La paz es un anhelo de la humanidad, aun la guerra es la búsqueda de la paz por una vía equivocada. La paz depende de la energía especial. El descubrimiento de dicha energía especial será presentado en esta ponencia. La interconexión de todos los sistemas, y seres del universo nos lleva al análisis de la paz desde los fundamentos ontológicos y epistemológicos. El análisis y entendimiento de la paz es el primer paso para dar solución a la crisis de la humanidad. Y la jerarquía de los fundamentos del orden universal nos da la pista para alcanzar la anhelada paz mundial.

La paz desde la esencia universal

La paz tiene relación con la esencia universal. La esencia universal es la inseparabilidad de la energía y la materia.

En la interacción de la energía y la materia surgen dos estados para el ser humano: la paz y la guerra. La paz refleja el estado estable y la guerra refleja el estado inestable. La estabilidad depende de la energía de cohesión fuerte y, la inestabilidad depende de la energía de cohesión débil. Por tanto, en el plano ontológico la guerra refleja la inestabilidad del sistema. Y la paz refleja la estabilidad del sistema. Ambos estados, la guerra y la paz dependen de la energía. La energía fuerte genera la paz y la energía débil genera la guerra. La energía débil no mantiene la cohesión del sistema dando lugar a la inestabilidad. Y la inestabilidad del sistema da lugar a la guerra.

La paz desde el principio de inseparabilidad

Según el principio de inseparabilidad la energía y la materia son inseparables. Este principio se refleja a nivel de las personas en la inseparabilidad de la mente y el cuerpo. A nivel de la sociedad se refleja en la inseparabilidad de la política y el Estado nacional. A nivel de la humanidad se refleja en la inseparabilidad del sistema filosófico y el Estado Universal de la Tierra. Los tres niveles de organización son sistemas inseparables de materia y energía. En los tres niveles de organización la estabilidad respectiva depende de la energía fuerte y, la inestabilidad depende de la energía débil. A nivel de la persona sus conflictos son originados por su energía mental débil. A nivel de la sociedad los conflictos sociales son generados por la energía débil de sus valores sociales. A nivel de la humanidad los conflictos globales también son originados por la energía débil de sus valores sociales. Los valores son una forma especial de energía.

La paz desde el principio de conservación

Según la esencia universal la energía se conserva integrándose a la materia. Cuando la energía se integra a la materia forma un sistema. Este sistema puede ser estable o inestable. El sistema inestable depende de la energía débil y el sistema estable depende de la energía fuerte. De acuerdo con el principio de conservación solo se conservan los sistemas estables, por lo tanto, la energía fuerte se conserva en los sistemas estables.

En el ser humano en los tres niveles de organización debe primar la energía fuerte para conservar la estabilidad. A nivel de la persona se necesita una mente fuerte. A nivel de la sociedad se necesita un sistema político fuerte o consistente. A nivel de la humanidad se requiere un sistema filosófico fuerte. La fortaleza depende de la energía, cada sistema de organización tiene su correspondiente energía. En la persona la energía lo determina las ideas fuertes, las ideas fuertes tienen su base en la verdad. A nivel de la sociedad un sistema político tiene su fundamento en un sistema filosófico. A nivel de la humanidad un sistema filosófico tiene su fundamento en las verdades universales. Las verdades universales tienen su fundamento ontológico en los principios y leyes del universo. Así, la paz no depende de la voluntad del ser humano, tampoco depende de la buena intención, la paz depende de la verdad. Y la verdad depende de los principios y leyes del universo.

La paz desde el principio de destrucción

Según la esencia universal la energía y la materia son inseparables. Esta inseparabilidad consiste en la mutua dependencia y la interacción o mutua transformación. La energía tiende a conservarse y, la materia tiende a destruirse. La materia es un sistema de organización, tiene estructura, mientras que la energía carece de estructura. Solamente pueden desintegrarse los sistemas de organización. Así, el principio de destrucción es inherente a todos los sistemas estructurales o sistemas de organización. Existen sistemas estables y sistemas inestables. Los sistemas inestables se deben a la debilidad de la energía de cohesión. Y los sistemas estables se deben a la energía de cohesión fuerte. La debilidad de la energía de cohesión genera la inestabilidad, y la inestabilidad genera la guerra. Una guerra mundial refleja la debilidad de los valores de la humanidad. Los valores son formas especiales de energía correspondiente al ser humano. La ausencia de valores universales genera la crisis de la humanidad.

La paz desde la ley de la dependencia

La paz depende de la estabilidad del sistema, la estabilidad depende de la simetría entre la energía y la materia. En la humanidad la simetría depende del equilibrio del Estado Universal de la Tierra con su sistema filosófico universal. El equilibrio entre la energía y la materia determina la estabilidad temporal. Para que la estabilidad sea duradera la energía debe ser superior al sistema. La superioridad de la energía determina el desarrollo del sistema. El desarrollo del sistema determina la durabilidad en el tiempo. Por tanto, el sistema filosófico universal debe reflejar el orden del universo basado en sus principios y leyes universales. Así, la paz duradera depende de la integración de la humanidad al orden universal.

