Mijaíl Gorbachov, Gorbi, como cariñosamente se le llamó, tuvo un período corto de gobierno, y al frente del Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS, desde el XXVII Congreso realizado en 1985 hasta el XXVIII Congreso en 1990, cuando entró en crisis la sociedad soviética y un año después estaba desintegrada.

Pero, su corto período fue de un impacto enorme al interior mismo de la Unión Soviética, y del conjunto de países que integraban el llamado Sistema Mundial Socialista, especialmente, los países europeos que formaban parte del Tratado de Varsovia, como de las relaciones internacionales y globales que surgieron desde entonces hasta nuestros días.

Fue sin lugar a duda un gran dirigente político a quien se le ha considerado como uno de los grandes estadistas de nuestra época. Estuvo empeñado en eliminar la Guerra Fría que había surgido al terminar la Segunda Guerra Mundial, en avanzar en el camino de la paz y en fortalecer el desarme mundial, incluso llegando a proponerle al presidente Ronald Reagan la eliminación total del armamento atómico, a lo que Reagan le propuso, consultando a sus Halcones de la Guerra, que podrían empezar con el 40% de este, lo cual aceptó Gorbachov sin que pudiera materializarse, quizá por la caída misma de Gorbachov, los cambios políticos que le sucedieron y el envalentonamiento de los sectores militaristas, de los Estados Unidos y de la OTAN, en el ascenso hegemónico que a partir de esa crisis política en el campo socialista, empezaron a tener.

Gorbachov tenía muy claro que, en ese momento, había capacidad nuclear para acabar con el planeta y la humanidad entera; peligro que sigue existiendo con las provocaciones que se hacen hoy a la Rusia no comunista por los Estados Unidos y por sus socios guerreristas de la OTAN, con posibilidades de llegar a una guerra nuclear de baja intensidad, con bombas de la magnitud de Hiroshima y Nagasaki.

Desde la época de Reagan, Gorbachov había planteado la integración y la unidad alemana a cambio de que la OTAN no moviera sus fronteras militares más allá de esta Alemania unificada. Los Halcones militares de los Estados Unidos estaban interesados, como lo han demostrado, en ampliar sus intereses militares hasta los propios límites actuales de Rusia, con sus intenciones de llevar la OTAN, con sus bases, a Ucrania, Suecia y Finlandia.

Reagan no fue el responsable de la caída de Gorbachov, como muchas veces se le atribuye, ni de los países socialistas, que se disolvieron entre 1989 y 1991. Estos cambios obedecieron a factores internos de la propia Unión Soviética, de su Partido Comunista, y de las réplicas burocráticas que se producían y seguían en esos otros países socialistas europeos, en los partidos comunistas gobernantes en Europa, y en los propios partidos comunistas, de la mayor parte del mundo, que redujeron estrepitosamente su influencia, y representación política parlamentaria donde la tenían, aparte de que en muchos países estos partidos comunistas entraron en crisis prácticamente de disolución y desaparición fáctica. En su lugar han aparecido otros partidos y movimientos políticos, alejados de la lucha de clases como concepto político tradicional comunista, y alejados de la toma del poder político, contentándose con tan solo ser voces parlamentarias, en el mejor de los casos.

La crisis fundamental de la URSS y del PCUS estuvo en el seno de la gerontocracia política de la URSS y del PCUS, que no pudieron ponerse al frente de los cambios estructurales, dentro de los conceptos de perestroika, o restructuración, y glasnost, o transparencia, que Gorbachov abanderaba. A esto se sumó que las propuestas del XXVI no tuvieron en el desarrollo de la URSS, a partir de 1981 ningún efecto, y su plan quinquenal fue un gran fracaso. Los llamados «socialismo real» y «socialismo desarrollado», como etapas de la construcción socialista soviética, que se vendían como fortaleza, en el contexto de la Guerra Fría, y como ejemplo de construcción política para los partidos comunistas, que luchaban por la sociedad socialista, eran tan solo una quimera, un resultado de la imaginación política dominante en la URSS y en el PCUS, que su realidad política superaba en problemas políticos y económico-sociales por resolver.

