Como lo vemos diariamente, actualmente se ha puesto muy en boga la justificada preocupación por las llamadas fake news, o falsas noticias; y, por la posverdad, o «adulteración de la verdad».

Sin embargo, si estimamos que en algún momento algo real sucedió en tiempos arcanos, lo cual con el paso de miles de años derivó en lo que hoy muchos consideran un mito, las fake news y la posverdad ya ocurrían en los primeros albores de la Humanidad.

Allí está, por ejemplo, el relato de que un agente del movimiento subversivo existente en el Paraíso identificado como «la Serpiente» convenció al – presumiblemente - ingenuo Adán de que si comía del fruto prohibido sería como el mismo Dios. Bueno, ya sabemos cómo le fue por su aparente inocentada.

A ejemplos de ese jaez se pueden agregar muchos otros. Entre ellos el caso del Caballo de Troya.

En el siglo recién pasado, las fake news y la posverdad se empeñaban en convencer a la mayoría de la Humanidad que el «Paraíso en la Tierra» estaba forjándose detrás de «La Cortina». Tal intento se derrumbó junto con la Caída del Muro.

Hoy en día los conflictos del Medio Oriente son un fértil venero de manifestaciones de los fenómenos señalados.

Siendo los mismos indiscutiblemente muy graves y muy dañinos, me parece que más peligrosa aún es la creciente tendencia que se observa a trastrocar el recto sentido de las palabras, lo cual comentaré conforme a lo que se observa en la realidad de mi país y lo que se percibe desde él respecto al mundo.

Si recurrimos nuevamente a un relato aparentemente mítico, pero bajo el cual puede haber quedado velado el hecho real, los textos bíblicos afirman que la desunión de la Humanidad se genera cuando los hombres perdieron la capacidad de comunicarse debido a que Dios se molestó por la construcción de la Torre de Babel y – como castigo - confundió sus lenguas.

Obviamente, una grosera falsificación del significado de las palabras es la que perpetran los regímenes de ciertos países que impúdicamente se auto califican de «democráticos» y son la antítesis de lo que es la Democracia.

Y, todavía más grave aún, es que ciertas fuerzas políticas - que pueden expresarse libremente porque viven en naciones realmente democráticas – validen o avalen esa falsificación negándose a reconocer que esos regímenes antidemocráticos son tales.

Ilustran los persistentes empeños, de ciertos sectores buscando agua para su molino, en trastrocar el significado de los vocablos – al menos principalmente en la realidad chilena – hechos a los que me referiré a continuación.

El Trastroque del Significado de las Palabras en Chile

Según la Real Academia Española (RAE), lucro es:

«Ganancia o provecho que se saca de algo».

Por su parte el prestigio diccionario de lengua inglesa, el Merriam Webster, consigna un concepto mucho más completo registrando estas acepciones 1:

1.«Un rendimiento valioso».
2. «La diferencia de retorno sobre el gastos en una transacción o serie de transacciones; especialmente, la diferencia entre el precio de venta de un bienes y sus costos».
3. «Ingreso neto usualmente dentro e un período de tiempo».
4. «La tasa de ganancia en determinado año sobre el monto de capital invertido o sobre el valor de las ventas».
5.« La compensación correspondiente a los empresarios por asumir el riesgo en negocios o empresas, como (concepto) distinto al de salarios o renta».

También el diccionario de la RAE se refiere al concepto de lucro cesante, señalando que éste es:

«Ganancia dejada de obtener como consecuencia del incumplimiento de una obligación, por la infracción de un deber o por un sacrificio patrimonial legítimo. Normalmente debe ser indemnizada por el causante del daño».

Además, prácticamente en todas las legislaciones se contempla el derecho a recibir compensaciones por la pérdida de la posibilidad de percibir lucro por causa de la acción de terceros.

De lo precedentemente reseñado se desprende irredargüiblemente que es plenamente legítimo obtener lucro por el aporte de capitales y capacidades empresariales a la recta producción de bienes y servicios lícitos.

