que uso cada día haga lo que haga. La reflexión, la intuición y la magia forman parte de mi esencia más humana. No obstante, mis estudios se enfocaron en la Administración y Finanzas, creo que elegí esa rama para anclarme un poco y no estar siempre en las nubes.
Escribo por vocación, escribo porque es mi voz interior la que pide salir al exterior. Creo en la sabiduría interna y en que solo hay que estar atenta para poder reconocerla. Somos aquello que vamos descubriendo mientras nos sorprendemos. Y que sería la vida sin sorpresa sino un camino insulso y rutinario. Es por ello que mis manos dan paso a los relatos que todos llevamos dentro, porque lo que yo cuento es parte de todos los seres humanos.
Preparo mi primer manuscrito sin prisa y con la ilusión de publicarlo para que mis historias lleguen a otros. Venimos con lo puesto y nos llevaremos lo que hayamos entregado. No se me ocurre una mejor manera de ofrecer lo que llevo dentro que escribiendo. Disfrutar con lo que hacemos es amar lo que somos.
Profundizar, investigar y resaltar lo que encuentro es lo que pretendo con todo lo que hago. Mi afán de aprendizaje me abre a temas diversos y llena mis días de felices encuentros.