La incomprensión y la no aceptación, de sus políticas internas, provocaron una serie de cambios políticos en el interior de la URSS, del PCUS, de los países socialistas europeos, en la situación de todos los partidos comunistas del mundo, en la geopolítica europea, asiática, mundial y en el contexto de las relaciones internacionales. De los 31 países socialistas, que así se reconocían hasta 1991 hoy solo existen 6, la República Popular China, la República Popular Democrática de Corea, del Norte, la República Socialista de Cuba, la República Socialista de Vietnam y la República Democrática Popular de Laos.

A la muerte de Leonid Brezhnev, en 1982, quien gobernaba con el PCUS, desde 1964, le sucedieron por breves períodos Yuri Andropov desde 1982 hasta febrero de 1984, Konstantin Chernenko desde 1984 hasta marzo de 1985, Mijaíl Gorbachov desde el 11 de marzo de 1985 que asumió el poder hasta el 24 de agosto de 1991. Fue una década intensa de breves gobiernos contra la tradición de largos períodos de dirigencia política, que puso en evidencia los problemas que se arrastraban, que Gorbachov quiso enfrentar con sus reformas y la transparencia con que quería actuar, y llevar a cabo, del rumbo del PCUS y de la URSS, sin que recibiera el apoyo interno que necesitaba, porque se habían agrietado y profundizado las contradicciones internas de diversos sectores de la sociedad soviética y en el mismo Partido Comunista. Gorbachov fue relevado de sus cargos en el partido y en el gobierno al renunciar en el XXVIII Congreso del PCUS, sustituyéndole por unos días Vladimir Ivashko quien estuvo al mando del 24 al 29 de agosto de 1991.

Gorbachov a su vez fue presidente del Presídium del Soviet Supremo desde el 1 de octubre de 1988 hasta el 25 de mayo de 1989, y fungió como presidente del Soviet Supremo desde el 25 de mayo de 1989 hasta el 15 de marzo de 1990, También fue presidente de la Unión Soviética desde el 15 de marzo de 1990 hasta el 25 de diciembre de 1991. Con su dimisión, el 26 de diciembre de 1991, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue disuelta.

Disuelta la URSS y reconstituida la República Federativa de Rusia, asumieron la presidencia Boris Yeltsin desde el 10 de julio de 1991 hasta el 31 de diciembre de 1999, siguiéndole Vladimir Putin desde el 31 de diciembre de 1999 hasta del 7 de mayo del 2008, Dimitri Medvédev del 7 de mayo del 2008 hasta el 7 de mayo del 2012 y, nuevamente, Vladimir Putin desde el 7 de mayo del 2021 hasta hoy, nombrado hasta el 2024.

Con Putin se reedita el gobernante de largo plazo que caracterizó a la URSS y al PCUS, y ahora a la República Federativa Rusa; este dirigente se presentó como un «independiente» político, apoyado desde el 2004 por el Partido Rusia Unida.

Bajo el gobierno de Boris Yeltsin el poderoso Partido Comunista de la Unión Soviética fue puesto fuera de la ley. En el período de la URSS el PCUS era el único partido legal, a la vez que partido gobernante.

En noviembre de 1992, el Tribunal Constitucional de la Federación de Rusia señaló que el presidente Yeltsin no tenía facultad para declarar inconstitucional al Partido Comunista Ruso y la nacionalización de las propiedades del PCUS, pero suspendió las actividades de los organismos y organizaciones del Partido Comunista Ruso, e impuso la disolución de las estructuras de gobierno del PCUS y el PCR, pero no las estructuras organizativas de las organizaciones primarias del partido constituidas por el principio de territorialidad.

