Tras las vacaciones de verano y coincidiendo con mi vuelta a Londres, me mudé de casa. Aunque solo se trate de mudarse de una habitación a otra en una casa distinta, cualquier mudanza supone un trasiego engorroso, en el que se mezcla lo físico y a la vez lo sentimental. Al menos lo es para mí, que vivo tanto los espacios: la cocina, donde has coincidido con desconocidos de distintas nacionalidades con los que has chapurreado inglés mientras te hacías un café, la tienda donde comprabas la fruta, el gimnasio, la biblioteca… Como digo, solo ha sido mudarse de habitación, pero aún me recuerdo a mi mismo sudando la gota gorda, cargado de paquetes y maletas recorriendo Londres de una punta a otra unas cuantas veces. Coincidiendo con mi mudanza, aparecía la noticia de una estudiante de 23 años, Alex Lomax, que denunció a través de su cuenta de Twitter una oferta de alquiler de una habitación en Londres que ella se negó a aceptar. Se trataba de una “habitación” en un piso del barrio londinense de Clapham por la que querían cobrarle nada menos que 500 libras. En realidad no era más que un cubículo donde solo cabían un colchón y un perchero. Por supuesto, ni hablar de luz natural, armarios, ni ventilación. En el anuncio se especificaba que se buscaba una persona “abierta de mente y extrovertida”. Viendo la foto de la habitación, situada en el hueco de una escalera, parece una ironía porque vivir en ese mínimo espacio requiere otro tipo de persona, alguien desesperado, con pocas luces o con escaso aprecio de sí mismo.

La escasez de alojamiento asequible en la capital británica es tal que a menudo mucha gente, obligada por la urgencia de encontrar casa, aceptan ofertas insalubres. Yo mismo en mi búsqueda de esta nueva habitación he encontrado sitios con un nivel de higiene casi tercermundista y no bajaban de las 450 libras.

Las personas que alquilan una habitación en Londres pagan de media unas 600 libras al mes, casi 100 más de lo que pueden en realidad permitirse, según la web EasyRoommate. Esto significa un extra de 1.100 libras al año que se podría destinar a otras cosas básicas como comida o transporte. Una habitación de alquiler en Londres es 120 libras más cara que en Oxford y cerca de 300 en Maidstone, una ciudad apenas a 40 kilómetros del centro de la capital británica.

Los precios de alquiler en Londres son tan altos que la convierten en la tercera ciudad del mundo más cara para vivir. Otro dato que resulta chocante y a la vez algo triste, en especial si procedes de un país como España en el que tener una casa propia es, o era, el primer objetivo tras tu primer sueldo. Debido a la falta de viviendas y la subida del precio, el número de personas entre 45 y 54 años que comparten piso en Londres ha aumentado en un 300%!, según datos que ofrece la página web de búsqueda de pisos compartidos Spareroom. Además, ha habido un incremento de cerca de un 200% en personas que van desde los 35 a los 44 años.

El Reino Unido en general vive una fuerte crisis de vivienda y no solo de alquiler, también la de compra. En un informe difundido por Nationwide, el segundo banco hipotecario del país, se indica que el precio de la vivienda en Londres subió un 10% en los últimos tres meses hasta finales de septiembre, con un coste medio de 450.000 libras (600.000 euros), alcanzando su máximo en el mes de septiembre. Y se estima que podría llegar a ser de un millón de libras de media en cinco años.

El tema de la vivienda ha sido tratado por el Primer Ministro David Cameron durante el congreso anual del Partido Conservador, que ha tenido lugar hace unas semanas en Manchester y en el que ha trazado las líneas de las prioridades en su próxima legislatura. Cameron ha dicho que "una Gran Bretaña mejor debe significar que más familias posean un hogar propio". Su propuesta para lograr este objetivo es que el precio de las casas se limite a 250.000 libras esterlinas en todo el país y en Londres, donde la propiedad es más cara, sea de 450.000 libras. Además, su plan estrella incluye construir 200.000 "casas decentes, bien construidas y con jardín" antes de 2020 destinadas al público más joven. Se van a vender con un descuento del 20% a los compradores de primera vivienda menores de 40 años. David Cameron asegura que uno de sus objetivos va a ser convertir la llamada "generación alquiler" en "generación compra". Los compradores no van a poder vender la casa en los siguientes cinco años a su compra. Además, el primer ministro inglés asegura que va a obligar a las promotoras inmobiliarias a construir casas de bajo coste para ser vendidas y no solo para ser alquiladas, como ocurría hasta ahora.

En fin…me gustaría acabar este artículo diciendo que lo hago instalado ya en mi hogar, dulce hogar, pero para ser exacto debo limitarme a decir en mi habitación, dulce habitación. Y afortunado soy que tiene ventana y un armario, aunque este sea muy pequeño.