Pese a eso, ciertos movimientos ideológicos, políticos, y sociales, se han empeñado en los últimos años en adulterar el término lucro, haciéndolo aparecer como sinónimo de «expoliación» o de «exacción».

En realidad, tras lo comentado está el propósito de deslegitimar la acción privada en la producción y entrega de los bienes y servicios que la sociedad requiere.

Sin perjuicio de lo dicho, obviamente una cosa distinta es el «lucro mal habido», cuando éste se obtiene ofreciendo bienes y servicios de calidad y en cantidad distinta de la que se promete.

Gratuidad

El 2011 hubo en el país numerosas manifestaciones de protesta identificadas como los movimientos estudiantiles, integrados principalmente por estudiantes de las Universidades Estatales, que planteaban una diversidad de reivindicaciones en materia de Educación, sosteniendo que ésta era de mala calidad y que las condiciones económicas de acceso a la misma impedían que muchos jóvenes, que tenían los méritos para ingresar a la Educación Superior, pudieran hacerlo.

Estos movimientos hicieron suya la bandera - enarbolada por algunos sectores ideológicos y políticos – de exigir que bienes como la Educación fueran gratuitos. Obviamente esta demanda resultó muy popular. Tanto es así que la promesa de satisfacerla fue uno de los más relevantes aspectos del Programa de Gobierno de la Presidente Michelle Bachelet Jeria.

Plantear que un bien como la Educación Superior puede ser gratuito es distorsionar la realidad, pues ella tiene costos y, si es de calidad, muy altos. Por supuesto un estudiante puede recibirla sin pagar por ella, pero los costos del beneficio que se le entrega – si este es brindado por el Estado - están siendo pagados por el resto de la sociedad.

Cosa distinta es que se haga todo lo necesario para que ningún joven que reúna las condiciones ajenas al factor económico quede sin poder acceder a la Educación Superior por limitaciones financieras.

Pero ese se puede resolver vía becas y créditos subsidiados, mecanismos que no implican desconocer que la Educación tiene costos y sí dejan en claro que el beneficiario no paga esos costos, pero sí que un tercero (sea el Estado, una Fundación, o un filántropo) está asumiéndolos.

Además, cuando alegremente se afirma que los bienes son gratis, éstos no se valoran por quienes los reciben.

Estado, Municipalidades y Educación Pública

Hasta donde sé – y no creo estar equivocado – en todo el mundo las municipalidades o ayuntamientos 2 son organismos del Estado.

En Chile, en determinado momento, las autoridades de la época pensaron que una vía para mejorar la Educación Básica y Media Pública era vía la descentralización de su gestión, entregando la misma a la responsabilidad de las Municipalidades.

En los intensos y apasionados debates que se han dado y se dan en los últimos años en mi país respecto a cómo elevar la calidad de la Educación Pública, los sectores proclives a creer que lo conveniente es concentrar decisiones importantes en el Gobierno Central no plantearon ello, sino que propalaron que había que devolver al Estado la responsabilidad de dicha Educación, desconociendo - o aparentando ignorar – que una Municipalidad es un órgano del Estado. Lamentable la prensa se hizo eco de esta adulteración semántica.

El Conflicto Mapuche

Creo que es relativamente conocido que en Chile existen algunas etnias originarias o precolombinas 3 . La más numerosa es la que se identifica por el gentilicio de mapuches 4 o araucanos. Alrededor de 1.740.000 habitantes se declaran pertenecientes o descendientes de la misma.

De ellos, la inmensa mayoría vive en las ciudades, siendo así que unos 500.000 lo hacen en Santiago, la capital del país. También son muchos quienes están ampliamente integrados al quehacer común nacional.

Una minoría es la que está radicada en zonas rurales que se extienden entre 500 y 1.200 kilómetros al Sur de la capital.