Varias organizaciones del PCUS no reconocieron la prohibición, se negaron a cumplirla, pasando a actuar, de hecho, en la clandestinidad. Del antiguo PCUS surgió el Partido Unión de Partidos Comunistas-Partido Comunista de la Unión Soviética, el 27 de marzo de 1993, cuando en el XXIX Congreso del PCUS, celebrado en Moscú, se anunció la conversión del PCUS en el UPC-PCUS, bajo el liderazgo de Oleg Shenin, miembro del Comité Central del Komsomol, de las antiguas Juventudes Comunistas Soviéticas, desde 1993 hasta 2001, siguiéndole, a su muerte, el líder del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) Guennadi Ziugánov.

En la década de 1990, tal fue la crisis que se produjo que se crearon varios partidos con el nombre de PCUS y de Partido Comunista de toda la Unión (bolchevique). Desde el 2 de junio de 2009, ninguno de los partidos comunistas de la Unión Soviética y de los partidos comunistas de la Unión están registrados en el Ministerio de Justicia de la Federación Rusa.

La base de la creación del Partido Comunista de la Federación Rusa fue la vieja estructura organizativa del PCUS. De una integración de 450 diputados la Duma Estatal, el parlamento ruso, el Partido Comunista tiene actualmente 57 diputados.

A partir de la caída de la URSS el modelo político que se ha seguido en Rusia es el de la democracia liberal multipartidista con expresión de corrientes políticas que se identifican con la izquierda y la derecha, con conservadores y liberales, con el estatismo, el marxismo leninismo, el comunismo, la social democracia, el progresismo, el socialismo del siglo XXI, el nacionalismo, el anticomunismo, entre otras posiciones políticas.

La presencia histórica de Gorbachov se verá como la del líder reformista más importante de la URSS, el más incomprendido y objetado por sus reformas, el que por esa circunstancia agudizó las contradicciones internas de una mala situación política, económica y social que heredó sin poderla superar y sin tener oportunidad de enfrentar con soluciones. Se verá como el líder que trató de actualizar la presencia soviética, en su conjunto, desde que reclamó internacionalmente que Rusia era parte de la Europa occidental, porque la Europa terminaba en los Urales, lo que le abrió nuevos espacios políticos; el que trató de modernizar la estructura dirigencial del Partido Comunista y del gobierno pasando a retiro más de 5000 funcionarios que constituían la gerontocracia política como un fardo altamente burocratizado en sus métodos de trabajo, haciendo que el aparato estatal se alejara del pueblo y se pusiera encima del pueblo, de las cooperativas y del campesinado; el que entendió que bajo un modelo político autoritario, no democrático, no podían vivir las amplias masas de ciudadanos y de trabajadores. El líder que comprendió que en la construcción socialista había que conjugar el interés privado de los trabajadores con el interés social, preocupándose a la vez por el mercado y la economía no estatizada. Pensó que la super tarea de la perestroika era hacer que los ciudadanos fueran copropietarios de la propiedad social, así como garantizar la justicia social en la distribución de la riqueza nacional desde el inicio de la construcción de la nueva sociedad. Entendía que cuando todos trabajaban a sueldo para el Estado no se garantizaba firmemente el ejercicio de las libertades y de la democracia, y que sin propiedad no se garantizaba la independencia económica y política y la personalidad, y que sin personalidad ninguna sociedad funciona normalmente. En el XVIII Congreso del Partido Comunista, en 1990, obtuvo su mayor victoria, en intensa lucha política sin que se dividiera el partido, cuando logró hacer desaparecer el «partido estatal» logrando que ningún miembro del buró político fuera miembro del gobierno, ni siquiera el primer ministro.

En el plano internacional, Gorbachov se ubica entre los líderes más destacados del final del siglo XX y de inicios del siglo XXI. Su obra política, su legado político, será inevitablemente una huella imborrable de esta época, la que le tocó vivir y de la que fue uno, si no el más importante protagonista.