Lo natural está de moda, cada vez es más fácil encontrar en las tiendas y supermercados productos y alimentos naturales, esto es, sin uso de productos químico, pesticidas o derivados del petróleo porque lo natural está de moda. Sin embargo, eso no se aplica al mundo de la belleza porque ahí lo que está de moda es lo que se mantiene dentro de un patrón estandarizado.

Es por eso que en muchos países del mundo, cada vez más, se comercializan productos que prometen obtener un tono de piel más claro. Estas cremas y tratamientos contienen entre otros ingredientes activos como arbutina, hidroquinona, ácido kójico, ácido azelaico y, en ciertos casos, también un alto contenido de mercurio, componentes que pueden provocar grandes daños en la piel y en el organismo, además de que muchos de ellos son cancerígenos.

El blanqueamiento de la piel es una técnica muy extendida en EE.UU, Asia y África. Las personas que se someten a este tipo de tratamientos son principalmente mujeres que buscan encajar en el ideal de 'belleza occidental' . De ello han sabido sacar partido las multinacionales de belleza que comercializan productos que prometen un tono de piel más claro.

Existen de hecho tratamientos para lograr este objetivo. La modelo keniata Vera Sidika, conocida por ser la “Kim Kardashian africana”, se sometió en Londres a un tratamiento de 125,000 euros que rebajó visiblemente su tono de piel y que desató la polémica en las redes sociales, ya que acusan a la modelo de llevar a cabo un acto claramente racista.

El blanqueamiento es una técnica que se lleva a cabo en varios países y que afecta sobre todo a las mujeres africanas que ven como se asocia una piel clara con el éxito y la belleza. Sin embargo, continua siendo un tema tabú, siendo Vera Sidika una de las pocas que se ha atrevido a confesarlo públicamente.

Aunque muchas veces ocurre que no es necesario un tratamiento químico para lograr blanquear la piel porque ya se encargan de eso diferentes medios y su uso del photoshop. De hecho, ya ocurrió hace unos meses cuando la actriz Kerry Washington protagonizaba la portada de la edición norteamericana de la revista InStyle, en la que se podía apreciar a la protagonista de Scandal con un tono de piel bastante más claro que el que tiene habitualmente. Lo mismo ocurrió con la nominada al Óscar Gabourney Sidibe en la portada de Elle o a la mismísima Beyoncé, aunque está última en la imagen de promoción de su último trabajo.

Lo que subyace detrás de este tipo de actos, ya sea mediante químico o photoshop, es la imposición de un modelo de belleza en el que las personas que no encajan se sienten fuera de lugar. Los tratamientos blanqueadores no solo supone un daño para la piel irreversible sino que conllevan la pérdida de la identidad y de las señales que hacen único al individuo proceda de donde proceda. Si bien es cierto que Sidika afirma estar muy contenta con su nueva imagen, la keniata no ha compartido cuál es el motivo que le ha llevado a blanquearse la piel hasta el punto de parecer otra persona. Tal vez haya que plantearse el por qué tantas personas no se sienten cómodas con el color de su piel.