La paz desde la ley de la interacción

De acuerdo con la esencia universal la energía y la materia están en continua interacción. Esta interacción consiste en la mutua transformación de la energía a la materia y de la materia a la energía. En la humanidad el sistema filosófico universal como una forma de energía debe transformarse en la conciencia universal de cada ciudadano de la Tierra. Esta transformación es la materialización de la energía. La humanidad con una conciencia universal es el soporte del Estado Universal de la Tierra. Lo cual indica que el Estado Universal de la Tierra es insostenible sin la conciencia universal de la humanidad. Así, el Estado Universal de la Tierra es la materialización el sistema filosófico universal.

La paz desde la ley de la integración

En la naturaleza los sistemas están integrados conformando niveles de integración. Estos niveles de integración en el ser humano son: la persona, la sociedad y la humanidad. Los niveles de organización reflejan un orden universal. Este orden universal está determinado por las leyes y principios universales. Estos principios y leyes universales determinan la ley de la jerarquía descendente de la energía. De acuerdo con la ley de la jerarquía descendente de la energía, los sistemas se ordenan en forma descendente. En cambio, la formación de los sistemas es en forma ascendente. Primero se configura el ser biológico, luego se integra a la sociedad. La sociedad se integra a la humanidad, y la humanidad se integra al universo por medio de la concepción del mundo. Siendo así, la estabilidad del individuo depende de su integración a la sociedad. La estabilidad de la sociedad depende de su integración a la humanidad. La estabilidad de la humanidad depende de la integración al universo.

El ser humano se integra al universo por medio de la concepción del mundo. Una concepción del mundo basado en principios y leyes constituye un sistema filosófico. Un sistema filosófico da nacimiento a un sistema político, el sistema político mantiene integrado a la humanidad o las naciones. La estabilidad es la base de la paz, la máxima estabilidad de la humanidad es la integración al universo por medio de la concepción del mundo. La formación de la concepción del mundo es el resultado de la educación. Así la educación es un medio para alcanzar la paz de la humanidad.

La paz desde la ley de la desintegración

Toda desconexión es una desintegración. En toda desintegración surgen conflictos. Cuando el individuo se desconecta de la sociedad vive conflictos personales. Cuando la sociedad se desconecta de la humanidad vive conflictos sociales. Cuando la humanidad se desconecta del universo vive conflictos globales. Por la ley de la jerarquía descendente de la energía, los conflictos globales influyen en los conflictos sociales y los conflictos sociales influyen en los conflictos personales. Por ello, para la paz duradera de la humanidad es necesario la integración al universo, porque, de la estabilidad de la humanidad depende la estabilidad social y personal.

La paz desde la ley de la intemporalidad

La humanidad ha sobrevivido hasta la actualidad gracias a su integración al universo por medio la concepción del mundo. La concepción del mundo representa a la energía de integración. Esta energía de integración se representa en los valores universales. Los valores universales forman la conciencia universal de cada ser humano. Los valores universales se materializan en la conciencia universal por medio de la educación de generación en generación. Todas las formas de energía, como valores universales, verdades universales, concepciones del mundo se materializan en la formación de la conciencia universal. La formación de la conciencia universal es la vía de la intemporalidad de la energía, y es la razón de la conservación de la humanidad a lo largo del tiempo. En cambio, los sistemas como soportes materiales pueden ser renovados o sustituidos, es parte de la temporalidad de la materia.

La paz desde la ley de la temporalidad

La energía se integra en la materia para conservarse. La materia es un soporte temporal de la energía. Por el principio de destrucción la materia tiende a desintegrarse. La desintegración de la materia supone la liberación de la energía. En el ser humano la desintegración por causa de los conflictos determina la liberación de la energía en forma de ideas, en forma de pensamientos, orientadas a la conservación. La búsqueda de la conservación genera la búsqueda de la verdad universal, la búsqueda de los fundamentos para integrarse a un orden estable y superior. Así, la temporalidad de la materia genera la intemporalidad de la energía. La intemporalidad de la energía, se refleja en el ser humano en la búsqueda de la paz duradera.

Conclusiones

  1. La paz mundial depende de la integración de la humanidad al universo.
  2. La paz social depende de la integración de la sociedad a la humanidad.
  3. La paz personal depende de la integración del ser humano a la sociedad, humanidad y el universo.
  4. La paz depende de la estabilidad del sistema. La estabilidad del sistema depende de la energía fuerte. La energía fuerte son los valores universales.
  5. La verdad y la razón universales son la energía fuerte para la humanidad.
  6. Los valores universales son la energía fuerte para la sociedad.
  7. Los valores sociales son la energía fuerte para cada persona.
  8. De acuerdo con la ley de la jerarquía descendente de la energía, se debe cultivar los valores universales para mantener la paz mundial, social e individual.