Hay cinco figuras clave en el surgimiento, desarrollo y consolidación de la democracia ateniense. Se trata de Solón, Clístenes, Efialtes, Heródoto y Pericles.

Solón

Nace en Atenas en el año 638 a.C. Legislador y precursor de la democracia ateniense. Promulga una ley de emancipación de los siervos que produjo una élite de ciudadanos. Introduce el Consejo de los Cuatrocientos y un Tribunal de Justicia Popular. Sus reformas se constituyen en semillas que establecen condiciones para el surgimiento de la democracia. Su lema se fundamenta en la siguiente expresión: nada en demasía. Algunos de sus postulados dicen lo siguiente:

  • Equilibrio y armonía entre ricos y pobres
  • Igualdad ante la ley
  • Derecho de asociación (libertad de organización, opinión y cultos)

Fallece en Chipre en el año 558 a.C.

Clístenes

Nace en Atenas en el año 570 a.C. Según Heródoto (VI, 131), Clístenes es el creador de la democracia. En su quehacer divide el Ática en diez tribus basadas en la residencia y no en el nacimiento, las cuales enviaban consejos a un nuevo Consejo de los Quinientos. Los consejeros solo podían servir dos veces en toda su vida y en cada ocasión por el periodo de un año. Su sistema se define como demokratia, es decir, «poder del pueblo» y en el Consejo de los Quinientos todos tienen isegoría, o sea «igualdad de palabra». Aunque Clístenes es considerado por Heródoto el padre fundador de la democracia hacia el año 508 a.C., no existe registro escrito de sus ideas políticas. Fallece en Atenas en el año 507 a.C.

Efialtes

Nace en Atenas en el año 495 a.C. Hacia el año 460 a.C. reduce el papel del Areópago y lo distribuye entre el Consejo de los Quinientos y los tribunales de justicia. Ni Solón, ni Clístenes, ni Efialtes escribieron libros o documentos sobre pensamiento político. Y como dice Marcel Prélot: «La Antigüedad… no nos ha dejado ningún tratado sobre la democracia».

Fallece en Atenas en el año 561 a.C.

Heródoto

Vive entre 480-425 o 485-420 antes de Cristo. Es un cronista al que se le ha llamado Padre de la Historia. También se le puede considerar el Padre de la Política porque en su obra aparece el primer documento donde se comparan los diversos tipos de gobierno: democracia, aristocracia y monarquía. Aunque posiblemente el texto no es cosecha de Heródoto. En tal documento la democracia se entiende como un régimen popular en el que la multitud es soberana, todos son iguales ante la ley y la mayoría da cuenta de las resoluciones a la comunidad y otorga los cargos públicos a magistrados responsables elegidos al azar.

A lo largo de su obra, Heródoto manifiesta su amor por la libertad y su preferencia por el régimen popular, estableciendo un contraste entre la servidumbre persa y la libertad helénica. Sobre la democracia en Atenas dijo: «Mientras los atenienses estuvieron sometidos a un tirano no se mostraron en nada superiores a sus vecinos. Apenas fueron liberados del yugo, superaron a todos».

Inicia la política comparada.

Considera tres tipos de gobierno:

  • Monarquía
  • Aristocracia
  • Democracia

Pericles

Nace en Atenas en el año 495 a.C. Contamos con un brevísimo manifiesto democrático: la Oración Fúnebre de Pericles, según la escuchó y registró Tucídides en su Historia de la Guerra del Peloponeso.

En dicho manifiesto, oración o discurso, se define a la democracia ateniense como un régimen en el que la administración está en manos no de unos pocos, sino en las de la mayoría. Los valores que inspiran ese régimen son la igualdad, la libertad, la tolerancia y la fraternidad.

Sobre la igualdad se dice: «Cuando se trata de arreglar disputas, todos somos iguales ante la ley».

Sobre la libertad y la tolerancia se dice: «Y así como nuestra vida política es libre y abierta, así es nuestra vida en nuestras relaciones diarias entre nosotros … Somos libres y tolerantes en nuestras vidas privadas, pero en los asuntos públicos guardamos la ley».

Sobre la fraternidad se dice: «obedecemos las leyes, especialmente las que protegen a los oprimidos y Nuestra bondad para con los otros no proviene de cálculos utilitarios … sino de nuestra liberalidad».

Este gobierno de la mayoría, que se basa en los valores de la igualdad, la libertad, la tolerancia y la fraternidad; está organizado y limitado por la ley. Es decir que estamos ante una democracia funcionando dentro de un estado de derecho. El mismo gobierno de la mayoría y el mismo ejercicio de la libertad, la igualdad, la tolerancia y la fraternidad, tienen los límites del imperio de la ley, del estado de derecho … en los asuntos públicos guardamos la ley.

Asimismo, en la Oración Fúnebre se establece un balance entre la obediencia a la autoridad y la libertad del ciudadano. Sobre la primera se dice: «Obedecemos a los que hemos puesto en posición de autoridad, obedecemos las leyes». Es decir, que la obediencia a la autoridad no es ciega o absoluta pues está limitada por las leyes, por el respeto al estado de derecho. La autoridad en la democracia no es la autoridad del dictador, sino la autoridad que recibe su legitimación del gobierno de la mayoría y del estado de derecho.

Dentro de ese marco de la autoridad democrática legítima y del estado de derecho, los ciudadanos viven su libertad. En ese contexto: «Cada uno de nuestros ciudadanos es capaz de mostrarse como recto señor y dueño de su propia persona, en los múltiples aspectos de su vida, y, además hacerlo con excepcional gracia y excepcional versatilidad».

Si quisiéramos resumir al máximo el concepto de democracia de Pericles diríamos que es un régimen político en el que el gobierno es de la mayoría y los ciudadanos son rectos señores y dueños de su propia persona. En fin, una democracia de ciudadanos, de persona libres conviviendo entre sí a través de un estado de derecho.

Así era Atenas (508 a. de C.) según Pericles: «Tal es, pues, nuestra ciudad, por la que estos han luchado y muerto heroicamente… A vosotros corresponde tratar de ser como ellos. Decídanse, porque la felicidad depende de ser libres y la libertad depende de ser valientes».

Hay otro aspecto que Pericles percibe en la democracia ateniense de su tiempo: Todo individuo se interesa en los asuntos del Estado tanto como en los propios, incluso los más ocupados están muy bien informados sobre la política general». Es decir, que aunque el régimen excluye a las mujeres, los esclavos y los metecos, la democracia ateniense estaba constituida por ciudadanos libres que se comportaban en las palabras de Aristóteles como *animales cívicos o políticos. Ha sido una de las democracias más participativas en la historia.

Y finalmente, hay otro rasgo que Pericles destaca como digno de elogio: la democracia como forma de vida mesurada. Hay un balance entre mi libertad y la libertad de los demás, entre mi vida privada y el respeto a la ley: «Y así como nuestra vida política es libre y abierta así es nuestra vida en nuestras relaciones diarias entre nosotros. Somos libres y tolerantes en nuestras vidas privadas, pero en los asuntos públicos guardamos la ley». Esa vida privada en democracia se rige por la mesura: «Nuestro amor por la belleza no nos lleva a la extravagancia; nuestro amor por las cosas del espíritu no nos ablanda» (Ver: Oración fúnebre de Pericles, Giner, página 13).

Pericles promovió el régimen democrático liberal de gobierno:

  • Gobierno de muchos
  • Gobierno de la ley
  • Igualdad de derechos (igualdad ante la ley)
  • Respeto a la vida privada

Pericles fallece en Atenas en el año 429 a.C.