Es indudable que varios miembros de esta etnia tienen legítimas reivindicaciones porque se reparen pasadas injusticias sufridas en materia de propiedad de tierras y para que haya debido reconocimiento a su lengua, prácticas culturales, artísticas y tradicionales. No obstante son ínfimos quienes de ellos se plantean en forma violenta.

So pretexto de luchar por esas reivindicaciones, grupúsculos violentistas perpetran actos de terrorismo, que – incluso - llegaron al asesinato de un matrimonio de agricultores; y a la destrucción de propiedades de la propia etnia mapuche.

Se ha detectado, además, que en esos grupúsculos actúan algunos – hasta extranjeros – que ni siquiera son mapuches; y, también que, en ciertos casos, sus acciones son una mera cobertura para cometer delitos comunes.

Lamentablemente muchos medios de comunicación social, y algunas organizaciones y observadores del exterior, aluden a esos absurdos actos de violencia identificándolos como expresiones de un conflicto mapuche, en circunstancias que la inmensa mayoría de los mismos mapuches los repudian.

Tal confusión – inadvertida o deliberada – facilita que ciertos sectores ideológicos interesados en exacerbar conflictos - cuando las autoridades actúan para identificar y sancionar a quienes cometen los actos de violencia – sostengan que se está persiguiendo o criminalizando al pueblo mapuche.

Afortunadamente, en las últimas semanas los medios han empezado a distinguir entre las legítimas reivindicaciones de este pueblo originario y las acciones de los grupúsculos violentistas que, mediante atentados terroristas, pretenden imponerse por sobre el Estado de Derecho y la normas de convivencia democrática.

Más positivo aún es que sean iniciado diálogos que, si culminan exitosamente, permitirá aislar a los extremistas.

El Progresismo

Se entiende que el progresismo engloba a todos quienes se declaran «progresistas», siendo éstos quienes se empeñan en que la Humanidad siga progresando.

El quid al respecto estriba en intentar dilucidar qué es exactamente progreso.

Al respecto, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) dice lo siguiente:

  1. «Acción de ir hacia delante».

  2. «Avance, adelanto, perfeccionamiento».

Y el Diccionario de la Lengua Inglesa Merriam Webster señala por su parte en lo pertinente que 5:

  1. «Un movimiento hacia adelante o más adelantado hacia un objetivo o meta; avance».

  2. «Mejoramiento gradual; especialmente: el desarrollo progresivo de la humanidad».

Y, respecto a «avance», dice:

«Acelerar el crecimiento o el progreso de (algo)».

Siendo tales las acepciones del vocablo en comento, algunos movimientos que se atribuyen la calidad de adalides del progreso, hacen declaraciones con loas a regímenes que son la antítesis del progreso, como el caso de Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, o Venezuela.

Errores Involuntarios

Un error es, según la RAE señala:

  1. m. Concepto equivocado o juicio falso.
  2. m. Acción desacertada o equivocada.
  3. m. Cosa hecha erradamente.
  4. m. Der. Vicio del consentimiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurídico si afecta a lo esencial de él o de su objeto.
  5. m. Fís. y Mat. Diferencia entre el valor medido o calculado y el real.

Se ha acentuado la tendencia en los medios de comunicación social a calificar como «errores involuntarios» fallas cometidas por funcionarios en el diseño de obras públicas y en la realización de ciertas acciones, o por empresas en la elaboración de sus productos.

Según los diccionarios, un error es por definición una decisión o acción involuntariamente equivocada

Hacer voluntariamente algo indebido no puede ser considerado un «error», sino que debe ser calificado como lo que es: un acto doloso o mal intencionado.

Si tras un paseo por un bosque a alguien se le olvidó apagar muy bien el fuego, que pueda haber hecho para calentar un café, eso es simplemente un error sin necesidad del adjetivo «involuntario». Al contrario, si alguien deliberadamente dejó encendido ese fuego para provocar un incendio, es lisa y llanamente un delito.

