Sin lugar a dudas la palabra cáncer nos hace estremecer a más de uno, es una enfermedad que de inmediato relacionamos con sufrimiento y muerte. Cuando un ser querido es diagnosticado con esta enfermedad es muy difícil para toda la familia. Pero cuando el enfermo es un niño, es mucho más doloroso y difícil de asimilar para su entorno cercano.

El pasado 15 de febrero se conmemoró el Día Internacional del Cáncer Infantil con el objetivo de sensibilizar a la sociedad, sobre la importancia de un diagnóstico temprano. Además de procurar que todos los niños del mundo reciban la atención médica y los tratamientos necesarios.

Desafortunadamente el cáncer no se puede prevenir, pero es posible detectarlo en etapas tempranas. Además, es importante recalcar que el cáncer infantil, hoy en día tiene buenos pronósticos. Según cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud), sobreviven durante cinco años o más aproximadamente el 80% de los niños diagnosticados en países desarrollados. Desafortunadamente estas cifras bajan en los países pobres, ya que todo depende de el pronto acceso a los tratamientos médicos.

Aún no se sabe a ciencia cierta cuál es la causa del cáncer, se sabe que solo un porcentaje pequeño (menos de un 5%) se debe a mutaciones hereditarias.

La gran mayoría de cánceres en adultos y niños se deben a mutaciones en genes, algunas de estas son causadas por factores ambientales (radiaciones, consumo de cigarrillos, pesticidas, etc.), las cuales causan que las células crezcan sin control y causen tumores.

Tipos de cáncer más frecuentes en niños

La leucemia es la más frecuente en niños y representa una tercera parte de los cánceres infantiles. Le siguen los tumores malignos del sistema nervioso central y los linfomas y neuroblastomas.

Es importante acudir a una evaluación médica, ante la presencia de síntomas que pueden hacernos sospechar algo maligno, siempre es mejor descartar que no sea algo serio.

Algunos de los síntomas a los que se debe prestar especial atención son:

• Perdida de peso sin razón aparente
• Sudoración excesiva nocturna
• Palidez, fatiga y cansancio
• Fiebre que no cede en varios días
• Perdida de apetito
• Sangrados frecuentes (nariz y encías)
• Moretones o puntos rojos en la piel sin motivo aparente
• Ganglios grandes y duros en cuello, axilas, ingles sin datos de infección
• Cambios en el color de la orina
• Crecimiento en el abdomen (estómago)
• Bultos en cualquier parte del cuerpo
• Reflejo blanco en la pupila
• Dolor de huesos y articulaciones
• Dolor de cabeza que empeora en la noche

No siempre estos síntomas son indicativos de cáncer, también se pueden presentar en otras enfermedades. Por ello siempre se debe acudir al médico de forma inmediata para recibir un diagnóstico oportuno.

Sabemos que los tratamientos pueden ser muy duros para los pacientes con cáncer y para sus familias, tienen un alto costo económico y emocional para las familias. Lo cuál los lleva a vivir bajo mucha presión, dolor, miedo y estrés.

Por ello es importante que las familias que atraviesan esta situación acepten cualquier tipo de ayuda y apoyo que pueda ofrecerle su círculo cercano de amistades y familiares. Existen diferentes fundaciones que pueden ser de gran ayuda durante este difícil proceso.