Todo el mundo, incluso los más morenos de piel, corren el riesgo de quemarse si no usan la protección adecuada. La exposición directa al sol, sobre todo durante las horas más calurosas –de 12:00 a 16:00h.- favorece el envejecimiento prematuro, las manchas y arrugas de la piel y su deshidratación.

Consejos para el bronceado perfecto

  1. Antes de tomar el sol: prepara tu cuerpo los días previos hidratándolo diariamente con crema corporal. Elige siempre productos solares de calidad reconocida y que concuerde con tu tipo de piel. Acude siempre a especialistas para que puedan ayudarte a elegir el protector solar que te vaya mejor. Recuerda que siempre debes aplicarte la crema solar 30 minutos antes de la exposición al sol.
  2. Durante la exposición al sol, usa protector solar: sé generoso aplicándote la crema media hora antes de tu exposición al sol e insiste en las zonas más sensibles como la cara, el cuello, el escote, las orejas, los hombros y los empeines. Aplícate protector solar de nuevo cada vez que salgas del agua y cuando notes sudoración excesiva. Protégete especialmente los labios y cicatrices.
  3. Ten mucho cuidado los primeros días de exposición al sol. Durante la primera semana no deberíamos pasar más de 15 minutos bajo el sol. A los 10 días de exposición progresiva es cuando la piel está preparada para recibir el sol con un FPR normal.
  4. Bebe mucha agua para no deshidratarte. Así la piel puede generar la melanina que da color al bronceado.
  5. Cuánto más te muevas, más uniforme será tu bronceado.
  6. Después de toma el sol: dúchate con agua tibia para cerrar bien los poros y sécate bien. Aplícate crema para después del sol (suelen tener elementos calmantes, antiinflamatorios, hidratantes, suavizantes y regeneradores del epitelio).

Trucos

  • Durante los primeros días puedes utilizar autobronceador después de la exposición solar para conseguir un tono más oscuro y evitar el “apuro” de las rojeces que pueden aparecer.
  • Utiliza un protector solar resistente al agua para evitar quemarte mientras estás haciendo ejercicio. En el agua se está más fresquito y muchas veces no notamos que nos estamos quemando.
  • Utiliza bronceadores solares en vez de bloqueadores solares.
  • Exfóliate al menos 2 veces por semana para eliminar las células muertas.
  • Come alimentos que ayuden a broncearte: como el melón, mango, zanahoria, tomate, espinacas o brócoli.
  • Depílate antes: después de una depilación nuestra piel está mucho más sensible a los rayos UVA.

Espero que con estos consejos podáis alcanzar el tono de piel que deseáis, pero recordad no poner nunca en riesgo vuestra salud.