El Matrimonio

Diversos reconocidos diccionarios coinciden en señalar que el matrimonio es básicamente la unión de un hombre y una mujer 6.

En tanto el Código Civil de Chile, en su Artículo 102 lo define como:

«Un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente».

Tengo, no sólo el mayor respeto por quienes se autoidentifican con lo que se ha dado en denominar la Comunidad LGBTI 7, sino que también cuento con buenas y buenos amigos dentro de ella.

En cambio es del todo legítimo que quienes se unen con alguien de su mismo sexo demanden los mismos derechos que confiere el matrimonio civil.

Esta demanda en Chile está atendida con la figura del Acuerdo de Unión Civil (AUC), para cuya formalización el Oficial del Registro Civil realiza la misma ceremonia que la que se efectúa en el caso del Matrimonio.

Sin embargo, los representantes de la comunidad LGBTI reclaman que eso no es suficiente, insistiendo en que las uniones de sus miembros sean reconocidas como matrimonios.

Si tal reiterada demanda se acepta, obviamente se desnaturaliza el significado de la palabra matrimonio. Ahora bien, si lo que se quiere es que la unión entre personas del mismo sexo, además de tener los mismos derechos que los que confiere el matrimonio civil, tenga en su denominación igual halo de solemnidad y reconocimiento social que dicho acto, podrían explorarse términos como esponsales o enlace.

Nosotres, todes, amigues

Es indiscutible la razonabilidad y legitimidad de la demanda de los movimientos feministas - que se han estado manifestando en los últimos meses en Europa y América – porque se superen los factores que todavía menoscaban la igualdad de derechos y dignidad de las mujeres.

Sin embargo, dentro de esos movimientos hay algunos sectores extremistas que pretenden dislocar el castellano, planteando que se deben eliminar palabras que – según tales sectores - se asocian con un determinado sexo sustituyéndolas por otras inventadas que serían neutras.

Es así que, por ejemplo, están demandando que en las instituciones educacionales se remplacen las expresiones «nosotros»,«todos», y «amigos» por «nosotres», «todes», y «amigues».

Obviamente estas posiciones extremas pasan por alto el hecho de que términos como los del ejemplo tienen una significación genérica, de modo que al ser usados se hace referencia indistintamente a mujeres y a varones.

Pero más allá de ello, este tipo de demandas por cambiar artificiosamente el castellano – que lindan con conductas que en el ámbito religioso se calificarían de «beatería» – de ser acogidas dañarían severamente la expresividad y capacidad comunicacional de nuestro idioma.

Comentario Final

Si ya el diálogo entre distintas posiciones y visiones en diversas sociedades es complejo, la persistencia de los empeños en subvertir la semántica puede hacer aún más difícil entenderse en la actualidad y en el futuro.

Notas

1 El original en Inglés dice: «Definition of profit: 1) a valuable return: gain; 2) the excess of returns over expenditure in a transaction or series of transactions; especially: the excess of the selling price of goods over their cost; 3) net income usually for a given period of time; 4) the ratio of profit for a given year to the amount of capital invested or to the value of sales; 5) the compensation accruing to entrepreneurs for the assumption of risk in business enterprise as distinguished from wages or rent».

2 En un caso como el de Argentina, las denominan intendencias.

3 Aymara, quechua, atacameño o licán antai kolla o colla,, diaguita, rapanui, mapuche, yagán o yámana , kawésqar o alacalufes.

4 Significa: «gente de la tierra». Mapu = Tierra. Che = Gente.

5 El original en Inglés es: 1) a forward or onward movement (as to an objective or to a goal) : advance; 2) gradual betterment; especially : the progressive development of humankind.

6 No obstante, la RAE ha incorporado una segunda acepción para consignar lo que se ha aceptado en ciertas legislaciones: *«1) m. Unión de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses; 2) m. En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo».

7 Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales. Según las últimos cambios de nomenclatura, ahora habría que referirse a la comunidad LGBTI+APQ...