Colombia amaneció este 29 de agosto con una nueva/vieja guerrilla. Iván Márquez, quien fuese el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo y desapareciera hace un año del Espacio Territorial y de Reincorporación de Miravalle —Caquetá—, apareció en un video de 32 minutos anunciando la retoma de las armas, el renacimiento de las FARC-EP como grupo armado. Junto a él aparecieron «Santrich», «El Paisa» y «Romaña», otros cabecillas de los que tampoco se sabía su paradero.

Entre las razones que esgrimió Márquez, están los asesinatos de líderes sociales y excombatienes desmovilizados: «En dos años, más de 500 líderes del movimiento social han sido asesinados y ya suman 150 los exguerrilleros muertos en medio de la indolencia e indiferencia del Estado», dijo en el video. A su vez, habló del incumplimiento del Gobierno en la implementación de los acuerdos de paz firmados con el Gobierno de Juan Manuel Santos, a quien acusó de no defender lo pactado en La Habana y permitir que los hicieran trizas. Márquez también dijo que buscaría una alianza con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para conformar un nuevo grupo.

Rodrigo Londoño, líder del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y comandante de la guerrilla hasta el proceso de paz, anunció en su cuenta de twitter que «las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado, aun con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz». Para él, esta situación solo sirvió para dejar claro quiénes están comprometidos con el proceso: «Tranquilidad, esto no es el acabose. Incluso, lo contrario, esto le sirve al proceso porque se está definiendo una situación que estaba ambigua», dijo en la emisora colombiana Blu Radio.

Peter Ptassek, embajador de Alemania en Colombia, reafirmo lo dicho por Londoño con respecto a las mayorías: «Más de 90% de reintegrados y familias tienen nueva vida y no retomarán armas. Ahora más que nunca el acuerdo necesita implementación y apoyo. Alemania acompaña», escribió en su cuenta de Twitter. Existe el riesgo de que busquen engrosar sus filas en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, donde están los excombatientes luego de los acuerdos de paz, y de donde se han ido quienes decidieron retomar las armas. Algunos, al grupo de Gentil Duarte, que formó su disidencia antes de la firma de los acuerdos.

Por su parte, el Comisionado de Paz del Gobierno de Iván Duque, Miguel Ceballos, dijo en una entrevista radial que no le sorprendía el anuncio de Márquez. Además, reafirmó su compromiso con la implementación de los acuerdos. Sin embargo, Duque presentó en marzo de este año objeciones a la ley estatutaria de la Justicia Especial para la Paz (JEP), creada especialmente para el acuerdo y a la que se han sometido guerrilleros y militares; tampoco ha brindado seguridad a los líderes sociales, que han sido víctimas de amenazas y atentados.

La Sala de Reconocimiento encargado para la Justicia Especial para la Paz declaró el 30 de agosto la pérdida de todos los beneficios del acuerdo a los guerrilleros del país. El Gobierno anunció recompensas por cada uno de los cabecillas. Quienes apoyan la paz, claman porque se respete a los desmovilizados que están cumpliendo con los acuerdos y se han dedicado a ingresar a la vida social produciendo cervezas, cultivando café o fabricando botas, que el mismo Iván Duque se probó.