Para Héctor Osorio Ríos, con la bendición de su segundo cumpleaños… dándote, mi rey, el consejo del escritor Miguel Hernández: «Desperté de ser niño. Nunca despiertes».

«Aleluya» es una exclamación judeocristiana que significa «alabemos al Señor». En el cristianismo tiene lugar como reacción del pueblo a la resurrección de Dios hijo («Cristo ha resucitado, ¡aleluya!»). Al igual que «amén» es una voz de otra lengua que se quedó tal cual en la nuestra, un «préstamo».

Al «aleluya» se le añaden más ideas a propósito formando un cántico. Empero ha quedado como un canto asociado a la Navidad. No ha sido posible a este redactor encontrar el porqué, quizá se deba a que el «Aleluya» de El Mesías, obra del oratorio del músico europeo Händel se suele oír en la Navidad.

Dicho de otra manera, el aleluya siendo de pascua se escucha muy navideño. ¿Razón?: la inmensa alegría por la llegada de Jesús; reforzada esta por los acordes, bellísimos, del «Aleluya» de Händel.

Por otra parte, y también en la línea de aquel gozo, para muchos aleluya significa «alegría»; lo que es falso, pero paradójicamente es firme, pues esta alabanza no es una de tantas, sino que es extraordinaria, originada nada menos que en el nacimiento del salvador y por ello es una alabanza exultante, y exultar es, precisamente, manifestarse alegre.

El objeto de este artículo

Así más o menos el telón de fondo, nos encontramos, en todo caso, con que el aleluya ha sido tema de canciones, objeto de este artículo, en las que no se palpa su origen. Aquí incluimos algunas de ellas, que se volvieron populares.

Aleluya de Aute

A partir de 1966 el cantautor Luis Eduardo Aute compuso una larga serie de canciones bajo el título precisamente de Aleluya y un número sucesivo según las fue escribiendo.

El que buscaba ser pintor y cineasta alcanzó con sus letras un éxito temprano a sus veintitantos años, en unas circunstancias en las que el primer sorprendido fue él mismo: ya compositor hasta ahí había dejado las cosas, mas movido por el autor Juan Carlos Calderón fue como grabó; qué bueno, pues de lo contrario nos hubiéramos privado de la voz de Aute.

He aquí Aleluya #1 cantada por su intérprete española Massiel.

Michael, Row the Boat Ashore

Cantamos «caridad y comprensión, ¡aleluya! ...» tal vez sin pensar que proviene de la canción estadounidense Michael, Row the Boat Ashore.

Michael es uno de los cantos afroamericanos que meció la melancolía de esas etnias en los Estados Unidos constituyendo todo un registro, uno de los más sensibles de la música de la nación. Nuestro tema surgió precisamente en la zona de Carolina del Sur, en tiempos de la Guerra Civil que tuvo gran foco allí. Un supervisor la escuchó y tanto debió interesarle que la escribió y la dio a conocer. No obstante las penurias de su cuna esta canción es pegajosa y alegre.

Además, está ampliamente asentada como góspel o música religiosa de esos mismos pueblos, donde su nombre cambia a Michael, Row that Gospel Boat.

Así como cuando cantamos «Nuestra entrega debe ser… ¡aleluya!» no pensamos lo recordado aquí sintéticamente, tampoco sabemos la cantidad de versiones que desde aquellas anotaciones del supervisor se han hecho de Michael, Row the Boat Ashore: grupos y grupos, solistas y más solistas la interpretaron y elevaron sus versiones a los primeros lugares de popularidad: un fenómeno.

Así pues, escuchemos a Harry Belafonte cantar Michael Row the Boat Ashore:

Hallelujah de Leonard Cohen

El músico canadiense Leonard Cohen fue autor en 1984 de Hallelujah. La obra tuvo un comienzo que no guarda relación con su posterior desenvolvimiento. Fue estrenada por su autor, quien además fue un cantante que cumplía este papel bastante bien, mas no pintó.

Con el paso del tiempo la retomaron otros y, precisamente 10 años después de su lanzamiento, el cantante estadounidense Jeff Buckley la colocó, según la influyente publicación Rolling Stone, entre las 500 mejores grabaciones de todos los tiempos.

Hoy Hallelujah suma más de 80 versiones, confirmando la vocación de las canciones con esta expresión judeocristiana: que todo mundo quiere cantarlas o, mejor aún, que no obstante la gran calidad del material ya existente siga habiendo quien cree que puede aportar un plus a «¡Aleluya!».

Jeff Buckley interpreta la considerada versión definitiva de Hallelujah:

El «Aleluya» de Händel

Viéndolo bien el «Aleluya» de Händel debe estar aquí aunque hayamos apuntado que este artículo se dedicaba a diversas versiones, roqueras es el caso. ¿Por qué debe estar?... porque ya viene Navidad: ¡felicidades! (¡aleluya!).

He aquí el oratorio, interpretado por The Tabernacle Choir and Orchestra at Temple Square:

Curiosidades

Las tradiciones de la audición en vivo de la música señalan un protocolo para el «Aleluya» de Händel: debe escucharse de pie. Así por ejemplo el maestro y ministro presbiteriano Benjamín Bernáldez Vega nos instó a ponernos de pie en el momento correspondiente durante la graduación de la generación 1982 de la Escuela Normal Superior FEP de la Ciudad de México… pero no contó con que la subdirectora, sorprendida porque desconocía la norma, nos increpó alarmada que por qué nos parábamos y ordenó terminante que nos sentáramos de inmediato.